Por AFP
Su predecesor Arturo MacFields fue destituido tras haber denunciado ante la OEA que su país es una “dictadura”.
Almagro insistió en “la necesidad imperiosa de fortalecer las instituciones en Nicaragua de modo de consensuar una salida hacia el establecimiento de una democracia plena”.
Los organismos de derechos humanos estiman que al menos 170 opositores están detenidos desde las protestas de 2018 contra el gobierno nicaragüense, entre ellos siete potenciales rivales electorales de Daniel Ortega, quien ganó las presidenciales de noviembre para un cuarto mandato consecutivo.
Tardencilla dijo que su país tenía vocación pacifista y aseguró que participará en los debates de la OEA para “mantener nuestro criterio y establecer nuestras verdades”.
“Estar aquí es mantener vigente la voz de los que no pueden venir desde la profundidad de las montañas y de las ciudades de Nicaragua a expresarles esta vocación de paz, pero también de dignidad y de respeto”, agregó el diplomático nicaragüense.
Nicaragua, uno de los Estados Miembros fundadores de la OEA, solicitó en noviembre salirse de la organización después de que su Asamblea General considerara ilegítimas las elecciones.
El proceso dura dos años, plazo durante el cual Nicaragua debe cumplir con sus obligaciones.
