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Fiat insiste en aliarse con General Motors

La firma italo-estadounidense considera que la industria necesita compartir costos de desarrollo en momentos en que consumidores y reguladores demandan vehículos más tecnológicos y menos contaminantes.

2015-06-09

Por: Wall Street Journal

Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat Chrysler Automobiles, está en conversaciones con fondos de cobertura y otros potenciales inversionistas para hallar un aliado dispuesto a tomar un enfoque activista y presionar a General Motors Co. GM para que busque seriamente una alianza con el fabricante de automóviles ítalo-estadounidense, según varias personas familiarizadas con las conversaciones.

La búsqueda de un activista dispuesto a presionar a GM hacia la consolidación es el más reciente paso tomado por Marchionne en su agresiva estrategia para encontrar un socio para su compañía de US$108.000 millones. Pero sus contactos con inversionistas activistas, meses después de que GM acordara cumplir con las demandas de los fondos de cobertura para recomprar miles de millones de dólares en acciones, aún tienen que producir resultados concretos, dijeron estas personas. Una estrategia similar podría estar siendo empleada con al menos una automotriz europea.

Marchionne se ha envalentonado por el éxito reciente de los activistas en GM, y los ve como una vía potencial para hacer realidad su convicción de que el sector automotriz debe consolidarse. El ejecutivo ítalo-canadiense considera que la industria necesita compartir costos de desarrollo en momentos en que consumidores y reguladores demandan vehículos más tecnológicos y menos contaminantes.

Foto: Estrategia y Negocios

Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de Fiat Chysler Automobiles.
En su búsqueda de un socio, Marchionne -que cuenta para esto con el apoyo del presidente de la junta de la compañía- se ha acercado a varia automotrices de todo el mundo. El ejecutivo ha argumentado durante meses que para aumentar la rentabilidad debe hacerse algo con el exceso de producción, especialmente en Europa, y con la duplicación de los costos de ingeniería, entre otros costos.

El hecho de que haya hecho repetidas declaraciones públicas impulsando la consolidación ha llevado a muchos analistas de la industria a caracterizar la postura de Marchionne como desesperada. Aunque Fiat Chrysler es rentable, una potencial crisis de la industria automotriz y los costos de poner en práctica las nuevas regulaciones y la carrera tecnológica constituyen riesgos considerables para el presidente ejecutivo.

Directivos de GM y Fiat Chrysler se negaron a hacer comentarios.

GM tiene un pasado de conflictos con Fiat y Marchionne, quien en 2005 consiguió que la empresa estadounidense pagara US$2.000 millones para rescindir una obligación de comprar el declinante negocio automotriz de Fiat. Eso llevó también a las empresas a disolver una asociación de cinco años de antigüedad para producir conjuntamente motores y transmisiones.

GM ha resistido otras ofensivas recientes de Fiat Chrysler, incluyendo una apelación directa a su presidenta ejecutiva, Mary Barra, para fusionar ambas compañías. GM tiene una amplia escala y ha movido gran porcentaje de sus productos hacia las arquitecturas de vehículos globales, un movimiento importante que reduce la duplicación de tareas y aumenta la eficiencia.

GM lleva casi una década de un proceso de consolidación interna que según los ejecutivos redujo miles de millones de dólares de costos y condujo a la empresa a una posición de liderazgo en términos de retorno sobre el capital invertido. Barra ha dicho repetidamente que el equipo directivo no aceptará distracciones de ese objetivo.

Foto: Estrategia y Negocios

Factoría de GM en Zaragoza (España).
Un grupo de inversionistas activistas, liderado por el ex gerente de fondos de cobertura Harry Wilson, contactó a Barra a principios de este año para presionar para que GM recomprara US$8.000 millones de sus propias acciones. La compañía, que ya había anunciado un costoso plan de dividendos y estaba analizando qué pasos adicionales dar para recompensar a los accionistas, acordó una recompra de US$5.000 millones, ahorrándole así a Barra nuevas discusiones acerca de asientos en el directorio.

