¿Cómo enamorar a los consumidores? Con productos y experiencias capaces de crear vínculos emocionales profundos y duraderos. "Los seres humanos buscan nuevas conexiones emocionales: cosas en las que creer y poder amar", plantea Kevin Roberts, CEO de Saatchi & Saatchi en su libro Lovemarks, el futuro más allá de las marcas. "Las emociones son una espléndida oportunidad para entrar en contacto con los consumidores", sostiene. Y de todas las emociones, la más importante es el amor.
¿Qué es lo que hace que las marcas sean amadas? Tres atributos, según Roberts: misterio, presente en las historias, las metáforas y los personajes icónicos que hacen que una relación sea rica. Sensualidad: a través de los sentidos, que son la vía rápida para llegar a las emociones humanas y la intimidad, que se logra con compromiso, empatía y pasión.
Centroamericanas amadas
La región ha sido semillero de grandes marcas. Muchas de ellas están arraigadas en el corazón de los consumidores locales. Otras salieron a conquistar Centroamérica. Y algunas más conquistaron a consumidores de geografías y culturas tan distantes como Europa y Asia.
¿Una muestra? Ron Zacapa Centenario. Creada por Industrias Licoreras de Guatemala, un símbolo de Guatemala y una marca de culto entre consumidores de rones premium en todo el planeta. Hoy está en más de 40 mercados, desde China y Tokio hasta Europa y Australia.

Están las marcas centroamericanas. Las que trascendieron hace décadas sus mercados locales y conquistaron la región entera. Centroamérica ha sido territorio fértil también para nuevas marcas, que en pocos años vinieron a transformar el mercado y ganar millones de seguidores.
No hay que olvidar a las tradicionales, las que hacen parte de la vida de sus consumidores. En la mesa de los salvadoreños siempre se aprecia un queso Petacones, y en Costa Rica, si hay atún en la cocina tiene que ser Sardimar. Para los guatemaltecos, Tortrix es más que un snack salado, es también un símbolo chapín.