Por estrategiaynegocios.net
El empresario Elon Musk tiene fama de ser exigente en las empresas en las que trabaja. También se le señala de ser grosero y un jefe tóxico.
A lo largo de su vida, ha despreciado los sindicatos, se ha burlado de la corrección política y simpatiza con la idea de un gobierno diminuto.
Ahora que ha tomado las rienda de Twitter estos señalamientos se han incrementado.
Largas jornadas de trabajo y una atmósfera hostil son sólo algunas de las críticas que se acumulan día tras día contra Elon Musk desde que comprara Twitter a finales de octubre.
De hecho, una de las primeras medidas que adoptó al llegar a la silla principal de la red fue reducir la planilla por medio de un correo electrónico, el día que les pidió que se quedaran en casa.
El trabajo en casa, que implementó Twitter hace unos meses, igual, fue eliminada.
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Ahora, parte de su personal de limpieza, lo acusa de haberlos despedido sin indemnización a unas semanas de Navidad.
“Solo puedo decir que no tengo dinero para pagar el alquiler”, afirmó a la BBC el mexicano Julio Alvarado que hasta esta semana se encargaba de limpiar la sede de Twitter en San Francisco. “No voy a tener seguro médico. No sé qué voy a hacer”.
“La gente trabajaba sin preocupaciones”, indica el latino que llevaba más de 10 años en esta área. “Ahora tenemos miedo”, denuncia, al mismo tiempo que señala que desde la venta de Twitter era escoltado por personal de seguridad mientras limpiaba partes de las oficinas y que incluso le llegaron a decir que los robots sustituirían en un futuro al personal de limpieza.
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Investigación por acusaciones
Mientras, el fiscal de San Francisco, David Chiu, declaró que está investigando si Musk infringió la ley con estos despidos. Twitter no ha respondido a una solicitud de comentarios de la BBC.
La BBC recibió fotos de unas oficinas de Twitter transformadas en dormitorios y de sofás reconvertidos en camas, algo que las autoridades de San Francisco están investigando como una posible violación del código del edificio.
