Por estrategiaybegocios.net /AFP
Cerca de 10.000 militares y policías cercaron la madrugada del sábado el populoso municipio de Soyapango, en la periferia de San Salvador, en el marco de la guerra contra las pandillas lanzada en marzo por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
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“A partir de estos momentos, el municipio de Soyapango está totalmente cercado. 8.500 soldados y 1.500 agentes han rodeado la ciudad” de 242.000 habitantes, situada en la periferia este de la capital salvadoreña, anunció Bukele en su cuenta de Twitter.
Los soldados y policías se apostaron en las primeras horas de la madrugada en todas las calles de acceso al municipio, sin permitir que nadie entrara ni saliera del lugar sin antes ser registrado. Los uniformados se encargarán “de sacar uno a uno a todos los pandilleros que aún se encuentran ahí”, dijo Bukele.
Plan de Control Territorial
El Gobierno de El Salvador comenzará a aplicar cercos militares y policiales alrededor de las principales ciudades para la búsqueda y captura de delincuentes, como parte de una nueva etapa de su Plan de Control Territorial.
El presidente de la República, Nayib Bukele, explicó que el plan corresponde a la Fase 5 del Plan y responde al “éxito” que se tuvo en un reciente cerco militar impuesto en el municipio de Comasagua luego del asesinato de un trabajador de una finca.
Bukele anunció que estas intervenciones se harán “en los municipios grandes”, aunque no especificó cuándo ni en dónde “por cuestiones estratégicas”, pero agregó que “el pueblo salvadoreño se dará cuenta en los próximos días” y se hará “mucha investigación” por parte de la Policía Nacional Civil.
¿Por qué Soyapango?
Soyapango ha sido considerada por años como un municipio inseguro debido a la acción de pandilleros. Hace unos meses las autoridades comenzaron a borrar de los grafitis alusivos a las pandillas.
Las acciones implementadas por el gobierno de Bukele en Soyapango, en virtud del estado de excepción, ha conducido a “una enorme mejora en su seguridad”, reconoció a inicios de esta semana su alcaldesa, Nercy Montano.
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La guerra contra las “maras”, que Bukele lanzó el 27 de marzo al amparo de un estado de excepción, ha llevado a la detención de 58.000 presuntos pandilleros, pero ha sido cuestionada por organismos humanitarios.
El estado de excepción, que permite detenciones sin orden judicial, fue declarado por el presidente en respuesta a una escalada de violencia que se cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo. Cuestionado por organismos humanitarios, fue prorrogado por el Congreso hasta mediados de diciembre.
