Empresas & Management

Opinión: Carta A Un Joven CEO

En este artículo encontratá consejos para aquellos que están siendo nombrados como CEOs o el aguna posición de liderazgo.

2023-05-14

Por Manuel Zúñiga - Presidente y Fundador de Consultis*

Me llena de alegría poder escribirte esta breve nota para felicitarte por tu reciente nombramiento. En un abrir y cerrar de ojos pasaste de ser aquel joven que entrevisté, con tu maestría bajo el brazo y toda la seguridad que da la inexperiencia. Pero ya entonces sabía yo que llegarías lejos e intuía que, tarde o temprano, ocuparías el lugar de privilegio que indica la culminación exitosa de una carrera: el tan deseado puesto de CEO.

Siempre he pensado que los peores consejos son los que no se han pedido, pero ya sabes que a veces me cuesta seguir mis propias máximas y me siento casi responsable de transmitirte algunas cosas que me habría gustado saber cuando tomé las riendas de una empresa por primera vez.

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No te daré consejos técnicos o de estrategia, que esos los encontrarás en abundancia en Harvard Business Review o en las innumerables presentaciones que decenas de consultores (yo incluido) te querrán hacer. Las recomendaciones que te daré son más trascendentales y te las doy desde el corazón y no desde la mente. Desde la intuición y no desde la racionalidad. Me doy por satisfecho si una sola de las experiencias que te transmito te sirven y a lo mejor hasta te sacan de un apuro un día. Pero suficiente de plática; estos son mis consejos para el nuevo CEO.

Piano piano, si va lontano

Así reza el viejo adagio italiano. El que va lento, largo llega. Se que quieres demostrar que la Junta no se equivocó cuando te nombró y además hay veces, como en casos de un salvataje, donde realmente no hay tiempo que perder. En los demás casos, sé cuidadoso con lo que prometes y trata de asegurar tener cada año uno o varios ases bajo la manga que te lleve a resultados extraordinarios e inesperados. Y esto no es solo un consejo de “underpromise” and “overdeliver”, sino que también hay que tomar en cuenta el enorme desgaste que las transiciones de CEO implican para la empresa en general, así que hay que tener cuidado de no sobre-revolucionar la máquina y correr el riesgo de quemarla en el proceso. La Junta no castigará que establezcas un paso quizás más pausado pero consistente pero no te perdonará un desgaste organizacional que te lleve pronto a una calle sin salida.

Aprende a ser político

A diferencia de todas las otras posiciones que has tenido con anterioridad que, aunque más o menos estratégicas terminan siempre teniendo un elemento funcional (finanzas, mercadeo, logística) la posición del CEO es eminentemente política. Así que, si te gusta ser CEO pero no te gusta lo político te equivocaste en alguna de las dos cosas. No es suficiente tener una visión inspiradora, una estrategia ganadora o una ejecución impecable, pues ninguna de esas tres cosas logrará, por separado o juntas, mantenerte en tu puesto. Ser CEO implica balancear constantemente los intereses, frecuentemente contrapuestos, de múltiples “stakeholders” todos con influencia o poder suficiente como para hacerte muy poco placentera la existencia.

Por lo tanto, aprende a hablar el idioma de la política con socios, Junta, ejecutivos y colaboradores y utilízalo activamente para lograr tus objetivos.

Te abundarán los amigos

Espero que a estas alturas de tu carrera tengas un pequeño pero sólido grupo de amigos que haya estado contigo en las buenas y en las malas. Porque de acá en adelante casi todos los que se acerquen a ti lo harán en parte por quién eres, pero también por tu puesto y por lo que de él puedan beneficiarse. De ti dependerá evaluar en qué porcentaje tus nuevas amistades te buscan por una cosa o por otra, pero te adelanto que serán muchos más los que te busquen por lo segundo que por lo primero. Y para agravar las cosas, sólo sabrás a ciencia cierta quién es quien el día que ya no seas CEO. Así que es crítico que continúes cultivando y apreciando esas amistades de toda la vida, porque esas van a estar ahí siempre.

Tu equipo es tu equipo. Nada más

Se lo difícil que es sacar tiempo para relacionarse con el mundo exterior y la tentación que existe para convertir a la empresa en el altar donde sacrificas todos tus otros intereses. Además, el puesto de CEO es uno de los más solitarios del mundo y, por lo tanto, muchas veces tendrás la tentación de convertir a tu equipo primario o reportes directos en tu familia putativa o en tus confidentes. Cuídate de ello y en su lugar crea una relación de respeto y aprecio, pero siempre juega tus cartas “close to your chest”. En un ambiente de alta presión hasta aquel en quien más confíes puede llegar decepcionarte de formas que ni siquiera te imaginas. ¿Te parezco paranoico? ¡Tienes razón!

