Empresas & Management

Empresas felices: ¿una burbuja?

Hay una ola de felicidad, y quizá demasiados expertos y conferencias sobre la felicidad en el trabajo. ¿Lo estamos banalizando?

2017-11-27

Por Expansión

No se puede ser feliz en la vida si no se es feliz en el trabajo... Quienes están de acuerdo con esta máxima también advierten del peligro que supone mezclar determinados conceptos cuando se habla de la verdadera satisfacción laboral.

Sin olvidar el tremendo riesgo que se corre al tratar de poner de moda este concepto. Hay una ola de felicidad, y quizá demasiados expertos y conferencias sobre la felicidad en el trabajo. ¿Lo estamos banalizando? Hay quien habla incluso de una burbuja de la felicidad.

La VII Encuesta Adecco sobre Felicidad en el trabajo, realizada entre más de 3.500 trabajadores españoles, concluye entre otras cosas que más de la mitad de los empleados (un 51,7%) piensa que esta cuestión de la satisfacción laboral 'no es una moda pasajera, que es importante y ha llegado a las empresas para quedarse'.

Margarita álvarez, directora de marketing y comunicación de Adecco, explica que 'hace años, al introducir esta manera de pensar en las empresas, muchas personas creían que era un tema frívolo, una moda sin importancia.

Cuando aparecieron los primeros estudios en los que se vinculaba felicidad con mayores índices de productividad y compromiso, las compañías empezaron a tomarse en serio este tema. Hoy resulta impensable no contar con el bienestar de nuestros equipos, con que se sientan felices en la empresa. Es la mejor manera de que las personas estén enganchadas, comprometidas con cada proyecto e idea.

El estudio señala que tres de cada cuatro empleados (un 76,6%) afirma ser feliz en su trabajo. La investigación añade que 'a mayor edad, mayor es el porcentaje de españoles que se sienten felices en su trabajo frente a los encuestados más jóvenes. En cambio, los porcentajes están muy igualados entre hombres y mujeres: ambos se sienten igual de satisfechos en su empleo'.

Factores de satisfacción

Según el estudio, lo más importante para ser feliz en el trabajo es disfrutar de un buen ambiente laboral, basado en relaciones personales fluidas y compañerismo, que con 8,23 puntos sobre 10 sigue siendo el factor mejor valorado con respecto al año pasado, aunque cae ligeramente su puntuación.

En segundo lugar está la flexibilidad horaria que ayuda a los trabajadores a conciliar su vida personal con la profesional, que se vota con 8,19 puntos y mantiene posición y valoración con respecto al año anterior.

A la tercera plaza asciende la posibilidad de contar con un buen jefe o líder para ser feliz en el trabajo (8,02 puntos). Esta condición no aparecía hasta la sexta posición el año pasado, pero ahora cobra más importancia.

Desarrollar nuestras habilidades personales y nuestras competencias es otro factor que gana posiciones en esta última edición del informe (7,89 puntos), y al quinto lugar queda relegado uno de los factores hasta ahora más importantes, como es un buen salario (7,86).

La retribución pierde peso

Con el paso de los años, el sueldo pierde importancia al medir la felicidad laboral, y ya no es condición necesaria para la satisfacción en el trabajo. El estudio afirma además que 'tanto peso ha perdido la remuneración en las políticas de felicidad laboral que un 57,4% de los encuestados opina que los trabajadores con mayor salario no son más felices sólo por ello.

El 64% de los consultados estaría dispuesto a sacrificar salario en beneficio de felicidad laboral. Y este porcentaje ha aumentado 4,5 puntos porcentuales con respecto a la anterior encuesta.

Son las mujeres en mayor medida que los hombres quienes estarían más dispuestas a esta renuncia. Ellas valoran especialmente la flexibilidad horaria y contar con un buen jefe.

Tampoco un mayor cargo garantiza más satisfacción profesional. Así lo manifiesta el 73,8% de los españoles consultados.

La realización personal, la adecuación de la formación adquirida al puesto de trabajo, el reconocimiento y la cercanía al lugar de trabajo también son importantes.

Lo menos valorado por los trabajadores españoles son los beneficios sociales que algunas, como el seguro médico, los descuentos en actividades educativas y/o de ocio, o los cheques-restaurante.

La verdadera felicidad ya no es un concepto abstracto y etéreo. En realidad, se puede medir, y para algunos resulta rentable.

