Centroamérica & Mundo

Opinión: Zonas Francas, un instrumento comprobado para la reactivación económica de Costa Rica

Por Eugenio F. Quirós Benambourg, Director Ejecutivo de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (AZOFRAS)

Durante décadas, los regímenes francos han demostrado ser una herramienta de competitividad, con la cual Costa Rica y otros 135 países que los han implementado, han agilizado su productividad y dinamizado sus economías.

En la actualidad, según la UNCTAD, existen más 5.300 zonas francas alrededor del mundo, que generan más de 70 millones de empleos, facilitan la transferencia tecnológica y de conocimientos, impulsan los encadenamientos productivos con suplidores locales, fomentan la responsabilidad social empresarial, entre otros importantes beneficios. Por años, las zonas francas han sido un modelo comprobado mundialmente ante crisis económicas y continúan siéndolo, incluso en ambientes tan adversos como el causado por la pandemia de la COVID-19.

En el caso de Costa Rica, su Régimen de Zonas Francas ha sido ejemplo para múltiples países dentro y fuera de la región, y es el reflejo de una estrategia de desarrollo que por más de 30 años se ha caracterizado por una propuesta de valor cimentada en un talento humano capaz e innovador, una sólida plataforma de comercio exterior, una ubicación geográfica clave, una trayectoria democrática centenaria, un marco jurídico estable, seguro y de paz, así como una visión estratégica de futuro.

El sector de zonas francas costarricense demuestra continuamente su compromiso con Costa Rica, y esto se evidencia en sus aportes a la reactivación económica del país. En la actualidad, el Régimen de Zonas Francas lo conforman 412 empresas operativas de todos los sectores, que están comprometidas con la competitividad de nuestro país. Según datos de PROCOMER, en el 2021 se registraron 61 nuevos ingresos al régimen, que significaron una inversión de más de US$491 millones, así como 37 proyectos de reinversión, que sumaron los US$171 millones. Lo anterior constata que el sector de zonas francas es uno en constante crecimiento, lo que contribuye a impulsar el desarrollo nacional significativamente.

Según el estudio más reciente de PROCOMER (2019), la contribución absoluta del Régimen de Zonas Francas al país es de USD $5.219 millones, que representa el 8,9% de Producto Interno Bruto costarricense. Esta contribución permea en múltiples niveles, como es el caso de la generación de empleos, los encadenamientos con proveedores nacionales, los aportes a entidades sociales, entre otros.

En materia de empleo, los puestos directos e indirectos que genera el sector de zonas francas para miles de costarricenses son formales, de calidad y bien remunerados, y se dan en entornos laborales diversos e inclusivos para todas las personas. Para el 2020, las empresas de zona franca generaron 139.373 puestos directos de trabajo, siendo el sector de servicios de valor agregado el de mayor contratación de capital humano. Más del 40% de los puestos generados corresponden a empleo femenino, del cual se benefician en muchos casos mujeres jefas de hogar, que gracias a su importante labor lograr llevar sustento a sus familias.

En lo que respecta a la vinculación comercial que se genera entre las empresas de zona franca y los proveedores nacionales de bienes y servicios, actualmente, del total de compras que realizan las empresas amparadas al Régimen de Zonas Francas, más de un 40% corresponde a compras a suplidores locales. Se estima que 11.000 proveedores costarricenses suplen en la actualidad a empresas de zona franca, y gracias a estos encadenamientos, los suplidores ven incrementada su productividad.

Es igualmente importante descollar los aportes que realiza anualmente el sector de zonas francas a entidades sociales en nuestro país. Por ejemplo, de acuerdo con PROCOMER, en el 2019, los aportes al INA fueron por US$36 millones (15% de sus ingresos), a la CCSS fueron por US$585 millones (18% ingresos por contribuciones, 8% del presupuesto), al FODESAF fueron por USD $122 millones, al IMAS fueron por USD $12 millones, y al INS fueron por US$24 millones.

Otro gran aporte del sector de zonas francas a la reactivación económica de Costa Rica es su participación en el fortalecimiento de la oferta exportable del país. Según datos de PROCOMER, las exportaciones de bienes desde este régimen sumaron el año pasado los US$8.339 millones, representando un incremento del 29% respecto al 2020 y más de 50% de las exportaciones totales de bienes de Costa Rica.

Asimismo, el sector de zonas francas también realiza aportes a nuestro país en materia de capacitación continua del talento humano, mejores prácticas empresariales, transformación de la estructura económica del país, transferencia de tecnología y conocimientos, fomento de la innovación y los emprendimientos, sostenibilidad ambiental, entre otros.

En virtud de lo anterior, desde AZOFRAS, como cámara empresarial del sector de zonas francas, comprometida desde 1990 con la protección, defensa y promoción de este importante régimen, nos ponemos desde ya a las órdenes de las próximas autoridades de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, para trabajar en conjunto en procura del mejoramiento continuo del clima de inversión de Costa Rica y el desarrollo del país en general. Estamos seguros de que juntos y juntas lograremos superar los retos presentes, y aprovechar las grandes oportunidades que se vislumbran para nuestro futuro nacional.

