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¿Hacia dónde van las universidades? Tradición vs. Innovación

En Centroamérica, las nuevas generaciones se están inclinando hacia las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática). Sin embargo, la oferta sigue enfocada en carreras tradicionales.

2022-12-15

Por Roberto Fonseca y Leonel Ibarra - Revista Estrategia & Negocios

La pandemia de la COVID-19 produjo una revolución pedagógica en las universidades de la región, al transitar de clases presenciales a clases virtuales e híbridas. Sin embargo, todavía es prematuro para confirmar si generará cambios sustanciales en la oferta académica que prevalece en Centroamérica, la cual se inclina por carreras tradicionales.

“El mayor cambio derivado de la pandemia, es el tránsito a la virtualidad o a la semi presencialidad. Las universidades no estaban preparadas, así que sobre la marcha tuvieron que ajustar sus planes de estudios, horarios y metodologías”, apuntó Julio Luna, coautor del estudio Oferta de programas de Educación Superior en los países de América Central y República Dominicana. Publicado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), el órgano rector de los países del SICA, en este estudio, fechado en febrero de 2020 y realizado en 2019, se contabilizan 275 institucionesde educación superior universitarias en Centroamérica, que incluye Belice- y República Dominicana. De éstas, 234 son privadas y 41 públicas.A esa fecha, Costa Rica encabezaba la oferta académica con 77 Instituciones de Educación Superior universitarias (IES universitarias), República Dominicana (64), Nicaragua (59), Panamá (45), El Salvador (40), Honduras (21) y Guatemala (16).

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Por otra parte, el estudio elaborado junto a sus colegas Noemí Navas y Francisco Alarcón, puntualizó la existencia de 47 instituciones de educación técnica superior, que denominaron Instituciones de Educación Superior para universitarias. De esas, 43 eran privadas.

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IMPACTOS POSITIVOS...Y NEGATIVOS

Óscar Picardo Joao, director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (ICTI-UFG), confirmó a E&N el impacto metodológico en la educación superior, debido a la COVID-19.

“Ante la complejidad del periodo pandémico que sufrimos, la universidad tuvo un proceso de aceleración de los programas online con consecuencias positivas y negativas. Positivas en el sentido que mantuvo la continuidad educativa en casi todas las carreras y negativas porque no todos los docentes estaban preparados para asumir los retos”, indicó.

Agregó que desde antes de la pandemia, probablemente entre un 15% a 20% de la oferta académica de ICTI-UFG ya estaba virtualizada, valorando el índice de computadoras y de conexión al Internet por estudiante.

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“Obviamente había determinadas áreas que no estaban preparadas o carreras más procedimentales como medicina o ingeniería mecánica o industrial, que requieren prácticas, entonces con el cierre de universidades prácticamente se tuvieron que digitalizar todas las prácticas, transformar modelos, utilizar simuladores y eso sí representó un desafío fuerte en algunas carreras”, dijo Picardo.

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VOLCADOS EN CARRERAS TRADICIONALES

El estudio sobre la Oferta de programas de educación superior, realizado previo a la pandemia, refiere que en las 275 instituciones universitarias de la región se ofertan un total de 9.301 programas, de los cuales, 28% corresponden a las carreras de Administración de Empresas y Derecho (2.559), 15% a Educación (1.371), 13% Salud y Bienestar (1.231), 9,9% a Ingeniería, Industria y Construcción (924) y 9,7% a CienciasSociales, Periodismo e Información (906).

“En las universidades privadas más que en las públicas, hay mayor versatilidad de carreras, en las públicas están más en lo tradicional, en carreras que vienen desde los años 60. Hay mucho rezago”, apuntó Noemí Navas, coautora del mencionado estudio.

Núñez, rectora de ULACIT, así lo corrobora. Indicó que las carreras más demandadas cambian con el tiempo, y actualmente los estudiantes se están inclinando y buscando Ingeniería Biomédica, Ingeniería Informática, Ingeniería Industrial, Administración de Negocios e Ingeniería Química Industrial.

“Nuestra universidad se caracteriza por mantenerse a la vanguardia de las nuevas tendencias, y eso se materializa por medio de la actualización de los programas, que nos permite formar profesionales altamente capacitados y habituados a la realidad con la que se enfrentarán en el entorno laboral”, dijo.

Por su parte Picardo, de la ICTI-UFG, indicó que en la última década, con las transformaciones que se han registrado en el mundo y en la región, han surgido nuevas carreras vinculadas al auge de la industria de alimentos, del mundo digital vinculado a los videojuegos, y recientemente las tendencias en el mundo financiero relacionadas a FinTech, criptomonedas, etc.

“Históricamente las más fuertes han sido Derecho, Administración de Empresas, Mercadeo, Docencia, Medicina. Pero ha disminuido la demanda de Educación y de Derecho, poco a poco. Y está creciendo todo lo relacionado a Inteligencia Artificial, Big Data, Blockchain, Marketing digital y Periodismo digital”.

Por su parte Julio Mena y Noemí Navas, autores del estudio mencionado antes, valoraron que otras carreras que ya tienen mayor demanda y son tendencia corresponden a Robótica, Mecatrónica, Big Data, etc. En cambio, lamentaron que carreras vinculadas a Agricultura, Silvicultura, Pesca y Veterinaria, corresponden apenas al 2 % de las instituciones de estudiosuperior universitarias privadas.

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“Agronomía es una de las carreras con una de las ofertas académicas más bajas en la región, pese a que nuestros países son agrícolas”, apuntó Mena. “Y en otras carreras que llamamos de “ciencias duras”, como matemáticas, física y química, es todavía más baja, ¿por qué?, porque son muy pocos los alumnos interesados y las inversiones que requieren son elevadas. Entonces, se ofertan con pocas excepciones, la mayoría centralizadas en las universidades públicas”, agregó.

Navas, por su parte, indicó que uno de los problemasque enfrentan las universidades -sobre todo públicas-es que los profesores que son titulares o en propiedad están en sus cargos “hasta que la muerte los separe”, entonces, no tienen voluntad de aprender, ni de hacer reformas curriculares, e incluso, no aprenden siquiera a usar plataformas virtuales de enseñanza, por tanto son quienes retrasan los cambios.

¿Y LA EDUCACIÓN TÉCNICA?

El estudio del CSUCA, el órgano rector de la educación superior en la región SICA, estimaba que la oferta de la educación técnica superior sumaba 1.338 programas (14% del total de la educación superior), resultando los más relevantes aquellos vinculados a Administración de Empresas y Derecho (306), Educación(256), Salud y Bienestar (172), Ingeniería, Industriay Construcción (138) y Servicios (124).

“La oferta en carreras técnicas superiores, que pueden ser una buena opción en nuestros países, es bastante baja”, dijo Luna y agregó que en Alemania les indicaron que los institutos técnicos tienen el mismo peso que las universidades.

Navas agregó al respecto que en Alemania han logrado incluso desarrollar carreras mixtas o combinadas, juntando planes de estudios de educación superior. Picardo, por su parte, refirió que en Centroamérica se continúa con el formato de carreras de cinco años, mientras en Europa y Estados Unidos el pregradodura cuatro años; y las maestrías en esos países desarrollados dura un año, mientras que acá son dos años, lo que las hace más costosas y menos atractivas.

“La gente está buscando certificaciones de habilitaciónl aboral, entonces muchas veces buscan programas cortos que les dé certificaciones, habilidades y capacidades para incorporarse al mercado laboral. Aquí las carreras son poco flexibles, eso hay que modificarlo y mejorarlo sustancialmente”, concluyó Picardo

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