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El papel de los socios

Como el 95% de tus colegas en el mundo, te tocó ser líder de una empresa familiar. Esto implica cargar con el peso de una historia de la que frecuentemente no has sido parte y que de seguro no comprendes. No subestimes el poder de cada miembro de la familia, viejos y jóvenes, cercanos y más lejanos, sobre tu destino. Cuando existe un patriarca indiscutible y cuyo retiro aún no se vislumbra en el horizonte es posible separar a la empresa de la familia tanto como el patriarca lo desee. Sin embargo, en momentos de transición, cuando siquiera se intuya un cambio de estafeta, te verás inevitablemente envuelto en los múltiples ajustes de poder que se producirán dentro de la familia. Es por esto que si tuviera que escoger, preferiría tener miembros familiares involucrados cercanamente en la empresa, aún en puestos ejecutivos, y así tener la oportunidad de conocerlos y de generar confianza y relaciones interpersonales fuertes.

Busca un mentor

Un buen mentor es el mayor tesoro que un ejecutivo puede tener y uno de los más difíciles de encontrar. Te aconsejo que nunca pienses en tu jefe o a un miembro de tu Junta Directiva como tu mentor, ni en nadie que esté en la empresa. Busca un mentor que no tenga ningún posible conflicto de interés y que sólo tenga en mente tu bienestar y el interés de ayudarte. Un verdadero mentor es quien siempre estará ahí, a cualquier hora que lo busques y para apoyarte en cualquier tema. Un verdadero mentor será tu principal porrista, pero también te sabrá hablar con dureza cuando lo necesites. Busca a alguien que haya pasado por donde tú estás, que haya estado en tus zapatos y que haya experimentado las mieles y las hieles de un puesto de última responsabilidad. Desafortunadamente, muchas veces el mejor mentor es quien menos te imaginas así que si aún no has encontrado al ideal, sigue explorando y no te conformes.

Deja tu ego en la puerta

Es al menos curioso que las empresas terminen llevando al puesto máximo de liderazgo a personalidades tipo A, solamente para pedirles a esos mismos personajes que cultiven la humildad y el autocontrol una vez que llegan a ser CEOs. ¡Pero tienen razón! Afortunadamente, si uno logra acompañarse de una organización capaz y suma a ello cualesquiera talentos personales que uno tenga, los errores estratégicos serán pocos. Pero otra es la historia con los errores a los que nos induce el ego. Te confieso que casi todos los errores de los que realmente me arrepiento en mi carrera como CEO fueron en gran parte causados por mi ego y mi falta de humildad.

Pon los principios primero

Como CEO, frecuentemente enfrentarás dilemas a veces casi irresolubles. En esos momentos usa tus principios como guía última de tu actuar y hazlo aún si eso implica ponerte en una posición de debilidad o incluso de antagonismo con tus “stakeholders”. Pero ten claro que la vida no siempre es justa y puedes que termines pagando un precio alto por tu firmeza. Ah, y asegúrate de que realmente se trate de un tema de firmeza y no de, bueno, ya lo dijimos: ego.

No serás CEO toda la vida

La carrera del CEO es una de natural corta duración. Tanto por lo que ya te he dicho de los azares políticos que el puesto conlleva como por lo desgastante que es la posición desde el punto de vista personal el promedio de duración de un CEO es su puesto es de cinco años. Planea entonces para tu retiro y para la posibilidad de que en mercados tan poco profundos como los de la región no logres recolocarte en un puesto similar. Conceptualiza y ten actualizado un plan de retiro anticipado que incluya aspectos tanto financieros como alternativas de futuro profesional. Asegúrate de asignar siempre amplias porciones de tu tiempo al desarrollo de actividades paralelas que te satisfagan el espíritu, sean estas de carácter emprendedor, filantrópicas o de solaz que te apasionen.

Primero lo primero

Tengo el privilegio de amar y ser amado por mi esposa desde hace más de 30 años y tengo dos maravillosos hijos ya adultos. Pero reconozco que he sido afortunado en gozar de su paciencia en muchas épocas de mi vida, especialmente cuando fui CEO. ¿Has oído hablar del famoso “tiempo de calidad”? Es el tiempo que le dedicas a la familia cuando no puedes dedicar tiempo en cantidad. Pero déjame decirte que el tiempo de calidad es solo algo que nos decimos para tranquilizarnos al poner a nuestra familia en segundo lugar. Siempre...siempre....SIEMPRE pon a tu familia en el primer lugar absoluto. Ellos son lo más importante y los que estarán contigo de forma completamente incondicional.

Muchos de estos consejos ya los conocías, pero no está de más recordarlos de vez en cuando. Por sobre todas las cosas, recuerda que estás en una posición de privilegio y disfruta del fruto de tu trabajo duro. Ser CEO o Gerente General es una de las mayores satisfacciones que un profesional de la administración puede tener y conocerás y experimentarás cosas maravillosas así que, por sobre todas las cosas, asegúrate de divertirte.

¡Te envío un gran abrazo y mis mayores felicitaciones!

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