Por estrategiaynegocios.net
Vacaciones, es una palabra que, sin duda, emociona a mucho de los empleados, porque significa una pausa en la jornada diaria, no solamente en el trabajo. Las vacaciones suponen apagar alarmas y dejar de estar pendiente de muchas actividades que consumen nuestra energía.
Si nos dieran a cada de uno de nosotros la posibilidad de solicitar vacaciones qué pedirías ¿largas o cortas?... Quizá, la mayoría responderían '¡largas!'. Pero, ¿estás realmente seguro de tu respuesta?
Los especialistas han dado con la clave y coinciden: es mucho mejor tomarse varias vacaciones breves distribuidas en el año que hacer una única pausa larga. La explicación es simple.
Si bien uno en las vacaciones largas y tan ansiadas suele lograr una muy buena recuperación, el efecto no perdura mucho en el tiempo. Es decir, esa satisfacción y relajación que logramos en las vacaciones suele esfumarse muy pronto cuando nos reincorporamos a la vida laboral.
Entonces lo mejor es tomarse unos días libres lo más seguido posible, porque de ese modo reduciremos los lapsos de estrés entre una vacación y la otra. Lo ideal es no colocar toda la motivación en unas vacaciones larguísimas para las que falta casi todo el año de trabajo.
Vacaciones, es una palabra que, sin duda, emociona a mucho de los empleados, porque significa una pausa en la jornada diaria, no solamente en el trabajo. Las vacaciones suponen apagar alarmas y dejar de estar pendiente de muchas actividades que consumen nuestra energía.
Si nos dieran a cada de uno de nosotros la posibilidad de solicitar vacaciones qué pedirías ¿largas o cortas?... Quizá, la mayoría responderían '¡largas!'. Pero, ¿estás realmente seguro de tu respuesta?
Los especialistas han dado con la clave y coinciden: es mucho mejor tomarse varias vacaciones breves distribuidas en el año que hacer una única pausa larga. La explicación es simple.
Si bien uno en las vacaciones largas y tan ansiadas suele lograr una muy buena recuperación, el efecto no perdura mucho en el tiempo. Es decir, esa satisfacción y relajación que logramos en las vacaciones suele esfumarse muy pronto cuando nos reincorporamos a la vida laboral.
Entonces lo mejor es tomarse unos días libres lo más seguido posible, porque de ese modo reduciremos los lapsos de estrés entre una vacación y la otra. Lo ideal es no colocar toda la motivación en unas vacaciones larguísimas para las que falta casi todo el año de trabajo.