Por lo general, es fácil ver por qué ocurrió un problema o incluso sugerir lo que todos los demás deberían hacer para resolver el problema. Pero cuando es nuestra responsabilidad abordar el problema, es cuando las cosas se complican.
A menudo vemos opciones ilimitadas y analizamos las consecuencias de cada elección. Vemos una batalla cuesta arriba con resultados inciertos. Sin embargo, podemos superar el miedo a lo desconocido y concentrarnos en la mejor opción disponible, ser creativos.
Y la buena noticia es que si ser creativo no es algo innato para ti, hay pasos de acción específicos para elegir un camino a seguir:
1. Definir la caja
Todo el mundo conoce el concepto de pensar fuera de la caja, pero al mismo tiempo, todos tenemos límites dentro de los cuales operar. No podemos usar un suministro interminable de recursos o cambiar completamente las reglas del negocio. En otras palabras, a veces necesitamos ser capaces de resolver problemas dentro de la caja, ciñéndonos a la realidad.
El primer paso es delinear los límites de la situación y nuestro control sobre ella. Define el problema. Desarrollar el alcance. Vea las limitaciones que tiene para que sepa dónde puede operar. Esto le dará una idea de lo que es posible y comenzará a revelar opciones para la resolución.
2. Crea ideas
Este es el paso de la lluvia de ideas, donde lanzamos un montón de ideas a medio cocinar para ver qué tiene piernas. Cuantas más ideas, mejor en este punto del proceso. Este no es el punto crítico donde evaluamos las opciones. En lugar de tratar de ver qué opciones son las mejores, queremos volumen.
El objetivo es generar múltiples respuestas. Cuanto más loco, mejor. Este ejercicio subraya cómo el desarrollo de numerosas ideas creativas ayuda a agudizar nuestra capacidad para resolver cualquier problema.
3. Limite las ideas
En este paso, queremos deshacernos de ideas que requieren recursos increíbles o que simplemente parecen demasiado descabelladas. Ver agujeros obvios en una idea significa que se tendría que trabajar demasiado en la solución para que sea efectiva.
No estamos buscando eliminar todas las opciones. Ni siquiera estamos descartando todas las malas opciones. La clave es reducirlos, no encontrar la opción perfecta. Queremos los que parecen tener las mejores probabilidades de resolver el problema con consecuencias mínimas para el negocio. Una vez que tenga una breve lista de ideas que podrían funcionar, estará listo para pasar al siguiente paso.
4. Enumera los pros y los contras
Cada solución tendrá aspectos positivos y negativos. No existe la opción perfecta. Al enumerar los diversos pros y contras, podemos obtener una imagen más clara de cada uno y ver cómo impacta en otras áreas del negocio, lo que facilita la identificación de los incidentes y las derivaciones de la implementación de cada estrategia. A partir de ahí, piense en el sistema total. ¿Cómo afectaría esto a otras áreas? ¿Qué onda podría crear esto potencialmente?
5. Elige entre un montón de malas opciones
En este paso, a menudo todavía me quedan varias opciones. Pero después de evaluar cada uno, surgirían ramificaciones claras y costosas. Tal vez requirió reducir nuestros márgenes para vender el producto. Tal vez fue aumentar la producción o retrasar otras iniciativas, o incluso reducir el personal o invertir en nueva tecnología.
Aquí es donde los grandes líderes se separan de los líderes promedio. Aquí es donde se toman las decisiones difíciles. Pero aquí también es donde puedes controlar tu destino. En lugar de buscar una opción perfecta, elige entre un montón de malas opciones. Todas las opciones parecerán defectuosas en esta etapa. Si existiera una opción perfecta, la habría descubierto antes en el proceso y habría seguido adelante con su implementación. Avanza para hacer todo lo posible para maximizar los pros y limitar la destrucción de los contras.
Al seguir estos cinco pasos, se ampliará su capacidad para encontrar soluciones comerciales creativas. Cuando surge un problema, inmediatamente definirá la caja en la que está operando y comenzará a pensar en opciones y podrá identificar pros y contras para guiarlo hacia la mejor opción, incluso si tiene fallas. Cuanto más uso este proceso, más fácil es y más valioso se vuelve, lo que ayuda a evitar la parálisis del análisis o las decisiones miopes que resultan contraproducentes.
