Centroamérica & Mundo

Claves de la grave crisis económica y política de Sri Lanka

La isla en el Océano Índico cayó en impago en abril y vive una severa crisis económica por escasez de productos básicos acentuada por la crisis global.

2022-07-09

Por estratetegiaynegocios.net

Las Naciones Unidas instaron esta semana a las autoridades de Sri Lanka a buscar el diálogo, en una tensa jornada que desembocó -este sábado- en masivas protestas en donde fue atacada e incendiada la residencia del presidente del país.

Gotabaya Rajapaksa huyó de su residencia oficial en Colombo, la capital, minutos antes de que fuera asaltada los manifestantes, quienes lo acusan de ser responsable de la profunda crisis económica que atraviesa el país.

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Rajapaksa se prepara para renunciar al poder. La isla, de 22 millones de habitantes, ha visto un paulatino deterioro de su economía gracias a una serie de factores entre los que se incluye la escasez de hidrocarburos, medicamentos y alimentos, una histórica crisis inflacionaria y una impagable deuda externa.

Claves de la grave crisis económica y política de Sri Lanka

Inflación récord

La hundida economía de Sri Lanka registró un nuevo récord de inflación en mayo por octavo mes consecutivo, con un 39,1 % interanual, indicó el miércoles el departamento de estadística.

El índice de precios de consumo subió del 29,8 % al 39,1 % interanual de abril a mayo, mientras que el alza de los productos alimentarios pasó del 46,6 % al 57,4 %.

Economistas privados aseguran que los precios reales se encarecen a un ritmo todavía mayor.

Según analistas de la Universidad John Hopkins, la inflación en marzo fue del 133 %, seis veces más que la cifra oficial.

Con una economía muy dependiente de las importaciones, este país insular del Sur de Asia se ha visto golpeado por una falta de divisas que ha provocado penurias de comida, medicinas y otros bienes básicos como el combustible.

Inversiones faraónicas con sospecha de corrupción

Durante la etapa de Mahinda Rajapaksa como presidente (2005-2015), la región de Hambantota, feudo ancestral del clan, se benefició de un torrente de inversiones destinadas a grandes obras de infraestructuras, salpicadas de sospechas de corrupción.

Un flamante aeropuerto internacional sin tráfico, un centro de conferencias inactivo o un puerto cedido a una empresa china son algunas de las colosales inversiones que agravaron la deuda exterior de Sri Lanka, un 10% de la cual contraída con China.

Para la construcción del aeropuerto internacional Mattala Rajapaksa, China le prestó al país US$200 millones, pero la terminal se utiliza tan poco que sus ingresos no bastan ni para cubrir las facturas de electricidad.

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Puerto cedido a China

En 2017, Colombo fue incapaz de pagar su deuda de US$1.400 millones contraída con Pekín para la construcción del puerto de Hambantota.

“Teníamos mucha esperanza cuando se anunciaron los proyectos. Y en esta región las cosas iban mejor”, recuerda Dinuka, un lugareño. “Pero ahora eso no significa nada. Nuestros hijos también continuarán pagando esta deuda”.

El puerto, situado en la vía marítima Este-Oeste más utilizada del mundo, debía impulsar la actividad industrial pero registró pérdidas de US$300 millones en seis años. Al final, el país se vio obligado a cederlo a una empresa china por 99 años.

El endeudamiento de Sri Lanka con China a raíz de estos proyectos suscitó preocupación entre los países occidentales e India.

“La generosidad fiscal durante varias décadas y la débil gobernanza [...] nos metió en este atolladero”, declaró a la AFP Murtaza Jafferjee, presidente del grupo de reflexión Advocata Institute de Sri Lanka.

Otro ejemplo: un centro de conferencias cercano al puerto que costó US$15,5 millones y que, desde su inauguración, no ha hecho más que acumular polvo.

El gigante asiático, principal prestamista bilateral del gobierno, posee al menos el 10 % de su deuda exterior, evaluada en US$51.000 millones, aunque los analistas consideran que en realidad es mucho mayor.

El FMI exige que Sri Lanka reestructure su deuda antes de cualquier rescate, y esto “seguramente [tendrá] un impacto en los futuros préstamos bilaterales” de Pekín a Colombo, advirtió el embajador.

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