El Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) entregó a Glasswing International el Premio Visionarios Juscelino Kubtischek (Visionarios JK), que otorga a las organizaciones no gubernamentales (ONG) con proyectos transformadores en América Latina y el Caribe.
Desde 2009, la multilateral entrega "el reconocimiento más importante del BID" para rendir homenaje al presidente de Brasil Juscelino Kubitschek (1956-1961), quien fue uno de los principales impulsores de la creación de mecanismos de cooperación en la región "y clave en la fundación de este primer banco de desarrollo regional del mundo", explicó Carmiña Moreno, representante del BID en El Salvador.
La organización salvadoreña invertirá US$25.000 para ampliar su programa Escuelas Comunitarias, reconocido por el BID como una de las iniciativas con mayor impacto a nivel regional, informó Celina de Sola, vicepresidenta de proyectos de Glasswing.
En la edición de 2018, más de 600 organizaciones de los 25 países miembro del BID se postularon para el prestigioso premio. Cinco fueron escogidas por el Comité Ejecutivo de Selección y Glasswing International de El Salvador, se agenció el tercer premio gracias a su iniciativa Escuelas Comunitarias.
Además, la Fundación Paraguaya, de Paraguay, fue reconocida con el primer premio; y TeenSmart International, de Costa Rica, con el segundo. TECHO de Chile calificó para obtener el cuarto premio y ProMujer, de Estados Unidos, recibió una mención honorífica.
Celina de Sola, co-fundadora de Glasswing, aseguró que este apoyo "va directamente al programa Escuelas Comunitarias", que ha beneficiado a 38 escuelas salvadoreñas con programas culturales, clases de inglés, cursos de robótica y recreación.
"Es un honor para nosotros estar recibiendo este reconocimiento por parte del BID, que es una institución mundial con una gran credibilidad. Que reconozcan el trabajo de más de 700 voluntarios que están cada semana dando dos horas de su tiempo para cambiar la vida de la niñez y la juventud, realmente es para ellos un verdadero honor", manifestó.
A la fecha, Glasswing ha impactado la vida de unos 13,300 niños y jóvenes salvadoreños inscritos en los clubes, con los que reciben formación y acompañamiento en materias básicas y extracurriculares, como robótica, arte, debate y deporte.
Según la evaluación realizada por el BID, el programa ha incidido directamente en mejorar las notas de los estudiantes en matemática y ciencias, avanzando su lectoescritura, reduciendo el ausentismo escolar, y fortaleciendo las relaciones con la familia y resiliencia juvenil.
Con información de Diario El Mundo.
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