Por Gabriela Melara - estrategiaynegocios.net
El 24 de mayo de 1988 es una fecha que la aeronáutica no olvidará. Ese día, un Boeing 737, de la extinta aerolínea TACA (fusionada con Avianca en 2009), cubría la ruta internacional del aeropuerto Phillip Goldson de la Ciudad de Belice al Louis Armstrong de Nueva Orleans, un vuelo de rutina que puso a prueba a la aeronave y a la tripulación.
En un momento del trayecto, en aguas del Golfo de México (cerca de Louisiana), el avión entraba en una zona de nubes, pero resultó ser mucho más que eso: el agua, hielo y granizo afectaron a los motores, que empezaron a perder potencia, lo que puso a los tripulantes y pasajeros en una situación de emergencia.
Al mando del vuelo 110 de TACA estaba el capitán salvadoreño Carlos Dárdano, quien gracias a su experiencia logró hacer las maniobras y lograr un efectivo aterrizaje de emergencia y permitir que las 45 personas a bordo resultaran ilesas. Crédito que comparte con el copiloto Dionisio López y el también capitán Arturo Soley.
“Las condiciones meteorológicas nos obligaron a realizar el aterrizaje de emergencia. Solicitamos una desviación por el mal frente. Rodeamos las tormentas e iniciamos el descenso para atravesar las nubes. No captamos una señal de radar debido a la potencia de la tormenta. Con las condiciones solo podíamos enfrentarnos a lo que teníamos delante. Encontramos granizo y lluvia que provocaron que se ahogara el sistema de combustión del motor. Se apagaron los motores y tuvimos que aterrizar y tocar tierra en un prado”, dijo el capitán sobre lo que ocurrió aquel día, según recoge Cope.es
La hazaña tiene similitudes con la crisis que vivió el vuelo 1549 de US Airways y su piloto, Chesley “Sully” Sullenberger, que en 2009 chocó con una parvada de ganzos, hazaña que inspiró a la película Sully: Hazaña en Hudson, que coprodujo Clint Eastwood y protagonizó Tom Hanks en 2016.
Sistemas FADEC
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (o NTSB por sus siglas en inglés), organismo que investiga los accidentes aéreos en Estados Unidos concluyó que la causa principal del incidente del vuello 110 de TACA fue un doble fallo de motor debido a la ingestión masiva de agua que se produjo al atravesar la aeronave una zona de lluvia muy intensa y granizo.
El hecho sirvió para desarollar un rediseño de los motores y sistemas FADEC (Full Authority Digital Electronic Controlled), de esta forma se prevé que similares condiciones meteorológicas no producirán una salida de servicio de los impulsores.
Los ingenieros tanto de Boeing como de General Electric, fabricante de los motores, hicieron una serie de modificaciones en el diseño de los motores CFM56 del Boeing 737-300, incorporando un sistema para drenar el agua de los núcleos del motor de manera más eficiente, aumentando así su resistencia a la ingesta.
También se mejoraron las pautas operativas, destacando la implementación del windmill restart para restaurar la potencia del motor y se cambiaron los procedimientos para exigir un mínimo de rpm del 45% y restringir el uso del empuje automático en caso de precipitaciones moderadas/pesadas; se dispuso la modificación del motor para aumentar la capacidad de ingestión de agua.
Dárdano es un piloto ejemplar, tras perder su ojo izquierdo mientras pilotaba durante la guerra civil de El Salvador, demostró que se puede seguir con la carrera y logró su certificación como piloto comercial y, además, tiene una escuela de aviación.
Su historia también puede conocerse por medio de un libro.
Esta es una de las entrevistas del piloto Carlos Dárdano, misma que dio para un medio salvadoreño.
