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Terremoto en Turquía: pensamos que era el apocalipsis

Un sismo de magnitud 7,8 sacudió el lunes de madrugada el sur de Turquía y el norte de Siria. Este país, en guerra desde hace casi 12 años, está dividido en zonas controladas por el gobierno y en regiones bajo control rebelde.

2023-02-06

Por AFP

Cerca de 1.800 personas murieron por un devastador terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, y cuyos temblores se sintieron incluso hasta en la lejana Groenlandia.

En Turquía, donde se registró el epicentro del sismo, al menos 1.014 personas murieron, según el último balance comunicado por el organismo público de gestión de catástrofes. Además cerca de 5.400 resultaron heridas, de acuerdo con el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien agregó que unos 2.818 edificios se derrumbaron.

En la Siria vecina, el temblor causó al menos 783 muertos y 2.280 heridos. El ministerio de Salud sirio informó de 403 personas muertas y 1.284 heridos en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra. Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 380 muertos y más de 1.000 heridos en esos sectores.

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El temblor se sintió a las 04H17 (01H17 GMT) y se produjo a una profundidad de 17,9 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). El epicentro se situó en el distrito de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía, a unos 60 km de la frontera siria.

Un nuevo movimiento telúrico de magnitud 7,5 golpeó la zona a las 13H24 (10H24 GMT), a cuatro kilómetros al sureste de la localidad de Ekinozu, según el USGS. También se produjeron una cincuentena de réplicas, según Ankara.

El sismo se sintió en toda la región y sus ondas llegaron incluso hasta la lejana Groenlandia, según el instituto geológico danés.

<i>Esta vista aérea muestra a los residentes, ayudados por equipos pesados, buscando víctimas y sobrevivientes entre los escombros de los edificios derrumbados luego de un terremoto en la aldea de Besnia, cerca de la ciudad de Harim, en la provincia noroccidental de Idlib en Siria, controlada por los rebeldes, en la frontera con Turquía. el 6 de febrero de 2022. (Foto de Omar HAJ KADOUR / AFP)</i>

- Ayuda internacional -

El presidente turco, cuya gestión de esta tragedia tendrá mucho peso en las reñidas elecciones del 14 de mayo, hizo un llamado a la unión nacional.

“Esperamos salir de esta catástrofe juntos lo más rápidamente posible y con los menos daños posibles”, tuiteó.

La Unión Europea (UE) y muchos de sus países miembros anunciaron que enviaban ayuda y equipos de rescate.

También lo hicieron Estados Unidos, Reino Unido, Israel, India y Ucrania, así como Grecia, rival histórico de Turquía, que prometió “poner a disposición todas sus fuerzas”, según su primer ministro.

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El papa Francisco manifestó su “profunda tristeza” por lo ocurrido y el presidente ruso, Vladimir Putin, transmitió sus condolencias a los dirigentes turco y sirio y ofreció “aportar la ayuda necesaria” de Rusia tras esta tragedia. También el presidente chino Xi Jinping hizo llegar su pésame a los dos países.

Azerbaiyán, país cercano a Turquía, anunció el envío inmediato de 370 rescatistas, según la agencia oficial turca.

<i>La gente busca sobrevivientes en Diyarbakir, el 6 de febrero de 2023, después de que un terremoto de magnitud 7,8 azotara el sureste del país. - Al menos 284 personas murieron en Turquía y más de 2300 personas resultaron heridas en uno de los terremotos más grandes de Turquía en al menos un siglo, mientras continúan los trabajos de búsqueda y rescate en varias ciudades importantes. (Foto de ILYAS AKENGIN / AFP)</i>

Testimonios

Tulin Akkaya trataba de poner orden en sus ideas tras haber sido despertada abruptamente por el peor terremoto en Turquía en casi un siglo cuando una segunda sacudida la hizo salir corriendo a la calle.

“Estoy muy asustada. Sentí (la réplica) muy fuerte porque vivo en el último piso”, dijo esta ama de casa de 30 años.

“Salimos corriendo presas del pánico. Fue casi igual que el terremoto de la madrugada. Ahora no puedo volver a mi apartamento, no sé qué pasará después”, añadió la mujer.

Muchos inmuebles estaban en ruinas en su ciudad, Diyarbakir, en el sureste del país, que acoge a muchos de los millones de personas que han huido de la guerra y la pobreza en la vecina Siria.

La misma escenas de devastación se extendía por las principales ciudades fronterizas de ambos países tras el sismo de magnitud 7,8 que se produjo antes del amanecer.

La réplica fue de magnitud 7,5, algo que según los científicos sólo se produce unas 20 veces al año en todo el mundo.

Las autoridades cifran en cerca de 1.800 el número total de muertos.

El sismo golpeó una zona remota y poco desarrollada. El desafío al que se enfrentan los equipos de rescate tanto en Turquía como en Siria es inmenso.

Las autoridades contaron más de 50 réplicas en las primeras 10 horas tras el sismo inicial y advirtieron que seguirían produciéndose durante muchos días más.