Las acciones de GM cerraron a US$34,99 el lunes, alrededor de US$2 por encima de su precio de regreso a bolsa en 2010.

Marchionne considera que el éxito del equipo de los fondos de cobertura de Wilson (que incluye Taconic Capital Advisors LLC, Appaloosa Management LP, HG Vora Capital Management y Hayman Capital Management LP) como una razón para considerar un enfoque más agresivo hacia GM.

Marchionne piensa que la liquidez de GM estaría mejor invertida en aumentar la escala en lugar de la recompra de acciones, dijo una fuente. La disposición de Barra a trabajar con activistas a comienzos de este año sugiere que otros inversionistas podrían volver a atraer a GM a la mesa de negociaciones, según una persona familiarizada con la situación.

El lunes, en una nota a los inversionistas, Adam Jonas, analista del sector automotriz de Morgan Stanley, dijo que "las fusiones están cargadas de riesgo de ejecución y hay muchos ejemplos de fracaso en esta industria". Jonas señaló, sin embargo, que a diferencia de otros grandes fabricantes de automóviles -incluyendo Ford Motor- GM no tiene mecanismos de defensa que le permitan prevenir que los inversionistas usen su participación accionaria para promover intereses de corto plazo.

Jonas dijo en abril que GM podría calmar a los inversionistas activistas si explicara en qué líneas de productos invertirá la compañía y qué regiones geográficas tiene en la mira, además de las iniciativas tecnológicas a que apuesta, el ritmo de la reconstrucción de un brazo financiero interno, y qué nivel de capital se ha comprometido a alianzas estratégicas.

"No estamos sugiriendo que el activismo no puede ofrecer el tan necesario enfoque estratégico u orientación. Se puede", dijo Jonas.

Marchionne ha confirmado que ha entrado en contacto con otros ejecutivos en los últimos meses aunque la semana pasada indicó que esos avances no eran necesariamente para proponer lo mismo que le había propuesto a Barra. En su búsqueda de GM, el mayor fabricante de autos de Estados Unidos y el número 3 por ventas globales de automóviles, Marchionne apunta a una empresa que ha coqueteado con asociaciones en su historia reciente.

Foto: Estrategia y Negocios

El inversionista Kirk Kerkorian.
En 2006, Carlos Ghosn, presidente ejecutivo de Nissan Motor Co. y Renault SA, se alió con el inversionista multimillonario Kirk Kerkorian para proponer una ampliación de la alianza e incluir a GM. Kerkorian tenía una participación importante en GM y en su momento presionó por grandes cambios en la compañía de Detroit. Ejecutivos de GM respondieron con una investigación de varios meses sobre una alianza con Nissan-Renault, pero concluyeron que el riesgo no valía la pena.

En 2008, cuando GM y Chrysler, que entonces tenía propiedad de capital cerrado, se dirigían hacia la bancarrota, los ejecutivos de ambas empresas persiguieron una alianza con el fin de sobrevivir, pero más tarde lo abandonaron. Barra está convencida de que las fusiones a gran escala rara vez funcionan, y que GM tiene escala suficiente para prosperar como un fabricante independiente.

Barra ampliará sus argumentos el martes en la reunión anual de accionistas de GM en Detroit. Su objetivo es situar a la automotriz en el cuartil superior de las empresas de automóviles en términos de retorno sobre la inversión, así como convertir a GM en la compañía automotriz más valiosa del mundo.

Marchionne ha dicho que para los próximos años ve un sector del automóvil consolidando en torno a tres empresas con capacidad de producir cada una unos 15 millones de autos al año. Volkswagen, Toyota Motor Co. y GM son los mayores fabricantes de la industria y producen unos 10 millones de unidades al año cada uno. Fiat Chrysler es un séptimo distante con 4,7 millones el año pasado.

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