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Daniel Ortega ordena a la policía que no salgan los santos a las calles de Nicaragua

Los católicos vivirán una Semana Santa bajo censura, temor y vigilancia policial.

2023-04-04

Por estrategiaynegocios

La tradicional procesión de Jesús del Rescate en Popoyuapa, Rivas, no se realizó el pasado Viernes de Dolores y el Domingo de Ramos, los católicos tampoco podrán participar de la llamada “Procesión de Las Palmas”, con la que se inaugura oficialmente la Semana Santa, porque el régimen de Daniel Ortega ordenó a la Policía Nacional limitar las celebraciones religiosas a lo interno de los templos en Nicaragua.

El año arrancó con la prohibición de procesiones emblemáticas para los católicos, como la de Jesús Sacramentado, que se realiza cada 1 de enero, luego impidió celebraciones locales y, a mediados de febrero, ordenó que ningún Nazareno saliera en viacrucis penitencial. La procesión cancelada más reciente fue la de Jesús del Triunfo, en León. El obispo de esa diócesis, Sócrates Sándigo, lo confirmó esta semana, sin justificar la decisión.

La investigadora Martha Patricia Molina calcula que más de 30 procesiones han sido canceladas en lo que va del año, aunque aclara que “es un número conservador”, al tomar en cuenta que solo la Arquidiócesis de Managua administra 118 parroquias en los departamentos de Managua, Masaya y Carazo, y cada una tiene sus respectivas celebraciones, además de las tradiciones propias de Semana Santa.

La feligresía católica vivirá esta Semana Santa de 2023 con sentimientos encontrados; por un lado, están fortalecidos en fe y, por otro, se sienten impotentes ante las violaciones constantes a su derecho a la libertad religiosa.

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“Están hiriendo los sentimientos más nobles que el pueblo cristiano católico tiene: su fe. Y lo que más tristeza nos da, ellos (Daniel Ortega y Rosario Murillo) hablan de Dios, de la Semana Santa, y están prohibiendo todo esto”, expresó indignado el sacerdote “Carlos”, que pidió omitir su verdadero nombre.

Ortega ha recrudecido la persecución a la Iglesia e impuesto una vigilancia policial y de sus operadores en las diferentes parroquias del país, donde los sacerdotes soportan, en silencio, asedios y amenazas, mientras en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo, el obispo de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez, paga una ilegal sentencia de 26 años y cuatro meses impuesta por un judicial orteguista, tras negarse ser desterrado.

El Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos (Cenidh) publicó un video en sus redes sociales, donde indica que “la prohibición de procesiones de cuaresma y Semana Santa en Nicaragua son una flagrante violación a la libertad de conciencia, religión у libertad de expresión”.

Explica que “el régimen Ortega-Murillo no solo quiere desterrar y desnacionalizar, ahora también destruye lo más solemne y sagrado del pueblo: su fe cristiana y sus tradiciones, que son parte de su identidad”.

A la par de la prohibición y abusos contra las procesiones y los religiosos, el régimen ha intentado usurpar las tradiciones de Semana Santa con actividades “turísticas” de su manufactura.

Una pasarela canina en el Tiangue de Monimbó sustituyó este año a la tradicional procesión de San Lázaro, que era organizada por la parroquia de Santa María de Magdalena, en Masaya. Mientras, el párroco del templo, el sacerdote Pedro Méndez, permanece “resguardado” por las autoridades de la Arquidiócesis de Managua ante las amenazas del régimen de encarcelarlo.

Con información de Confidencial

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