Empresas & Management

Las 5 claves de liderazgo de Pep Guardiola

La forma en que el catalán reestructuró las prácticas del club FC Barcelona es un ejemplo muy valioso para cualquier administrador de empresas. 5 claves para adoptar el estilo de Pep en una empresa:

2018-06-25

Por Entrepenur

El actual Director Técnico del Manchester City es reconocido por haber revolucionado el estilo de juego del FC Barcelona, equipo español que lo vio crecer. La transformación que marcó en el club catalán apela a la administración y dirección que debe impactar a cualquier empresa, no solamente en el ámbito deportivo.

Josep "Pep" Guardiola inició su carrera como futbolista en la cantera del FC Barcelona, y aunque sus logros como centrocampista no son nada insignificantes, su gestión como director técnico del equipo que lo formó son claramente admirables, resultándoles en 14 títulos en tan sólo cuatro años.

En su libro "Crear o Morir", Andrés Oppenheimer describe la estrategia del DT como "innovar cuando se está ganando", una dinámica que le permitió al Barcelona destacarse como uno de los equipos más competitivos a nivel internacional, revitalizando tanto la marca del club como las de sus jugadores.

Lo más relevante de esta transformación es que se realizó de adentro hacia afuera, fortaleciendo primero la institución para llevarla al éxito, y que a largo plazo siguen definiendo la historia y reputación del popular Barcelona.

1. Comprometerse con el proyecto de raíz

La carrera de Guardiola está íntimamente ligada al Barcelona, desde su inscripción a las divisiones inferiores del club a los trece años, pasando por sus once años como jugador del primer equipo, hasta sus labores como DT en la división B y, por supuesto, como entrenador del equipo principal.

Es decir, Pep conocía por experiencia como funcionaba el FC Barcelona como institución, en diferentes niveles y roles, lo que le aportó una perspectiva más amplia de sus necesidades y retos al momento de tomar decisiones críticas para el club. Del mismo modo, sabía cómo era visto el equipo en el exterior, estaba familiarizado con los rivales y posibles aliados que existían en el mercado.

Este conocimiento profundo, complementando el aspecto técnico y estratégico que pudiese dar a los jugadores, le dieron la pauta para saber qué hacer para maximizar el potencial del Barça en pos de objetivos específicos, equilibrando los retos y oportunidades para obtener el resultado deseado.

2. Dar valor a la disciplina

Cuando Guardiola fue nombrado oficialmente como DT del primer equipo, el Barcelona se enfrentaba a una crisis de disciplina que afectaba más que el rendimiento de los jugadores. Grandes figuras futbolísticas, de la talla de Ronaldinho y Eto’o, protagonizaban la plantilla del club, donde si bien su aportación había dado una racha ganadora al equipo, su comportamiento y actitud era también un lastre para la organización, y previo a la asignación de Guardiola empezaba a reflejarse también en los resultados deportivos.

Tras negociar con las estrellas del Barça y fijar acuerdos que jamás serían cumplidos, el DT hizo valer su autoridad al vender a los jugadores problemáticos y apostar por el desarrollo de sus propios astros desde la cantera de divisiones inferiores.

Esta decisión funcionó de manera inimaginable, al grado que le dio la oportunidad al jugador mejor pagado del mundo en nuestros días: Lionel Messi.

Estas medidas, junto con un esquema de sanciones y multas, tuvieron impacto no sólo en como el público veía al equipo, sino que marcó la línea en los vestidores: existía un código de conducta que debían seguir para permanecer en la plantilla, y quien no quisiera alinearse a las reglas podía tomar sus cosas e irse a su casa.

Si bien esta postura podría sonar amenazante, resultó, y para fortuna de Guardiola también se reflejó en el campo.

3. Establecer un plan

El director técnico suele referir a que, debido a su falta de robustez física, tuvo que compensar en la cancha con un estilo de juego basado en la inteligencia. De ahí que esta visión se tradujera en una estrategia directiva metódica, estudiada y con mucho peso teórico.

