El avión tiene problemas de producción desde que se descubrieron los primeros defectos en 2020 y las entregas fueron suspendidas desde mayo pasado. Boeing no quiere adelantar una fecha de retorno a la normalidad mientras las discusiones con las autoridades estadounidenses de aviación continúan.
American Airlines espera recibir 13 aeronaves 787 Dreamliner en su flota para 2022. La compañía ya había recortado su programación de vuelos en diciembre, renunciando en especial a ciertos destinos como Edimburgo, Praga o Dubrovnik.
Frente a la persistente incertidumbre sobre la fecha de las entregas, American escogió 'actuar por adelantado para reducir todo impacto negativo por los retardos de Boeing sobre (sus) actividades y (sus) clientes', según un texto consultado por la AFP en el sitio web de la empresa.
Esto significa posponer el lanzamiento de la línea Dallas-Tel Aviv así como la suspensión temporal de las rutas Seattle-Londres, Dallas-Santiago de Chile y Los Angeles-Sydney. American Airlines va también a reducir a un vuelo por día el trayecto Miami-Sao Paulo.
Los 787 Dreamliner son aeronaves destinadas a largos trayectos que no pueden ser fácilmente reemplazados por aeronaves de pasillo único que hacen trayectos de media o corta distancia, subrayó un portavoz de American Airlines.
Boeing se comprometió a pagar una compensación financiera por las pérdidas relacionadas con los retrasos en las entregas de aeronaves. El constructor estima que los contratiempos actuales con el 787 le cuestan alrededor de US$5.500 millones.