<i>En esta captura de video de AFP TV tomada el 6 de febrero de 2023, los rescatistas buscan a las víctimas de un terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Diyarbakir, en el sureste de Turquía, derribando edificios en varias ciudades y causando daños en la vecina Siria. (Foto de Mahmut BOZARSLAN / AFPTV / AFP)</i>

- “Apocalipsis” -

Varios edificios se derrumbaran tanto en Diyarbakir como en ciudades cercanas.

La segunda gran sacudida llegó justo cuando los supervivientes empezaban a volver a sus casas para recoger pertenencias que pudieran ayudarles a pasar la fría noche que se avecinaba.

La mayor parte de la región se quedó sin gas ni electricidad.

El servicio meteorológico pronostica lluvia y aguanieve en el sudeste de Turquía durante gran parte de la semana.

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“Es una zona sísmica, así que estoy acostumbrada a las sacudidas”, declaró la reportera Melisa Salman, que vive en Kahramanmaras, epicentro del sismo, a unos 60 km de la frontera siria.

“Pero es la primera vez que vivimos algo así”, dijo a AFP esta joven de 23 años. “Pensamos que era el apocalipsis”.

“Estamos afuera desde las cuatro y media de la madrugada. Está lloviendo, pero nadie se atreve a volver a sus casas por miedo a nuevas réplicas”, agregó.

A pesar de que la tierra no deja de temblar, los equipos de rescate, a menudo apoyados por la población local, siguen buscando víctimas.

Una niña de seis años fue rescatada tras horas de trabajo de los socorristas ayudados por su padre.

En total, tres niños pudieron ser rescatados de entre los escombros de este edificio completamente en ruinas en Kahramanmaras.

“Pude salvar a tres personas. Pero también encontré dos cuerpos. No puedo volver a casa. Me quedo por si me necesitan”, dijo Halis Aktemur.

Este hombre de 35 años vino a ofrecer su ayuda a los equipos de rescate que trabajaban en las ruinas de un edificio en Diyarbakir.

Algunos establecimientos, como gimnasios o salas de recepciones, acogen a personas que no pueden regresar a sus hogares en Diyarbakir, constató un corresponsal de AFP.

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En un hospital del noroeste de Siria, Usama Abdelhamid, herido en el frente, no logra contener las lágrimas: el edificio donde vive con su familia se derrumbó en plena noche.

Este vecino del pueblo de Azmarin, fronterizo con Turquía, sobrevivió de milagro al violento terremoto que la madrugada del lunes sacudió la zona entre el sureste turco y el norte sirio, y que causó al menos 1.800 muertos.

“Estábamos durmiendo cuando sentimos un fuerte temblor de tierra”, explica a AFP, vestido con una túnica oscura.

“Con mi mujer y mis hijos, corrimos hacia la puerta de nuestro apartamento del tercer piso. Cuando la abrimos, todo el edificio se desplomó”, dice, tras haber sido tratado en el hospital Al Rahma en la ciudad de Darkush, en la provincia de Idlib.

En unos instantes, Usama Abdelhamid quedó bajo los escombros del edificio de cuatro plantas, pero “Dios protector” lo salvó milagrosamente, a él y a su familia, cuenta.

“Los muros nos cayeron encima, pero mi hijo consiguió salir y empezó a gritar. Luego la gente vino y nos sacaron de los escombros”, prosigue, muy emocionado. Todos sus vecinos murieron.

El hospital Al Rahma está abarrotado. Las ambulancias no dejan de traer heridos, muchos de ellos niños, según un corresponsal de AFP. Al menos una treintena de cuerpos sin vida fueron traslados al centro.

En una de las habitaciones del establecimiento, varios heridos yacen en camas. Algunos con vendajes en la cabeza, otros con fracturas o hematomas.

En otra sala, una niña llora cuando la ponen una inyección y luego le enyesan la mano. Un niño con la cabeza vendada está sentado cerca de ella.

- “Bajo los escombros” -

”La situación es muy grave, muchas personas siguen todavía bajo los escombros de edificios residenciales”, declara el cirujano Majid Ibrahim.

En estas zonas controladas por los rebeldes que luchan contra el régimen de Damasco, se han registrado al menos 380 fallecidos.

Mohamed Barakat, de 24 años y padre de cuatro hijos, ocupa una de las camas del hospital, con heridas en la cara y una fractura en la pierna, tras caérsele un muro encima.

“Salimos de la casa porque es una planta baja y es antigua. Pero las paredes de los edificios vecinos comenzaron a caérsenos encima cuando estábamos en la calle”, relata.

En la ciudad de Sarmada, en el norte de Idlib, un bloque de inmuebles contiguos quedó por los suelos. Entre los restos se ven colchones y mantas.

Un fotógrafo de AFP vio a rescatistas intentando sacar escombros para encontrar a supervivientes, mientras vehículos pesados iban retirando grandes bloques.

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