Por David Salomón Amador, MBA, Sector Financiero y Banca
Por David Salomón Amador
MBA - Sector Bancario y Financiero.
En los últimos años hemos visto como las tormentas Tropicales ETA e IOTA en el año 2020 ocasionaron situaciones complejas a Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala que provoco que estos países disminuyeran en el crecimiento económico, sumado a la pandemia del covid-19; en este año 2022, el Huracán Julia que ingreso por Nicaragua y luego tuvo efectos en Honduras, El Salvador y Guatemala por igual dejo inundaciones y daños a la infraestructura de estos países, nos lleva a la conclusión clara que la Vulnerabilidad de los Países de la Región es clara y evidente.
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En el año 2015 los países miembros de las Naciones Unidas formularon el marco teórico sobre la Reducción de Riesgos de Desastres; en términos generales el resumen del llamado Marco SENDAI es el siguiente. Nos hallamos en un momento en el que se ha agudizado la urgencia global y en el que resulta más imperiosa que nunca la necesidad de actuar, de manera colectiva y con ambición, para reducir el riesgo de desastres, aumentar la resiliencia y lograr el desarrollo sostenible. Nunca antes en la historia de la humanidad nos habíamos encontrado ante tantos riesgos conocidos y desconocidos que interactúan en un mundo hiperconectado y en rápida evolución. Están apareciendo nuevos riesgos y correlaciones. Las proyecciones realizadas hace décadas sobre el cambio climático se han hecho realidad mucho antes de lo previsto. Esto conlleva alteraciones en la intensidad y la frecuencia de las amenazas. El riesgo es verdaderamente sistémico y se requiere un esfuerzo concertado y urgente para reducirlo de maneras integradas e innovadoras.
Los países aprobaron el Marco de Sendai en 2015 para afrontar esta mayor variedad de amenazas y riesgos. En el Marco de Sendai, se define con claridad una trayectoria normativa para que los Gobiernos y los ciudadanos eviten y mitiguen las perturbaciones causadas por las amenazas naturales y por el hombre, así como las amenazas y los riesgos ambientales, tecnológicos y biológicos relacionados. A la hora de establecer la conexión lógica entre la reducción del riesgo y el aumento de la resiliencia, el Marco de Sendai constituye el hilo conductor entre la Agenda de 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París, la Nueva Agenda Urbana, la Agenda de Acción de Addis Abeba y la Agenda para la Humanidad.
El gráfico muestra la topología del riesgo del informe, donde se conjugan una seria de factores para que haya materialización de riesgo de desastres, dentro de las causas esta el desarrollo urbano mal administrado; degradación ambiental; infraestructura eficiente, entre otros, claramente en los países de la Región Centroamericana, la deforestación es uno de los componentes mas significantes, porque en los efectos de los últimos 5 años, es decir desde el 2017 a la fecha 2022, las eventualidades de tormentas tropicales o huracanes tienen un efecto devastador a nivel de deslaves, inundaciones, cosechas perdidas, y consecuentemente perdidas de empleos, claramente Centroamérica es zona débil y muy proclive a desastres ambientales.
El cuadro denota el efecto de riesgos de terremotos por países y sus efectos en millones de dólares y de igual forma como se ve afectado en PIB, vemos como dos países Centroamericanos por efectos de terremotos tienen afectaciones del PIB, El Salvador y Guatemala.
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El gráfico detalla cada una de las amenazas que el mundo ya esta teniendo de forma continua, el grado de exposición. Los diferentes tipos de vulnerabilidades, el tipo de escala y claramente los sistemas que se ven afectados, como podrá verse estamos ya en una emergencia mundial.
La región de Centroamérica es muy volátil y su exposición año a año a fenómenos naturales irá dejando mayor pobreza a menos que los gobiernos de la región trabajen de manera conjunta en función de mejorar las condiciones de los bosques, disminución de tala de árboles, manejo de cuencas de los ríos, el problema es sumamente complejo que ya tiene implicaciones alimentarias y sabemos que el numero de pobres aumenta año a año, ojala los gobiernos puedan entender y de igual manera la población que el daño ambiental no es un juego es una realidad que esta ocasionando un daño irreparable a la humanidad, y los mas afectados somos todos los seres viviendo del único lugar que podemos tener La Tierra.
