El mundo empresarial debe adaptarse al hoy. Muchas empresas centroamericanas todavía no han puesto el foco en la formación del empleado, algo completamente necesario para poder ser competitivo en el mundo actual.
Las empresas deben iniciar la capacitación y desarrollar nuevos líderes digitales que puedan enfrentar los desafíos que la Inteligencia Artificial, la automatización, o los datos, entre otros, inevitablemente traerán primero al sector tecnológico, pero luego al resto de las industrias elev8, centro de aprendizaje global, llegó a Costa Rica hace escasos meses para ofrecer a las empresas programas ejecutivos para desarrollar líderes digitales, certificaciones de TI y boot camps para tener una fuerza laboral tecnológica altamente especializada.
María Balbás es la directora Global del centro de estudios, que ha abierto su primer centro en Costa Rica, pero que después se expandirá a áfrica, Asia y EE UU, en el plazo de un año y medio: "Empezamos en Costa Rica -desde donde abarcarán toda América Latina- porque creemos que es un hub especializado que ha hecho muy bien el trabajo de atraer empresas de base tecnológica, y además tiene una base de talento de mu chísimo potencial que nos permite apoyar a cubrir el gap técnico que necesitan las empresas y el talento que existe en el país. Pensamos que es un piloto que reúne todas las condiciones para ver después cómo podemos llevarlo a otros lugares".
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El centro formativo identifica las necesidades que tiene el pipeline de talento en las organizaciones, tanto en términos del gap tecnológico, como de competencias, o de habilidades de liderazgo. A partir de ahí, "podemos realizar itinerarios personalizados. Y luego, podemos trabajar en todos los niveles de la organización para poder ayudarles a gestionar o estar a la cabeza de la transformación digital".
La alta ejecutiva explica que Costa Rica tiene un buen sistema educativo, y que el talento sale bien formado de las universidades, "pero sigue habiendo un gap entre cómo salen de las universidades, a lo que requieren las empresas, sobre todo en el tema tecnológico".
Hay iniciativas para cubrir ese gap que tiene que ver mucho con cómo se aplica este conocimiento.
María Balbás comenta que uno de los diferenciadores de elev8 es ver "cómo podemos hacer que el aprendizaje tenga una aplicación. Nos esforzamos mucho en esto, y estamos empleando metodologías basadas en el aprender haciendo, y metodologías ágiles aplicadas a la educación para conseguir que el conocimiento no solamente sirva para obtener una certificación, sino que sea aplicable".
Preparar a la fuerza laboral
Estamos ya en el punto donde la proliferación de las tecnologías de la Industria 4.0, los nuevos productos y las nuevas oportunidades para la globalización exigen que las organizaciones reconsideren la forma en que preparan a su fuerza laboral para adaptarse a estos cambios. Este nuevo panorama además lleva a los profesionales a un lugar donde deben desarrollar capacidades digitales que les permitan crecer de la mano con la industria tecnológica.Y es que, la brecha que hay en la región no se debe a la falta de iniciativas tecnológicas, empresas o nuevos desarrollos, sino a la escasez de líderes digitales con capacidades propias de los humanos como la curiosidad, la innovación, la creatividad, la resolución de problemas y la comunicación que pueden conectarse con un conocimiento general, más interdisciplinario sobre tecnología, independientemente de su industria.
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El hecho de que los líderes estén preparados para el cambio en el que estamos inmersos "es importantísimo", aduce Balbás, ya que estamos viviendo en un momento en el que el cambio es constante, donde la tecnología está impactando exponencialmente; antes los cambios se producían cada 10 años, ahora son prácticamente inmediatos. "Es muy importante que los líderes adopten el cambio tecnológico en sus organizaciones, porque tienen que ser ellos los que lideren o estén a la cabeza, porque si no estas se quedan atrás".
El nuevo profesional necesita una capacitación práctica, basada en la colaboración y en la resolución de problemas del mundo real que lo equipe para maximizar el poder de la tecnología.
Balbás apunta que las organizaciones centroamericanas "incluso centenarias" están tratando de avanzar culturalmente en la dirección correcta. "No obstante, todavía queda, porque aún no sienten el sentido de urgencia.
Piensan, quizás, que esto de la transformación digital es algo de empresas tecnológicas y que no va a afectar a sus industrias. Cuando empiezan a entender que eso no va a ser así siempre, y que tienen que estar a la cabeza de ese cambio si quieren sobrevivir en el tiempo, ya hay un interés real por el cambio".
Ese es el primer paso, ser conscientes de que deben adoptar ese cambio tecnológico, y más bien estar a la cabeza.
