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Costa Rica: 'deuda ecológica', uno de los desafíos para próximo gobierno

Costa Rica goza de una extendida fama de 'democracia verde', pero las presiones del crecimiento multiplicaron su deuda ecológica en la última década, lo que plantea un desafío urgente para el gobierno que resulte electo el domingo.

2014-03-24

Costa Rica goza de una extendida fama de 'democracia verde', pero las presiones del crecimiento multiplicaron su deuda ecológica en la última década, lo que plantea un desafío urgente para el gobierno que resulte electo el domingo.

Por: AFP

Los casi 2,5 millones de turistas que visitan el país cada año se maravillan de la belleza de los parques y reservas naturales, que constituyen el 25% del pequeño territorio costarricense (51.100 km2), y en los cuales se conserva una rica biodiversidad.

Costa Rica es el único país de América y uno de los pocos del mundo que han prohibido la caza deportiva, y logrado mantenerse libres de la minería a cielo abierto y de exploraciones y explotaciones petroleras.

Pero las playas paradisíacas, los poblados bosques y los imponentes volcanes ocultan problemas que los expertos señalan desde hace tiempo: la deficiente administración de las áreas protegidas, la creciente contaminación del aire, del suelo y de las fuentes de agua, entre otros.

Pese a los problemas, considerados graves por el movimiento ecologista, el tema ha estado prácticamente ausente de los debates entre los candidatos presidenciales, aunque sus programas de gobierno contengan algunas referencias.

Ignorancia ambiental

Los programas de los candidatos Johnny Araya del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN, derecha), del joven ecologista José María Villalta del Frente Amplio (izquierda), y Luis Guillermo Solís del Partido Acción Ciudadana (PAC, centro), coinciden en su visión del problema.

Los tres, junto al derechista Otto Guevara -quien incluye en su programa una referencia mínima al tema ambiental-, son los que tienen mayores posibilidades de triunfo, según las encuestas, que vaticinan una segunda ronda.

Declarar el acceso al agua como un derecho humano e incluirlo en la Constitución; cambiar la matriz del transporte urbano para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles; mantener la moratoria de la minería a cielo abierto o prohibirla 'ad perpetuam' por ley, son algunos planteamientos.

También hay coincidencia en la necesidad de fortalecer las áreas protegidas, estableciendo la obligación del Estado de dotarlas de recursos para su mantenimiento, así como impulsar políticas para prevenir y sancionar la tala ilegal.

Pero los ambientalistas lamentan la escasa concreción de esas propuestas y la ausencia de un compromiso expreso de los candidatos de alcanzar ciertas metas urgentes.

'Estamos preocupados por esa falta de concreción y la ignorancia que muestran los candidatos en el tema ambiental en general y en particular en lo que se refiere a la conservación marina', resumió Randall Arauz, activista del Programa Restauración de Tortugas Marinas (Pretoma).

Deuda ecológica

El Informe Estado de la Nación de 2013, un prestigioso estudio anual de las universidades públicas, señala que 'en la última década el país aumentó su deuda ecológica de 3% en 2002 a 11% en 2012', lo que significa que 'cada costarricense consumió (en promedio) un 11% más de la capacidad del territorio'.

Indica además que el 96,4% de las aguas residuales descargan en los ríos sin ningún tratamiento, convirtiendo la red fluvial en una suerte de cloacas a cielo abierto.

Grupos ecologistas han denunciado que las grandes plantaciones de piña -de la que Costa Rica es primer exportador mundial- están provocando contaminación con agroquímicos y graves desequilibrios ambientales en varias zonas del país.

Organizaciones como Pretoma aseguran que Costa Rica ha vivido de espaldas al mar, permitiendo la explotación irracional de los recursos marinos y la contaminación de sus costas.

Pero el problema más grave y difícil de revertir es la generación de gases de efecto invernadero, que en la última década aumentó un 43,2%, debido principalmente al rápido crecimiento del parque automotriz, según el Estado de la Nación.

'El aire está demasiado contaminado y falta autoridad de los gobiernos de turno que han permitido este descontrol', dijo a AFP Luis Diego Marín, coordinador de la organización Preserve Planet.

Según Marín, las áreas de conservación también sufren un creciente deterioro porque el Estado no proporciona los recursos necesarios para su mantenimiento.

La conflictividad social en torno al ambiente ha alcanzado incluso expresiones de violencia. El asesinato el año pasado del joven ecologista Jairo Mora, protector de las tortugas marinas en el Caribe, conmovió al país.

'Jairo vive', gritan los ambientalistas para exigir justicia y protección no sólo de los recursos naturales sino de quienes trabajan en la conservación.

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