Por eyn.net
Muchos incendios son causados por accidentes eléctricos, principalmente asociados a corto circuitos e instalaciones eléctricas en mal estado. Esto se puede prevenir, no solamente con mantenimiento periódico de los cables y aparatos, sino con la actualización tecnológica de sistemas inteligentes capaces de detectar puntos vulnerables y alertar oportunamente sobre potenciales fallas.
La transformación del manejo de la energía a través de estos sistemas inteligentes y automatizados tiene como objetivos lograr una interconexión de todos los sistemas, monitorear tareas y funcionamiento, y registrar toda la información que se genere en cada punto específico del edificio. ésta última se recibe en tiempo real con la ayuda de una plataforma con software, capaz de interpretarla y analizar la funcionalidad de la edificación holísticamente, monitoreando su desempeño. Gracias a tecnologías como el Internet de las Cosas, el rápido avance para conectar cada vez más dispositivos a la red y usar software para convertir los datos en información para tomar decisiones a nivel preventivo y operativo es una realidad.
Juan José Ugalde, Director de Business Development de Schneider Electric Centroamérica, explica que hay cuatro áreas fundamentales para tomar en cuenta en la gestión de sistemas inteligentes:
Sensores, equipamientos y software especializado para hacer análisis en red.
Una correcta gestión de sistemas inteligentes se logra instalando sensores, equipamientos y software que se encargan de hacer análisis en red y pueden detectar cualquier nivel de anomalía eléctrica y hacer un registro de datos. Así, los técnicos encargados pueden ver ‘online’ todos los acontecimientos en tiempo real y tomar medidas.
Control preventivo.
El control preventivo es vital para evitar que se produzca una falla catastrófica a partir de una falla mínima. Esto es posible con plataformas tecnológicas como EcoStruxure Building, una plataforma colaborativa para edificios inteligentes y con arquitectura abierta que permite a desarrolladores y socios de negocio interactuar, compartir datos, desarrollar apps y aumentar la eficiencia hasta en un 30%, a la vez que garantizan un confort óptimo y seguridad, para sus ocupantes.
Calidad de la energía
La red eléctrica de la ciudad donde se encuentre también influye en el desgaste que pueda tener la instalación local del inmueble. La actualización de las redes eléctricas para mejorar la estabilidad y calidad de la energía, reducir los consumos totales y controlar cuánto se paga por la energía, son factores de gran impacto para tomar en cuenta. El retorno de esta inversión alcanza directamente a los negocios, pues garantizar una red de energía confiable y de calidad minimiza la posibilidad de intermitencias en el servicio y los daños a los sistemas productivos y edificios . Los problemas de calidad en la energía pueden afectar las operaciones, aumentar el tiempo de paro, desperdiciar tiempo y materiales, y destruir los procesos y equipo de una industria o empresa.
Muchos incendios son causados por accidentes eléctricos, principalmente asociados a corto circuitos e instalaciones eléctricas en mal estado. Esto se puede prevenir, no solamente con mantenimiento periódico de los cables y aparatos, sino con la actualización tecnológica de sistemas inteligentes capaces de detectar puntos vulnerables y alertar oportunamente sobre potenciales fallas.
La transformación del manejo de la energía a través de estos sistemas inteligentes y automatizados tiene como objetivos lograr una interconexión de todos los sistemas, monitorear tareas y funcionamiento, y registrar toda la información que se genere en cada punto específico del edificio. ésta última se recibe en tiempo real con la ayuda de una plataforma con software, capaz de interpretarla y analizar la funcionalidad de la edificación holísticamente, monitoreando su desempeño. Gracias a tecnologías como el Internet de las Cosas, el rápido avance para conectar cada vez más dispositivos a la red y usar software para convertir los datos en información para tomar decisiones a nivel preventivo y operativo es una realidad.
Juan José Ugalde, Director de Business Development de Schneider Electric Centroamérica, explica que hay cuatro áreas fundamentales para tomar en cuenta en la gestión de sistemas inteligentes:
Productos seguros
Uno de los puntos más importantes es asegurar la máxima calidad de los productos que se utilicen en cualquier área del edificio. En este sentido, algunas de las certificaciones de productos, que deben estar indicadas en su empaque, son UL (Underwriters Laboratories), NOM (Norma Oficial Mexicana), ETL (producto probado por un laboratorio independiente NRTL o Nationally Recognized Testing Laboratory) y CSA (Canadian Standard Association).Sensores, equipamientos y software especializado para hacer análisis en red.
Una correcta gestión de sistemas inteligentes se logra instalando sensores, equipamientos y software que se encargan de hacer análisis en red y pueden detectar cualquier nivel de anomalía eléctrica y hacer un registro de datos. Así, los técnicos encargados pueden ver ‘online’ todos los acontecimientos en tiempo real y tomar medidas.
Control preventivo.
El control preventivo es vital para evitar que se produzca una falla catastrófica a partir de una falla mínima. Esto es posible con plataformas tecnológicas como EcoStruxure Building, una plataforma colaborativa para edificios inteligentes y con arquitectura abierta que permite a desarrolladores y socios de negocio interactuar, compartir datos, desarrollar apps y aumentar la eficiencia hasta en un 30%, a la vez que garantizan un confort óptimo y seguridad, para sus ocupantes.
Calidad de la energía
La red eléctrica de la ciudad donde se encuentre también influye en el desgaste que pueda tener la instalación local del inmueble. La actualización de las redes eléctricas para mejorar la estabilidad y calidad de la energía, reducir los consumos totales y controlar cuánto se paga por la energía, son factores de gran impacto para tomar en cuenta. El retorno de esta inversión alcanza directamente a los negocios, pues garantizar una red de energía confiable y de calidad minimiza la posibilidad de intermitencias en el servicio y los daños a los sistemas productivos y edificios . Los problemas de calidad en la energía pueden afectar las operaciones, aumentar el tiempo de paro, desperdiciar tiempo y materiales, y destruir los procesos y equipo de una industria o empresa.