Las escuelas de negocios analizan de una forma distinta este intangible y se preocupan de su conexión con la economía real. Los expertos en la materia, que interesa a economistas, psicólogos y sociólogos buscan una unidad de medida para la felicidad e incluso han elaborado algunas fórmulas.

La felicidad y los sentimientos positivos interesan cada vez más porque hay pruebas de que la satisfacción en el trabajo contribuye a la productividad. Hay un estado de flujo que lleva a quien se encuentra en esa situación a estar absorto en su actividad.

Hay un resultado directo para la empresa: la persona enganchada de esta manera tiene un 57% menos de posibilidades de dejar la compañía, y se esfuerza hasta un 87% más. Pero las expectativas son clave.

Unas altas perspectivas acerca de las circunstancias favorables de nuestra vida quedan asociadas a una gran satisfacción vital. Las que son irreales o exageradas implican infelicidad. Esto se puede trasladar a nuestra faceta profesional: podemos sobrellevar un trabajo que aborrecemos, pero también podemos lograr que un empleo supuestamente ideal no se convierta en algo frustrante.

Ninguna empresa está obligada a hacerle feliz. Las compañías no son totalmente responsables de la satisfacción de sus empleados, y aunque cualquier organización tiene la obligación de facilitar los medios para que sus profesionales puedan poner en marcha todo su potencial, la felicidad en el trabajo es algo relativo, y no depende de la compañía.

No es la empresa la que debe buscar la felicidad de los empleados, porque ésta es una tarea de cada profesional.

Además, las compañías que adoptan un papel más maternal se extralimitan en sus obligaciones y generan profesionales sobreprotegidos, algo que va en detrimento de la propia organización.

En la línea de la felicidad laboral como burbuja o simple marketing cabe preguntarse si es mejor trabajar en una empresa feliz o en una que sea rentable, siempre que la rentabilidad implique respetar y cuidar a los empleados, otorgándoles la posibilidad de desarrollarse profesionalmente.

Aunque crea que no está en el trabajo o en la compañía ideal, puede encontrar aspectos positivos en su actividad o en su empresa en los que nunca había reparado. Aquí la advertencia es que debe tener cuidado con los modelos de compañía ideal a los que siempre se aspira.

Algunas de las organizaciones que presumen en las clasificaciones de mejores compañías para trabajar aparentan más de lo que son realmente en términos de satisfacción laboral.

Además, no es necesario que sea feliz en su puesto o que se obsesione con la satisfacción laboral. Debe tener en cuenta que la felicidad en el trabajo no puede ser para siempre, de la misma manera que no existe el empleo perfecto. La frustración llega cuando nos empeñamos en vivir en un paraíso profesional que no es real, ni duradero.

En un entorno de logro y positivismo no resulta tan grave mostrar entusiasmo en el trabajo, pero el exceso a la hora de mostrar nuestra satisfacción laboral se identifica con 'buenismo' y con falsedad. La clave es cuál es la intención y qué emoción se decide expresar. Tiene que ver con lo auténtico que es uno. Además, la capacidad de los demás para detectar la coherencia es muy grande.

Las verdaderas motivaciones profesionales son las intrínsecas, es decir, aquellas recompensas que nos damos a nosotros mismos del tipo 'siento que estoy aprendiendo'; 'percibo que formo parte de un grupo exclusivo'; o 'me siento reconocido'. En todo caso, la 'VII Encuesta Adecco sobre felicidad en el trabajo' concluye que el ambiente laboral, la flexibilidad horaria, tener un buen jefe y el salario son los principales factores de motivación que sustentan la verdadera satisfacción laboral.

En entornos laborales cada vez más flexibles que huyen del 'presentismo', el tiempo libre es una moneda común para recompensar de manera diferente. Sin olvidar que esto choca con la exigencia de una dedicación de 24 horas , cada vez más habitual en muchas organizaciones.

Entre las principales razones que llevan a tomar la decisión de cambiar de empresa o de actividad laboral están la ausencia de desarrollo profesional y la relación con un jefe directo. Los buenos mandos han de ser conscientes de quién quiere moverse en su equipo, ya sea por falta de expectativas y motivación o simplemente porque ya no aprende. También hay que diferenciar entre quien se va para evitar un mal ambiente de trabajo o a un mando tóxico, del que lo hace porque la organización no le ofrece desarrollo de carrera y aprendizaje.

