Por estrategiaynegocios.net
La expansión de las tecnologías digitales crece a nivel mundial facilitando el desarrollo y dando paso a nuevas oportunidades, modalidades de negocios, mercados emergentes y empleos.
En El Salvador el sector de servicios digitales está conformado por más de 3.000 empresas que prestan servicios de telecomunicaciones, informática, programación, e información a sus clientes.
Estas empresas representaron en 2021 el 10,4 % de las exportaciones totales de servicios, con un estimado de US$323,5 millones en exportación de servicios de telecomunicaciones, informática e información. El sector comprende actividades como infraestructura, outsourcing de procesos de negocios, comercializadoras de software, y empresas especializadas en inteligencia artificial y machine learning, entre otras, señala un blog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para el 2021, este sector estaba empleando cerca de 117.790 personas, representando el 16,9 % del empleo total generado por el sector empresarial, de acuerdo con datos del Ministerio de Economía de El Salvador.
A pesar de su crecimiento, el sector de servicios digitales enfrenta desafíos como el entorno regulatorio, el tema de seguridad, los costos de operación, y, principalmente, la poca disponibilidad de talento con las habilidades técnicas que demanda el sector, lo que encarece el recurso humano e incrementa los costos operativos tanto de las empresas establecidas, como de empresas con intención de invertir en el país.
Para cerrar la brecha de habilidades surgen los Consejos de Habilidades Sectoriales, ó Sector Skills Councils (SSC, por sus siglas en inglés) compuesto por sector privado (67 %), academia y entes de formación (25 %), y sector público (8 %).
Comprenden un programa de capacitación que busca desarrollar o reconvertir las habilidades de 1.000 salvadoreños en una prueba piloto, para que puedan insertarse laboralmente al sector de servicios digitales y tecnológicos con mayor facilidad.
Con esto se buscará formas de vincular a los graduados con las empresas y sus vacantes, priorizando el desarrollo y la revisión de paquetes de formación, basándose en la demanda presente y futura de habilidades para transformar los sistemas de formación tradicionales a sistemas integrales de desarrollo de habilidades relevantes y empleables.
