Mujeres Desafiantes

Gabriela Santis: La guatemalteca “más veloz” dentro del agua

Sin Límites 2022

Con una carrera deportiva de 19 años y una gran cantidad de reconocimientos, la nadadora Gabriela Santis sabe que su esfuerzo diario significa representar y poner en alto a Guatemala, es por ello que su vida transcurre, en gran parte, dentro de una piscina.

2022-08-23

Entrevista por Andrea Meza - Revista Estrategia & Negocios

La natación competitiva “es parte de mi ser, así como cuando uno necesita respirar. Hay muchas veces en las que la natación es mi refugio. Una siente ese abrazo del agua”, comentó. A sus 25 años es la nadadora más rápida de la historia de Guatemala, con múltiples récords nacionales y centroamericanos.

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“Empecé como cualquier otra persona; me iba bien, me iba mal. En 2009, entrenando con un japonés muy estricto que me había logrado clasificar a mi primer Centroamericano y el Caribe, sentí el click de la natación competitiva”, comentó.

Llegar a ostentar este título es reflejo de su entrega que inició gracias al ejemplo de su familia, quienes también son apasionados por este deporte: su mamá, que vivió durante 15 años en Honduras, representó a ese país centroamericano en la natación. Su hermano también compitió, pero ya en Guatemala.

Uno de los mayores sueños cumplidos para Gabriela fue participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. “Alcanzar olimpiadas fue significativo, fui la primera de mi familia en lograrlo”. Compitieron en plena pandemia, sin público, pero para Gabriela fue la prueba de que podía desafiar cualquier límite. Reconoce que el deporte, como otras disciplinas, puede presentar frustraciones, pero lo importante es saberlas enfrentar.

“Un entrenador me dijo: ´las palabras se las lleva el viento´, al final un tiempo o una marca es una acción. Eso me ha mantenido a flote. Estoy contracorriente constantemente, pero con mi marca, con el récord, puedo ganarme mi lugar. Yo me tardé 18 años en alcanzar los juegos olímpicos, pero fui poco a poquito”, reflexionó.

Gabriela sabe que es un ejemplo para otras niñas y mujeres deportistas y busca dejar una huella mostrando que no se necesita salir de Guatemala para alcanzar grandes niveles. En la parte académica, es estudiante de fisioterapia con pensum cerrado y posee la segunda mejor nota de su promoción. “La natación es primordial, pero también el estudio”. Dedica tiempo a compartir con su familia, amistades e ir a la iglesia.

“En lo personal soy una persona muy religiosa y sé que yo no sería nadie sin Dios. Sé que también mi familia es muy importante. Mi mamá me ha apoyado muchísimo y también mucho de lo que yo hago es gracias a ella”.

Esa inspiración y amor de su mamá la ha marcado a lo largo de su vida, por ello una de sus mayores ilusiones es que la pueda acompañar a las competencias internacionales. “Sé que tal vez no está físicamente allí, pero estoy escuchando sus oraciones, estoy escuchando cuando yo era chiquita y estaba en las competencias de Guatemala. Entonces no estoy sola, pero sí me gustaría que físicamente un día estuviera ahí conmigo”, expresó Gabriela.

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“Uno puede llegar a ser Michael Phelps y llegar a la luna, pero tiene que ser una persona sencilla. Tenemos los mismos ojos que las otras personas, un corazón, un cerebro, brazos. No somos diferentes. Si podés ayudar a tu prójimo, eso es lo que más te mantiene con los pies en la tierra”.

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