2022-02-18

Por Eugenio F. Quirós Benambourg, Director Ejecutivo de la Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (AZOFRAS)

Durante décadas, los regímenes francos han demostrado ser una herramienta de competitividad, con la cual Costa Rica y otros 135 países que los han implementado, han agilizado su productividad y dinamizado sus economías.

En la actualidad, según la UNCTAD, existen más 5.300 zonas francas alrededor del mundo, que generan más de 70 millones de empleos, facilitan la transferencia tecnológica y de conocimientos, impulsan los encadenamientos productivos con suplidores locales, fomentan la responsabilidad social empresarial, entre otros importantes beneficios. Por años, las zonas francas han sido un modelo comprobado mundialmente ante crisis económicas y continúan siéndolo, incluso en ambientes tan adversos como el causado por la pandemia de la COVID-19.

En el caso de Costa Rica, su Régimen de Zonas Francas ha sido ejemplo para múltiples países dentro y fuera de la región, y es el reflejo de una estrategia de desarrollo que por más de 30 años se ha caracterizado por una propuesta de valor cimentada en un talento humano capaz e innovador, una sólida plataforma de comercio exterior, una ubicación geográfica clave, una trayectoria democrática centenaria, un marco jurídico estable, seguro y de paz, así como una visión estratégica de futuro.

El sector de zonas francas costarricense demuestra continuamente su compromiso con Costa Rica, y esto se evidencia en sus aportes a la reactivación económica del país. En la actualidad, el Régimen de Zonas Francas lo conforman 412 empresas operativas de todos los sectores, que están comprometidas con la competitividad de nuestro país. Según datos de PROCOMER, en el 2021 se registraron 61 nuevos ingresos al régimen, que significaron una inversión de más de US$491 millones, así como 37 proyectos de reinversión, que sumaron los US$171 millones. Lo anterior constata que el sector de zonas francas es uno en constante crecimiento, lo que contribuye a impulsar el desarrollo nacional significativamente.

Según el estudio más reciente de PROCOMER (2019), la contribución absoluta del Régimen de Zonas Francas al país es de USD $5.219 millones, que representa el 8,9% de Producto Interno Bruto costarricense. Esta contribución permea en múltiples niveles, como es el caso de la generación de empleos, los encadenamientos con proveedores nacionales, los aportes a entidades sociales, entre otros.

En materia de empleo, los puestos directos e indirectos que genera el sector de zonas francas para miles de costarricenses son formales, de calidad y bien remunerados, y se dan en entornos laborales diversos e inclusivos para todas las personas. Para el 2020, las empresas de zona franca generaron 139.373 puestos directos de trabajo, siendo el sector de servicios de valor agregado el de mayor contratación de capital humano. Más del 40% de los puestos generados corresponden a empleo femenino, del cual se benefician en muchos casos mujeres jefas de hogar, que gracias a su importante labor lograr llevar sustento a sus familias.

En lo que respecta a la vinculación comercial que se genera entre las empresas de zona franca y los proveedores nacionales de bienes y servicios, actualmente, del total de compras que realizan las empresas amparadas al Régimen de Zonas Francas, más de un 40% corresponde a compras a suplidores locales. Se estima que 11.000 proveedores costarricenses suplen en la actualidad a empresas de zona franca, y gracias a estos encadenamientos, los suplidores ven incrementada su productividad.

Es igualmente importante descollar los aportes que realiza anualmente el sector de zonas francas a entidades sociales en nuestro país. Por ejemplo, de acuerdo con PROCOMER, en el 2019, los aportes al INA fueron por US$36 millones (15% de sus ingresos), a la CCSS fueron por US$585 millones (18% ingresos por contribuciones, 8% del presupuesto), al FODESAF fueron por USD $122 millones, al IMAS fueron por USD $12 millones, y al INS fueron por US$24 millones.

Otro gran aporte del sector de zonas francas a la reactivación económica de Costa Rica es su participación en el fortalecimiento de la oferta exportable del país. Según datos de PROCOMER, las exportaciones de bienes desde este régimen sumaron el año pasado los US$8.339 millones, representando un incremento del 29% respecto al 2020 y más de 50% de las exportaciones totales de bienes de Costa Rica.

Asimismo, el sector de zonas francas también realiza aportes a nuestro país en materia de capacitación continua del talento humano, mejores prácticas empresariales, transformación de la estructura económica del país, transferencia de tecnología y conocimientos, fomento de la innovación y los emprendimientos, sostenibilidad ambiental, entre otros.

En virtud de lo anterior, desde AZOFRAS, como cámara empresarial del sector de zonas francas, comprometida desde 1990 con la protección, defensa y promoción de este importante régimen, nos ponemos desde ya a las órdenes de las próximas autoridades de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, para trabajar en conjunto en procura del mejoramiento continuo del clima de inversión de Costa Rica y el desarrollo del país en general. Estamos seguros de que juntos y juntas lograremos superar los retos presentes, y aprovechar las grandes oportunidades que se vislumbran para nuestro futuro nacional.

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