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Fed: La única diferencia entre millennials y generaciones precedentes es el poder adquisitivo

La generación nacida entre los años 1981 y 1996 tiene las mismas apetencias de adquisición de bienes que las de la generación X y la de los baby boomers, pero la precariedad laboral ha sido un factor que les impide gastar en igual medida.

2019-01-28

Por El Economista (México)

Separar la realidad del mito es el propósito de un estudio de la Reserva Federal de Estados Unidos que examina qué hay de cierto en ciertos tópicos populares entre medios y analistas relacionados a la generación millennial. Los lugares comunes como "millennials: el nuevo lujo es vivir, más que tener" pasan a examen. ¿El resultado? Los millennials tienen los mismos patrones de consumo que las generaciones precedentes, pero menos riqueza.

Y aún más: conforme los millennials maduran, su consumo se iguala al de las generaciones previas.

Bajo el título "Are Millennials Different?" (¿Son los millennials diferentes?), los resultados del estudio de la Fed (la Reserva Federal) desmontan prejuicios tales como que a la generación millennnial la caracteriza la idea de que el consumismo es fútil, conciencia que les conduce a renunciar a hacer gastos, prefiriendo vivir en su lugar en la frugalidad. Muy por el contrario, la generación nacida entre los años 1981 y 1996 tiene las mismas apetencias de adquisición de bienes que las de la generación X (1965-1980) y la de los baby boomers (1946-1964), pero la precariedad del mercado laboral que enfrentaron y las condiciones de la economía fueron factores que les impidieron gastar en igual medida.

"[La investigación] nos mostró que la generación millennial tienen menores ingresos reales que los miembros de generaciones anteriores cuando estaban en edades similares, y que los millennials también parecen haber acumulado menos activos", señala el estudio de la Fed.

Sobre los ingresos, el estudio señala que los millennials enfrentan una desigualdad de ingresos mayor a la de los X y los boomers. El coeficiente de Gini para la los millennials en 2014 es de alrededor de 0.35, valor más alto que el 0.25 entre los baby boomers jóvenes en 1978. El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y donde el valor 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno).

Sobre los activos, los millennials efectivamente tienen un patrimonio menor en términos comparativos al que tuvieron los pertenecientes a la generación X, cuando los segundos tuvieron la misma edad. El estudio muestra que los activos de los hogares millennials en Estados Unidos en 2016 tuvieron un valor promedio de US$176.000; por su parte, los activos de la generación X en el año 2001 tuvieron un valor promedio de US$227.000.

Pero no todo se redujo al consumo y los ingresos. El estudio tampoco encontró evidencias que sustentaran las afirmaciones de que la generación millennial sea más diversa racialmente que sus predecesoras; tampoco que tengan mayores niveles educativos, ni que tengan menores tasas de matrimonio con respecto a otras generaciones. En todo caso, continúa el estudio, son tendencias de la época que atraviesan transversalmente a todas las generaciones, y no características exclusivas de una sola de ellas.

La Reserva Federal atribuye la enorme atención que ha recibido la generación millennial por parte de los medios, los mismos que han generado narrativas exóticas -por decir lo menos- sobre este grupo etario, y los economistas debido a que se incorporaron al mercado laboral en una época en que el mundo presentó el mayor índice de población en edad laboral.

Datos del Banco Mundial indican que en 1967, 56.8% de la población mundial estaba en el rango etario de entre 15-64 años, es decir, en edad de trabajar. Desde entonces, y hasta el año 2012, este porcentaje presentó un incremento constante, hasta llegar a 65.6% de la población, el pico más alto de la medición, cifras alcanzadas debido a la generación millennial.

Con esta enorme fuerza productiva, se hizo preciso identificar la incidencia de los millennials, recién ingresados a las filas de la productividad, en la economía. Las primeras tendencias examinadas mostraron que su consumo era menor con relación a la generación X y los baby boomers. La Reserva Federal atribuye estos resultados a que muchos de éstos análisis se realizaron y publicaron durante el período inmediatamente posterior a la crisis financiera del 2008 y la consiguiente recesión, cuando una parte de los millennials entraban en la edad adulta y se vieron afectados por los efectos de la crisis financiera. La institución financiera sustenta esta tesis en que en gráficas más tardías, esta tendencia se modifica paralelamente a la recuperación económica. "Algunos artículos de prensa a partir de 2012 empezaron a observar que los compradores más jóvenes habían comenzado a buscar cada vez más como sus cohortes de edad como sus perspectivas de empleo y de ingresos mejoraron".

Otro de los mitos desmontados es el que se refiere a que los millennials compraban menos autos en comparación con los X y los baby boomers en su juventud.

Los analistas atribuyeron el hecho de que los millennials parecían estar comprando menos autos que los consumidores de mayor edad debido a que encontraban innecesario el gasto, dadas las innovaciones de la época en movilidad como las aplicaciones de viajes compartidos, así como el optar por las bicicletas y el transporte público para los traslados.

El estudio titulado "Consumer Expenditure Surveys (1986-2016)", realizado por el Bureau of Labor Statistics y el PCE price index del Bureau of Economic Analysis , indica que los millennials entre los 20 y 39 años exhiben los mismos patrones de compra de autos que la generación X cuando tuvieron la misma edad, al igual que los baby boomers. Dicho de otro modo, los millennials no compran menos autos, sino que los analistas adelantaron vísperas en sus resultados.

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