Por EFE
La tercera aerolínea del país, con sede en Atlanta, dijo en un comunicado que más de 6.000 empleados han optado por una excedencia pagada hasta finales de noviembre, días después de revelar que planteaba la suspensión temporal de 36.000 empleados, casi la mitad de su plantilla.
United tuvo entre abril y junio unas pérdidas de US$1.637 millones, revirtiendo las ganancias de US$1.472 millones que obtuvo en el mismo tramo del año pasado; y logró una facturación trimestral de US$1.475 millones, lo que supone un 87 % menos interanual.
Se trata del trimestre 'más difícil en sus 94 años de historia' debido a la grave caída de la demanda de vuelos causada por la crisis del coronavirus, aunque la firma espera mejorar durante los próximos tres meses y hacer 'la quema de efectivo más baja entre las mayores aerolíneas'.
United quemó US$40 millones diarios, incluyendo US$3 millones de pagos por préstamos y otros gastos, y calcula que esa cifra bajará a US$25 millones diarios en el tercer trimestre de 2020 pese a que los pagos por gastos ascenderán a 6 millones.
El máximo ejecutivo de la firma, Scott Kirby, elogió el esfuerzo para 'prever el impacto de la COVID-19 sobre la demanda de pasajeros y mercancías, adaptar adecuadamente la programación a esa demanda reducida, completar el mayor acuerdo de financiación de deuda de la historia de la aviación y recortar gastos'.
Los resultados, divulgados tras el cierre de Wall Street, fueron bien recibidos por los inversores y sus acciones subían un 0,42 % en las operaciones electrónicas. Desde el comienzo del año, la compañía ha perdido un 62 % de su valor bursátil.
La tercera aerolínea del país, con sede en Atlanta, dijo en un comunicado que más de 6.000 empleados han optado por una excedencia pagada hasta finales de noviembre, días después de revelar que planteaba la suspensión temporal de 36.000 empleados, casi la mitad de su plantilla.
United tuvo entre abril y junio unas pérdidas de US$1.637 millones, revirtiendo las ganancias de US$1.472 millones que obtuvo en el mismo tramo del año pasado; y logró una facturación trimestral de US$1.475 millones, lo que supone un 87 % menos interanual.
Se trata del trimestre 'más difícil en sus 94 años de historia' debido a la grave caída de la demanda de vuelos causada por la crisis del coronavirus, aunque la firma espera mejorar durante los próximos tres meses y hacer 'la quema de efectivo más baja entre las mayores aerolíneas'.
United quemó US$40 millones diarios, incluyendo US$3 millones de pagos por préstamos y otros gastos, y calcula que esa cifra bajará a US$25 millones diarios en el tercer trimestre de 2020 pese a que los pagos por gastos ascenderán a 6 millones.
El máximo ejecutivo de la firma, Scott Kirby, elogió el esfuerzo para 'prever el impacto de la COVID-19 sobre la demanda de pasajeros y mercancías, adaptar adecuadamente la programación a esa demanda reducida, completar el mayor acuerdo de financiación de deuda de la historia de la aviación y recortar gastos'.
Los resultados, divulgados tras el cierre de Wall Street, fueron bien recibidos por los inversores y sus acciones subían un 0,42 % en las operaciones electrónicas. Desde el comienzo del año, la compañía ha perdido un 62 % de su valor bursátil.