La Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) aún está en el proceso de cálculo para las nuevas tarifas de electricidad que cobrarán vigencia el próximo 1 de mayo, pero estimó que van a mostrar variaciones respecto a las vigentes en el actual trimestre, que finaliza el 30 de abril, según el presidente de esa entidad, Rodrigo Fernández.
El 1 de mayo de cada año, entran en vigencia las tarifas base, que incluye también los costos de generación y a continuación, se hacen ajustes trimestrales a las tarifas, mismas que han presentado alzas constantes para los segmentos social y no social.
Las tarifas establecidas para el trimestre de febrero a abril del 2022 representan un aumento de Q0.11 (US$0.014)por kWh al mes (alrededor de 5%) para los usuarios de Deocsa y Deorsa, respecto a las de hace un año.
Para la social existe un subsidio que fue ampliado temporalmente con el fin de cubrir a los usuarios que consumen hasta 100 kilovatios hora al mes, para mitigar el impacto del alza en de los combustibles.
Las causas
Los aumentos previstos (aún no especificados) se deberán principalmente a las alzas en los precios internacionales de los combustibles utilizados para la generación, que se han intensificado durante el 2022, aunque ya se venían registrando desde el segundo semestre de 2021.
Entre las causas externas, se menciona el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y las sanciones comerciales que se han implementado desde finales de febrero pasado.
En algunos casos se han registrado precios récord de los combustibles que se utilizan en la generación térmica asociada a los contratos de compra de potencia y energía de las distribuidoras de energía.
El directivo de CNEE explicó que la generación también tiene efectos en el precio del mercado de oportunidad de energía (compraventa de energía sin contrato).
El spot también es usado con el fin de reducir los costos de la energía que compran las distribuidoras para cubrir la demanda de sus usuarios, ya que estas compañías tienen contratos de opción de compra, cuando los precios son menores a los contratados.
Las distribuidoras también adquieren energía proveniente de generación térmica y los precios reflejan el incremento en insumos como el carbón térmico, el gas natural y el petróleo, ya que en algunos se han registrado variaciones hasta de 380%.
La matriz del país
El país tiene una matriz energética con un aporte del 22% de generación con carbón, y entre el 2% y 4% con búnker o derivados del petróleo, que se usan en especial en los meses de baja generación hídrica (verano).
“Las variaciones en los precios de combustibles registradas en los últimos 9 meses son sumamente fuertes y han provocado incrementos a nivel global en los precios de energía. La evolución de la matriz energética que suministra al país y la diversificación de la misma, con énfasis en generación con recursos renovables, ha permitido amortiguar en un grado significativo el efecto de las variaciones referidas”, agregó Fernández.
Sin embargo, expuso que el efecto de las mismas es de tal orden, que bajo el marco legal y regulatorio derivan en variaciones en las tarifas base y ajustes trimestrales para permitir la recuperación de los costos de generación para dicho suministro.
Alzas no serán proporcionales
Las tarifas de energía eléctrica al usuario tendrán alzas aunque no en forma proporcional al aumento de precios que han registrado los combustibles, comentó Horacio Fernández, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Generadores (ANG).
Las tarifas al usuario final dependen más de los contratos y, a su criterio, una de las virtudes en el país es haber establecido las contrataciones de compra de largo plazo en las distribuidoras lo cual permite más estabilidad en los precios y no depender del mercado de oportunidad que es más volátil y registra de manera directa el comportamiento del mercado internacional de combustibles.
En Guatemala el precio spot promedio mensual pasó de US$21 por megavatio en enero del 2021 a US$118 en abril del 2022, un incremento de más de 460%.
Aclaró sin embargo que el aumento de costos de producción de la energía derivado de los combustibles fósiles y de la crisis mundial van a tener definitivamente un efecto sobre las tarifas.
“¿En qué proporción? Sería aventurado decirle en este momento, ya que las tarifas al usuario final dependen de las condiciones de los contratos de largo plazo y otros factores como los cargos por transmisión, por distribución y otros”, comentó el funcionario.