Partiendo de su conocimiento empírico y de una observación constante, Guardiola analizaba profundamente a la competencia para encontrar sus brechas y puntos fuertes, de modo que al momento del pitazo inicial los jugadores conocieran la ruta más óptima para acumular goles, burlar a la defensa o mantener el balón, según correspondiera.

Lo que para el espectador era un partido único, tenía detrás semanas de planeación y entrenamiento para adaptarse a las condiciones de cada club y jugador que el Barcelona enfrentaba.

4. Reinventar el trabajo en equipo

Guardiola retoma una propuesta de Joan Cruyff, su mentor: el fútbol total. Desde la perspectiva del técnico Catalán, la adaptación de los principios de esta mecánica al Barcelona le permitieron tener la versatilidad suficiente para adecuarse a las condiciones de cada partido ofreciendo siempre algo diferente.

El fútbol total consiste en una rotación de roles en el campo, aunque las habilidades de cada jugador estén más orientadas a ofensiva o defensa, todos están preparados para tomar la posición que el DT indique y hacerlo eficientemente. Dicho de otro modo, todos saben hacer de todo, lo que aporta un factor sorpresa en un deporte tan competitivo.

5. Motivación para ir más allá

Del mismo modo que la gestión de Guardiola tuvo una visión democrática en el campo de juego, esta perspectiva se extiende también al cuerpo técnico. No en términos de que pudiesen alternar sus funciones, sino de que se fomentaba el considerarlos miembros fundamentales del equipo, al mismo nivel de los jugadores, llevando incluso a médicos y terapeutas a celebrar el triunfo en la cancha junto con el resto del club.

Además, el trato personalizado fue un distintivo del DT con todos los miembros del Barça, ya que el conocimiento de sus colaboradores debía ser mucho mayor que el que tenían de los rivales. Así, Guardiola conocía e interactuaba cercanamente con los jugadores, dándoles retroalimentación y guiándolos uno por uno para potenciar sus habilidades y sentirse útiles y necesarios.

¿Cómo puedo adoptar esto en mi empresa?

Si algo deja claro el trabajo de Pep Guardiola es que cada partido, equipo y jugador son distintos, por lo que debes considerar que no existe una fórmula mágica para el éxito empresarial. Sin embargo, la forma en que el catalán reestructuró las prácticas del club es un ejemplo muy valioso para cualquier administrador.

  • Conoce tu empresa. Ya seas fundador de la compañía o coordinador de área, tener clara la visión, misión y funcionamiento de la compañía te ayudará a tomar decisiones que ayuden al desarrollo de la firma independientemente del proyecto o situación a que se enfrenten.
  • Predica con el ejemplo. Tener una normatividad establecida es el motor de cualquier empresa, pero a nivel organizacional esto debe encontrar un equilibrio entre lo que se le exige al empleado, los beneficios que se le proporcionan y lo que hacen sus superiores, puesto que esto marca la pauta del clima laboral.
  • No dejes nada al azar. A largo plazo o de bomberazo, siempre es importante tener un plan, por escueto que este sea. Además de dar continuidad a la operación empresarial, da certidumbre a los empleados de que hay objetivos y un rumbo definido.
  • Colaboración de pe a pa. Las empresas no pueden ser sostenidas por todólogos, sin embargo el dar a los empleados las herramientas para capacitarse, actualizarse y escalar les permite no sólo crecer dentro de la organización, sino brindar la confianza a sus compañeros de que están ahí para apoyarlos cuando sea necesario.
  • Personas, no recursos. Una empresa se constituye por sus trabajadores, no por sus activos; es así que dar el valor humano a las cosas es preponderante para sacar cualquier proyecto a flote. Hacer concesiones de vez en cuando y hacer sentir a cada elemento importante es fundamental para fortalecer la lealtad y compromiso de todos los miembros de la compañía.
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