El multimillonario fundador de IKEA, Ingvar Kamprad, falleció a los 91 años, dijo la compañía sueca este domingo, dejando un imperio de muebles creado hace más de medio siglo y conocido en el mundo.
Kamprad fundó IKEA en 1943 cuando tenía solo 17 años, pero no alcanzó la fortuna hasta 1956, cuando la compañía se convirtió en pionera de los muebles en paquetes planos (para armar).
La idea se le ocurrió cuando vio a un empleado quitar las patas de una mesa para introducirla en el coche de un cliente y se dio cuenta de que ahorrar espacio significaba ahorrar dinero.
Actualmente, el grupo minorista sueco va camino a tener ventas anuales de 50.000 millones de euros (US$62.000 mil millones).
'Uno de los mayores empresarios del siglo XX, Ingvar Kamprad, falleció en paz en su casa de Smaland en Suecia, el 27 de enero', dijo la compañía.
Nacido el 30 de marzo de 1926 en el sur de Suecia, Kamprad comenzó vendiendo fósforos a sus vecinos a los cinco años y pronto diversificó sus existencias para incluir semillas, adornos para árboles de Navidad, lápices y bolígrafos.
'Ingvar Kamprad fue un gran emprendedor típico del sur de Suecia: trabajador y testarudo, con mucha calidez y un brillo juguetón en los ojos', dijo la compañía.
'Trabajó hasta el final de su vida, manteniéndose fiel a su lema de que la mayoría de las cosas están aún por hacer'.
Pero Kamprad también esconde un pasado oscuro, pues existió una fuerte relación durante su juventud con el nazismo. Tras una larga investigación, la periodista de la televisión sueca Elisabeth Åsbrink, encontró una gran vinculación entre el empresario y los grupos nacionalsocialistas.
El fundador de Ikea no sólo perteneció al Partido Nacional Socialista de los Trabajadores (SSS, por sus siglas en sueco), sino que tuvo un rol activo en sus actividades, encargándose del reclutamiento de nuevos miembros. Tanto es así, que los servicios de seguridad suecos llegaron incluso a ficharle por su afanosa implicación en el movimiento. Tiempo más tarde, reconoció esos lazos y los consideró uno de los mayores errores de su vida, junto con haber sido alcohólico.
Tras una larga investigación, la periodista de la televisión sueca Elisabeth Åsbrink, encontró una gran vinculación entre el empresario y los grupos nazis
Pese a su pasado, para muchos, Ikea no tiene sentido sin él. Kamprad, por su parte, no se preocupa por el devenir de la empresa cuando ya no esté. "Tengo la suerte de tener tres hijos de unos 50 años que tienen el máximo interés por Ikea", señala. "Hemos aprendido a trabajar juntos y a actuar con un deseo común de desarrollarnos sin abandonar las ideas básicas", prosigue.