Resulta difícil resolver el dilema de si es preferible trabajar en algo que no nos gusta demasiado, o que aborrecemos, siempre que se gane mucho dinero, o si es mejor tener un empleo seguro que nos satisfaga plenamente, aunque esté mal retribuido.

Las ocupaciones que producen más satisfacción son las que implican un mayor grado de realización personal, y se basan en las actividades que aportan un alto valor. El dinero no tiene mucho que ver con la satisfacción en el trabajo.

Aunque la retribución sigue siendo un básico, se asume que su impacto se interioriza o se olvida pronto. La motivación que proporciona una subida de sueldo dura apenas tres meses. Incluso hay quien opta por invertir en un proyecto profesional que implique una menor retribución, pero escogiendo experiencias complementarias y enriquecedoras. Esto resulta positivo y es un ejemplo de visión de carrera a largo plazo.

Un ascenso tampoco se considera un factor definitivo de satisfacción. Scott Mauz, exdirectivo de Procter & Gamble y autor de 'Make it Matter', habla de la paradoja de los ascensos (o de la promoción) y asegura que 'cuando hay una jerarquía, nuestro deseo natural es llegar a ella, pero muchas veces escalar posiciones no implica que nuestro trabajo o puesto resulte verdaderamente relevante y satisfactorio. Trabajamos duro, pasamos muchas horas fuera de casa, lejos de los nuestros... Conseguimos una promoción y nos damos cuenta al cabo de tres días de que eso no es lo que queremos realmente. No es lo que motiva a largo plazo'.

Black Friday 2017 rompió récord en ventas 'online'

Aún así, el crecimiento de las ventas año tras año fue más abundante para el Día de Acción de Gracias.

por 27 de noviembre de 2017 8:09 AM PST
Amazon fulfillment centerMillones de compradores 'online' dieron las gracias a los minoristas por sus ofertas.

Getty Images

En lo que respecta a las tradiciones del Día de Acción de Gracias, parece que el comer pavo con la familia no ha sido superado por las compras en línea -al menos no todavía.

Black Friday todavía se lleva las palmas cuando se trata de navegar por Internet en busca de gangas, a juzgar por las cifras finales de Adobe Analytics, publicadas el sábado.

El día después del Día del pavo (viernes) se registraron US$5,003 millones en ventas en línea, en comparación con los US$2,870 millones del Día de Acción de Gracias (jueves), dice Adobe. Sin embargo, ambas cifras son récord, por lo que parece una apuesta relativamente segura que más personas se están conectando a la Web en busca de ofertas aun cuando estén en plena comilona con los suyos.

Y los números para el mero Día de Acción de Gracias (que este año fue el jueves 23 de noviembre) vieron un mayor crecimiento. El total de ventas de Black Friday de este año es un aumento del 16.9 por ciento sobre los US$4,300 millones en ventas en línea de 2016, dice Adobe. El Día de Acción de Gracias, por otro lado, tuvo un aumento más fuerte, del 18.3 por ciento, desde los US$1,300 millones de 2016.

Mira esto: Nuestros consejos para la temporada de ofertas
7:21
Aún así, es probable que los totales de ambos días sigan cambiando una vez que el fin de semana de Acción de Gracias llegue a su fin y nos lancemos sin reservas a la temporada de compras de Navidad/Hanukkah/el festivo de tu elección. Adobe predice que este Cyber Monday o Lunes Cibernético será el día de compras en línea más grande de Estados Unidos en la historia, con US$6,600 millones en ventas, un aumento del 16.5 por ciento con respecto a 2016.

Otras cifras interesantes del reporte de Adobe:

  • La temporada de compras navideñas hasta el momento, del 1 de noviembre al 24 de noviembre, registró US$38,300 millones en ingresos de compras en línea. Eso es un aumento interanual del 17.8 por ciento.
  • Los dispositivos para hacer streaming Chromecast y Roku y la Nintendo Switch estuvieron entre los productos más vendidos el Viernes Negro.
  • Más y más compradores hicieron compras a través de dispositivos móviles en Black Friday. Esos dispositivos representan el 54.3 por ciento de las visitas a la página y el 36.9 por ciento de las ventas. No es sorprendente que los teléfonos fueran los mejores, con el 44.6 por ciento de las visitas y el 26 por ciento de los ingresos.
Adobe llama a su informe 'el conjunto más completo de ideas y predicciones de este tipo en la industria' y dice que se basa en observar 1 billón de visitas a más de 4,500 sitios de venta minorista.

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