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Cancillería de Guatemala: Plan de Alianza Para la Prosperidad ya no está vigente

A mediados del 2014 una crisis humanitaria causada en la frontera sur de EE. UU. por el flujo sin precedentes de menores de edad no acompañados, obligó a los gobiernos a crear el Plan, cuyo objetivo era disminuir la migración irregular.

2020-06-10

Por Prensa Libre

"El Plan de Alianza Para la Prosperidad ya no está vigente. Hay nuevos proyectos de desarrollo para el Triángulo Norte, pero USAID -Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional- es quien los administra", respondió la Cancillería de Guatemala en una comunicación con Prensa Libre.

Con esta decisión se pone punto final a un ambicioso proyecto que terminó con más sombras que luces y sin haber cumplido su objetivo principal: reducir la migración.

De archivo: EE.UU. reconoce fracaso del Plan Alianza para la Prosperidad

A mediados del 2014, una crisis humanitaria causada en la frontera sur de Estados Unidos por el flujo sin precedentes de menores de edad no acompañados, obligó a los gobiernos a crear el Plan, cuyo objetivo era disminuir la migración irregular, fin que no alcanzó ni por asomo.

El Plan, auspiciado por el Gobierno de EE. UU., involucraba a Guatemala, El Salvador y Honduras, y se basaba en cuatro ejes fundamentales: dinamizar el sector productivo, desarrollo de capital humano, mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia y el fortalecimiento de las instituciones.

En Guatemala el Plan comenzó a ejecutar recursos hasta el 2016 cuando se le presupuestó US$722 millones, de los cuales ejecutó US$492 millones. Para el 2017 la asignación fue de US$891 millones, de estos se gastó US$646 millones. En los años siguientes ya no ejecutó recursos.

En total, según cifras oficiales contenidas en el informe de avances y logros del 2018, el Plan llegó a tener un presupuesto de US$2.933 millones, incluidos US$209.4 millones de cooperación de EE. UU.

¿Qué falló?

Mucho se ha dicho de las causas del por qué fracasó el Plan que pretendía generar desarrollo en estos municipios, desde que los intereses de EE. UU. y Guatemala no eran los mismos, hasta que se trató de una iniciativa "propagandística" y un "parche de corto plazo" que no cumplió sus metas.

Jair Dabroy, analista en temas migratorios de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), Atribuyó el fracaso del PAPTN a que no hubo un pacto social de los sectores involucrados en el tema no solo migratorio.

"Se debe apostar por involucrar a distintos actores desde el diagnóstico, formulación e implementación de políticas", subrayó el analista. Aparte del Gobierno, deben ser parte, la sociedad civil, el sector privado, la academia y los propios migrantes que conoce su realidad y qué les hace tomar la decisión de migrar.

Para el director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Jonathan Menkos, el Plan nación con dos defectos: sin financiamiento gubernamental y sin medidas efectivas para aumentar el bienestar social por medio de más empleos y mejores bienes y servicios.

Coincidió con Dabroy en el sentido de que el gobierno pasado "dejó de lado la obligación de construir un plan consensuado con la sociedad, incluidos los propios migrantes".

Nueva oportunidad

En cuanto al plan América Crece que el Gobierno de EE. UU. anunció, de nuevo con el objetivo de reducir la migración, a través de inyectar millones de dólares a través de empresarios para generar fuentes de empleo, Menkos teme que este sea "insuficiente", toda vez "la discusión del desarrollo sea tan reducida y se enfoque únicamente en las necesidades y visiones de una parte mínima del sector empresarial".

Para Menkos, el desarrollo de todos los guatemaltecos para por erradicar el hambre y la pobreza extrema, así como por una política económica que ayude transforme de valor agregado a la producción guatemalteca; además, equilibrar las responsabilidades para aumentar la recaudación fiscal, luchar contra la corrupción y ejecutar el gasto público en función de resultados.

"La historia económica nos ha demostrado que los planes que no abordan estos elementos no son planes de desarrollo sino meros espejismos", enfatizó.

Dabroy señaló que la migración es un fenómeno multicausal por lo cual, para implementar un plan que pretenda frenarla, deben ser tomados muchos factores, desde culturales, ya que en algunas poblaciones es casi una tradición que los jóvenes de 15 años viajen a EE. UU., hasta sociológicos, puesto que muchos migran por la necesidad de reunirse con sus seres queridos.

"La inversión extranjera es importante, pero no es lo único", subrayó.

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