Un 7,64% de las pequeñas y medianas empresas encuestadas por el Centro Latinoamericano de Innovación y Emprendimiento (Celiem) cerró operaciones debido al impacto del COVID-19 en la economía costarricense.
Así lo reveló un estudio que publicó el Centro, en el que encuestó en dos ocasiones a 17o micro y pequeños empresarios que dirigen negocios con cierto grado de formalidad.
Los meses en los que más mipymes cerraron fueron abril, con un 46,1% y junio, con un 23%, en tanto que en agosto cerraron un 15,3% de las empresas.
El principal motivo de cierre que señalaron los afectados fue la paralización en las ventas, con una incidencia de un 61,5%, mientras que un un 30,7% señaló la disminución de los ingresos como el detonante del cierre y un 7,6% la imposibilidad de encontrar cómo mantener la operación.
Del total de negocios que cerraron por culpa de la pandemia, un 61% tenía el rango de microempresas (1 a 5 empleados), donde un 84,6% de los encuestados afirmó que la causa del cierre fue el impacto del COVID-19 en la economía.
Un 23% de los negocios que cerró tenían más de 25 empleados; un 8% empleaba entre 11 y 15 personas y un 8% entre 6 y 10.
La encuesta se realizó entre el 31 de agosto y el 8 de setiembre del 2020 y se consultó a 170 empresarios.
Las pymes que han logrado hasta ahora sortear la crisis adoptaron medidas como la reducción de jornadas laborales (29,9%), el teletrabajo (24,3%), y el uso de plataformas tecnológicas como principal herramienta para las ventas de las pymes (4%).
Otro 17,7% se vio en la obligación de suspender los contratos laborales de sus empleados, mientras que un 12,1% despidió al personal.
El 90% de los encuestados afirmó que sufrió afectaciones por las medidas de cierre que decretó el gobierno para evitar mayores brotes del COVID-19.
Otras medidas que adoptaron las empresas
La encuesta reveló que un 83,7% de las empresas adoptó medidas para contener el impacto de la crisis.De ese total, un 27,2% se inclinó por la moratoria en el pago de préstamos; un 23,9% por la moratoria en el pago del impuesto al valor agregado (IVA), un 19% por solicitar financiamiento para capital de trabajo o pago de planillas, en tanto que un 17,3% renegoció los créditos bancarios.
Otro 9,9% readecuó sus convenios de pago con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y un 2,48% pidió una moratoria en el pago de servicios públicos.
El golpe que propinó la pandemia a las pymes no fue menor. Según el estudio, un 48,5% vio caer significativamente sus ventas con respecto a lo previsto antes de las crisis, mientras que un 21,4% indicó que la caída fue leve y un 15,7% que las ventas se detuvieron.
Solo un 4,9% de las empresas reportó que sus ventas aumentaron significativa o levemente durante la crisis, respecto a los niveles esperados antes de que esta ocurriera.
Treinta y tres por ciento de los empresarios que fueron consultados afirmó que la principal afectación de la crisis en sus empresas fue la pérdida de clientes, un 29,1% señaló la reducción de ganancias; un 22% la cancelación de contratos; un 13,3% la pérdida de mercados y un 2,3% dijo que fue la reducción de planilla.
El futuro luce con nubarrones
Viendo al futuro inmediato, un 76,4% los encuestados prevé que la actividad que desarrollan estará en los niveles más bajos, al menos hasta diciembre del 2020 y un 18,5% consideró que las ventas estarían en los niveles previstos antes de la crisis.En tanto que un 70,5% de las empresas estimó que con medidas como la firma de un crédito para capital de trabajo (35%); la reducción en el pago de servicios (21,9%); la generación de nuevos instrumentos de financiamiento (16%), con subsidios a empresas para financiar sueldos de colaboradores (10,2%) y la mejora en las condiciones para venderles a las instituciones públicas (9,4%) lograrán subsistir en el tiempo que dure la pandemia.
Acerca de los cambios en la legislación laboral que consideran necesarios para fortalecer el proceso de reactivación de los negocios, los empresarios consultados por Celiem indicaron en un 39,4% de los casos que se trata del mayor uso del teletrabajo; un 35,7% de la flexibilidad en los mecanismos de contratación de personal, un 14,6% de mejorar los procesos de formalización en las contrataciones laborales y un 10,2% de la reducción en las jornadas.
Cuando se les consultó a los participantes sobre sus percepciones posteriores a la crisis, un 45,2% consideró que sus relaciones con los clientes serán más difíciles; un 35% que mejorarán; un 16,7% que se mantendrán iguales que antes de la crisis y un 2,9% que serán peores.
Mala nota para Carlos Alvarado
La encuesta también solicitó el criterio de los participantes sobre su percepción de la labor del presidente de la República, Carlos Alvarado, en la atención de la crisis.Un 49,6% calificó el desempeño del mandatario como "malo", un 41,4% como "bueno" y un 8,8% como "excelente".
En cuanto a la calificación que daban en general al desempeño del Gobierno en la atención de la crisis, los empresarios le otorgaron a las instituciones una nota de 3 en una escala de 1 a 5, siendo 5 excelente.
Sobre su confianza en la institucionalidad, un 49,6% de los pequeños empresarios la calificaron como mala; un 41,3% como buena y apenas un 9% como excelente.
Acerca de la labor de las cámaras empresariales, asociaciones u organizaciones del sector privado en la atención de la crisis, un 63,7% dijo que ha sido buena, un 29,3% que no ha pasado de mala y un 6,9% que ha sido excelente.
Solo un 57% de los encuestados dijo que pertenece a alguna organización empresarial y un 24,4% que es parte de una cámara empresarial.
