Por Leonel Ibarra - estrategiaynegocios.net
Los retos y desafíos que afrontará Costa Rica en 2023 con miras a generar mayores oportunidades de empleo y educación; una economía más estable y con mejores niveles productividad y competitividad son variados.
Expertos abordaron esta temática en un reciente foro virtual organizado por LEAD University y coincideron que a pesar del contexto mundial, el país ha logrado un desempeño económico resiliente en 2022, pero experimentará presiones en el ámbito productivo, fiscal y educativo.
A juicio de Rodrigo Cubero, expresidente del Banco Central de Costa Rica, el país ha mantenido con un nivel importante de resiliencia en el desempeño económico y proyecta cerrar 2022 con un crecimiento del Producto Interno Bruto del 3,3 %, pero se encamina a enfrentar un entorno externo adverso.
“La economía mundial está enfrentando un periodo de bajo crecimiento, incluso recesión en muchos socios comerciales en alguna parte del 2023 y eso va a afectar la demanda de productos”, apuntó Cubero.
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Además, agregó que las tasas de inflación posiblemente alcancen sus puntos máximos en 2022 y empiecen a bajar hasta el próximo año y eso implica que los bancos centrales van a mantener su política monetaria restrictiva.
En la parte fiscal, el economista Dennis Meléndez resalta aspectos psoitivos que el país ha logrado como una reducción en la relación entre la deuda externa y el PIB y una creciente recaudación tributaria. Sin embargo, le preocupa que el equilibrio de las finanzas públicas se deba a que rubros de gasto en infraestructura estuvieron congelados.
“La recaudación ha sido muy favorable pero, en cualquier momento empezaremos a ver un cierto cansancio de la recaudación especialmente en lo que tiene que ver con el rendimiento de la reforma tributaria del año 2018”, opinó Meléndez.
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Por su parte, Isabel Román, coordinadora general de investigación del Informe Estado de la Educación de Costa Rica, fue enfática en señalar que se enfrenta la peor crisis educativa de los últimos 40 años por problemas de larga data que ha profundizado las desigualdades.
“En 2023 necesitamos restaurar esta senda salir es clave para empezar a sentar las bases que nos permiten salir de esta crisis educativa y para eso necesitamos políticas robustas que sean el resultado del proceso de medición sistemática con datos documentados y entender con sentido de urgencia, que lo que necesitamos es centrar las bases para salvar una generación”, dijo en el foro.
