Rodrigo Tona lidera Grupo Ternova como un especialista en el cambio. Solo gestionando con agilidad y adaptabilidad se puede hacer frente a un panorama de negocios que es de todo menos estable.
Atrás quedaron los días en que bastaban la planificación y la buena gestión de los recursos para garantizar resultados positivos en una empresa. Ahora, los negocios son vulnerables en un entorno de la democratización de la comunicación y del conocimiento, la economía global y las tecnologías disruptivas.
El empresario salvadoreño Admirado 2021 conoce bien lo radical que pueden ser los giros en el entorno de negocios. Su tarea ha sido evolucionar Termoencogibles, una compañía de medio siglo dedicada al negocio del plástico, un sector que atraviesa un cambio de paradigma debido a las nuevas preferencias del consumidor y de las legislaciones a escala global que persiguen reducir su uso.
Termoencogibles se ha convertido en Grupo Ternova. Como su CEO, Rodrigo Tona se enfoca en la transformación, la innova- ción y la sostenibilidad. "Mi trabajo ha sido entender que esto no es un tema de opción: o nos transformamos o moriremos", sentencia.
La renovación viene sucediendo desde hace casi una década. En 2014, cuando pocos hablaban del tema, la compañía declaró su objetivo de convertirse en carbono neutral, lo que logró en 2019. Uno de los momentos que marcó a Ternova se remonta a 2017. "Fue un año crucial", recuerda el empresario, pues anunció al público sus intenciones de transformación, con una visión ASG de cumplimiento de temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo. "Decidimos compartir nuestra estrategia de negocios al público en general, tenía como eje central la reconversión de la industria", explica.
Desde entonces, Grupo Ternova emprende una estrategia de diversificación con sentido a lo largo de la cadena de valor. "En el negocio central de empaques hicimos una transformación para hacerlo uno de los negocios más sostenibles en el mundo".
Estrategia disruptiva
Para transformar su organización, Rodrigo Tona formuló una estrategia de duplicar valor a través de tres componentes estratégicos: primero, cómo preservar y alargar la vida al negocio del hoy; segundo, cómo generar adyacencias permanentes para construir más negocios en el futuro; y tercero, la innovación."Hay que estar jugando on the edge, muy a la orilla, y a eso llamamos innovación de horizonte", explica. Este esfuerzo le permite construir modelos de negocios de carácter disruptivo.
"Trabajar en el concepto de innovación nos obliga a casi tener una organización trabajando en paralelo", indica, una estructura que funciona aparte de la empresa propiamente como tal. Además, procura que el grupo genere por su propia cuenta el capital para financiar el crecimiento futuro.
Este radar disruptivo llevó a identificar el potencial de emprendimientos como Hugo App. Grupo Ternova participó como inversionista líder en la Ronda A de Hugo App y acompañó el proceso en la Ronda B, lo cual le permitió a la compañía salvadoreña convertirse en regional.
La pandemia ha sido una oportunidad para consolidar la estrategia de innovación. "Durante la pandemia hice un compromiso: que iba a aprender de la crisis y que no íbamos a regresar a una operación normal", apunta. Tras esa determinación, en 2020-2021 ha dedicado más del 50% al elemento de innovación y no necesariamente aplicada en el negocio de hoy, sino en su visión a futuro.
"El reto más grande en 2022 es cómo mantenernos en esa gestión del 50% atendiendo al negocio del hoy, del presente, y el otro 50% en el futuro", dice.
Visión de liderazgo
En un mundo lleno de cambios rápidos, el desconocimiento genera ansiedad y la ansiedad desemboca en temor. El papel del líder actual reside en comprender los cambios y cómo van a impactar al consumidor del futuro; tener el olfato para identificar que las tecnologías disruptivas traerán soluciones a los consumidores y anticiparse a traducirlas."No tengo idea de cómo van a terminar los cambios, más bien debemos engancharnos con la parte humana del consumidor. Si mi negocio es B2B2C2D es irrelevante, si entiendo el B2H (Business to Humans) todos los cambios los veo como una oportunidad", reflexiona.
Reconocer la vulnerabilidad de los negocios es el primer paso en la adaptación. "Somos imperfectos y al estar en mejora continua nos volvemos abiertos. La gente lo aprecia porque quiere transparencia en el negocio". Y eso es lo que esperan las nuevas generaciones. "El consumidor no quiere leer en una etiqueta lo que le está comprando, sino ver al líder de la organización, si hay desconexión entre el actuar del líder y el producto la propuesta de valor no llega".
La labor de Rodrigo Tona ha sido la de construir estrategias y equipos. "Lo primero es la estrategia y la estructura sigue a la estrategia. Primero hay que tener calidad de esa visión de futuro". Pero sin el trabajo en equipo y el talento, no hay mucho qué hacer. "La estrategia del negocio te la puedo dar en una servilleta", plantea, pero armar el equipo para llevarla a cabo "es una tarea titánica".
El legado
Rodrigo Tona cree que los salvadoreños pueden lograr "cosas inigualables" y por ello una de sus aspiraciones en la vida es generar impactos positivos en el mundo a través del desarrollo del potencial de sus connacionales. Además, quiere pasar a la historia como un empresario regenerativo, responsable de la sostenibilidad del planeta."No necesitamos que a través de políticas y regulaciones los empresarios reconozcamos la alta responsabilidad que tenemos de contribuir a un desarrollo sostenible, equitativo y distribuido, sostenible ambiental y social", considera.
El empresario lleva 20 años de experiencia en Grupo Ternova (antes Termoencogibles), y 12 años como CEO. Además, ha sido fundador y CEO de Innovalab, un laboratorio de innovación corporativo en El Salvador. Ingeniero de profesión por North Carolina State University, posee un MBA de la misma institución.
