Por Leonel Ibarra - estrategiaynegocios.net
En América Latina y el Caribe se ha registrado una importante recuperación del empleo tras la pandemia por COVID-19, pero los mercados laborales de la región enfrentan un futuro complejo e incierto que podría estar caracterizado en 2022 por aumento de la desocupación, de la informalidad y del número de trabajadores pobres, señala un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe “Panorama Laboral en América Latina y el Caribe 2022” destacó que al primer trimestre del año, la tasa de desocupación promedio de la región es de 7,9 %, la tasa de ocupación de 57, 2 %, y la tasa de participación en la fuerza de trabajo de 62,1 %. Estos son “casi los niveles del primer trimestre de 2019”.
No obstante, Claudia Coenjaerts, Directora Regional para América Latina y el Caribe, advirtió que “una mayor informalidad y un aumento en el número de trabajadores pobres, se están configurando como grandes desafíos para los mercados de trabajo”.
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Se estima que entre 50 % y 80 % de las ocupaciones generadas en el proceso de recuperación han sido en condiciones de informalidad. Esto ha provocado que la tasa de informalidad regional, que experimentó bajas al inicio de la crisis por la pandemia cuando se destruyeron numerosos puestos de trabajo, regresara a los niveles pre pandemia, de 50 %.
Esto significa que 1 de cada 2 personas ocupadas están en trabajos inestables, con bajos ingresos, sin protección ni derechos laborales. Al ver en detalles, la tasa de informalidad entre los jóvenes es del 63 %, significativamente superior al 47,6 % registrado entre los adultos.
En consecuencia, se producirá, dice la OIT, una pérdida del poder adquisitivo de los hogares por los menores ingresos, aunado al golpe de la alta inflación, especialmente de los alimentos.
“La pérdida de poder adquisitivo de los ingresos laborales es lo que da origen al llamado ´fenómeno del trabajador pobre´ que significa que las personas pueden vivir en situación de pobreza aun teniendo un empleo, incluso un empleo formal”, explicó la economista laboral de la Oficina Regional de OIT y autora del informe, Roxana Maurizio.
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Ante este escenario, el organizmo resaltó que los países deben enfocarse en el fomento a la creación de más puestos de trabajo formales, con una coordinación con políticas activas, formación profesional y políticas sectoriales.
También consideró esencial el fortalecimiento de las instituciones laborales, en particular, salario mínimo y negociación colectiva, en un marco de diálogo social.
Maurizio dijo que las expectativas de crecimiento del empleo para finales de este año todavía son muy inciertas debido a los diferentes factores que pueden influir y dependerán de las proyecciones económicas de cada país, las cuales han sido revisadas a la baja recientemente por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
