Por Entrepreneur
No eres un líder sólo porque haya gente que te reporte a ti. Y tampoco te conviertes automáticamente en un líder al percibir cierto sueldo. Un verdadero líder tiene una influencia positiva sobre los demás. El liderazgo tiene todo que ver con la influencia social, y nada con el poder derivado de una posición determinada.
"Si tus acciones inspiran a los demás a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en más, entonces puedes considerarte un líder", John Quincy Adams.
No necesitas siquiera que las personas te reporten para ser un líder. Un conserje puede influir a las personas a su alrededor y guiarlas del mismo modo que un director general. Del mismo modo, cualquiera puede convertirse en un seguidor, incluso si tiene una posición de liderazgo.
Si eres un esclavo del status quo, careces de visión o no motivas a las personas que te rodean para que sean mejores, entonces probablemente seas un seguidor. Incluso si tienes un título que ostente poder, las personas no te seguirán cuando vean esos comportamientos en ti.
Un ejecutivo importante que crea una burocracia innecesaria, se encierra en su oficina y evita interactuar con los demás de manera significativa no es más líder que un ingeniero en sistemas antisocial que se rehúsa a hacer cualquier cosa que no sea escribir códigos.
No eres un líder sólo porque haya gente que te reporte a ti. Y tampoco te conviertes automáticamente en un líder al percibir cierto sueldo. Un verdadero líder tiene una influencia positiva sobre los demás. El liderazgo tiene todo que ver con la influencia social, y nada con el poder derivado de una posición determinada.
"Si tus acciones inspiran a los demás a soñar más, aprender más, hacer más y convertirse en más, entonces puedes considerarte un líder", John Quincy Adams.
No necesitas siquiera que las personas te reporten para ser un líder. Un conserje puede influir a las personas a su alrededor y guiarlas del mismo modo que un director general. Del mismo modo, cualquiera puede convertirse en un seguidor, incluso si tiene una posición de liderazgo.
Si eres un esclavo del status quo, careces de visión o no motivas a las personas que te rodean para que sean mejores, entonces probablemente seas un seguidor. Incluso si tienes un título que ostente poder, las personas no te seguirán cuando vean esos comportamientos en ti.
Un ejecutivo importante que crea una burocracia innecesaria, se encierra en su oficina y evita interactuar con los demás de manera significativa no es más líder que un ingeniero en sistemas antisocial que se rehúsa a hacer cualquier cosa que no sea escribir códigos.
Por supuesto, la verdadera pregunta es: ¿eres un líder o un seguidor? Para conocer la respuesta, es preciso que te hagas un par de preguntas básicas. Piensa con cuidado antes de contestar cada una y pronto lo sabrás con certeza.