Centroamérica & Mundo

BID recomienda generar mayor actividad productiva fuera del Canal de Panamá

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) da pistas sobre cómo o por dónde se puede reducir la desigualdad en Panamá, una de las tres más altas de toda América Latina, luego de Brasil y Honduras.

2019-07-21

Por La Prensa (Panamá)

En el informe La desigualdad en Panamá: su carácter territorial y el papel de las inversiones públicas -dado a conocer esta semana- se afirma que la elevada desigualdad y su persistencia están estrechamente relacionadas con los "fuertes desequilibrios territoriales" que hay en el país.

Ante este escenario, el documento plantea que reducir la desigualdad en el país es posible si se logra generar "mayor actividad productiva" fuera de la cuenca del Canal. Entre otras cosas, ello exige una inversión en infraestructuras que mejoren la conectividad del resto de las provincias con el área canalera.

Según los consultores del BID, las infraestructuras en Panamá son buenas cuando se comparan con el resto de América Latina, pero cuando el análisis es a lo interno del país, resaltan las muy marcadas "diferencias territoriales" que esconde.

A su vez, plantean que no se trata solo de un problema de justicia social, sino también de desempeño económico, pues el potencial de actividades de futuro de la economía panameña, como el "turismo" o la "agroindustria de calidad", se localizan en territorios distintos a la capital de la provincia de Panamá, donde se concentra la mayor parte de las inversiones económicas.

"Estoy de acuerdo en que al mejorar la conectividad en poblaciones fuera de la cuenca del Canal, se puede ayudar a reducir la pobreza y desigualdad", dijo Severo Sousa, presidente del Conep.

Los argumentos

Para llegar a esas conclusiones los expertos del BID usaron como referencia varios indicadores, la mayoría relacionados con la inversión presupuestaria.

Por ejemplo, precisan que las 10 provincias del país absorbieron entre 2013 y 2017 la mayor parte del presupuesto general del Estado (98%). En términos absolutos, este porcentaje representa un presupuesto promedio asignado de US$$5.115 millones anuales.

En el otro extremo están las comarcas indígenas -tres formalmente reconocidas-: les fue asignado el 1,7% del presupuesto durante el mismo periodo, es decir, un monto promedio de US$87 millones al año.

En otras palabras, el presupuesto asignado a las provincias es 58 veces mayor que el asignado a las comarcas.

Pero cuando se mira la distribución por provincia -siempre según el documento- la mayor beneficiada fue la de Panamá, con un promedio del 68.5% del presupuesto, es decir, US$3.621 millones. Eso significa que por cada dólar asignado a inversiones en la provincia de Panamá, se asignaron tres centavos en las comarcas indígenas. Después de Panamá, las siguientes en orden de importancia fueron Chiriquí (8%), Colón (5%) y Veraguas (5%).

El desequilibrio

La mayoría de estas inversiones en las provincias se realizaron en "transporte" (30.5%) y "salud" (17.5%), lo que representa casi la mitad del presupuesto estatal, mientras que en "educación" está por alrededor de "un 13% adicional", señala el reporte.

Sin embargo, cuando se comparan las inversiones en salud con las comarcas, el desequilibrio que existe entre estas y las provincias es de US$165. Es decir, por cada dólar asignado a este tema en las comarcas se destinan US$165 a las provincias.

En cuanto a transporte, es el sector con el mayor desequilibrio, lo que se explica por las grandes obras de infraestructura que se han desarrollado en la ciudad de Panamá. Por cada dólar per cápita recibido en las provincias, los habitantes de las comarcas recibieron cerca de 4 centavos.

Esto guarda relación con proyectos como las líneas del Metro o la inversión en el Metro Bus, que corresponden específicamente a la provincia de Panamá.

Otros de los aspectos que destaca el informe es que en la provincia de Panamá, la inversión privada en educación es un sustituto importante de la inversión pública, algo que ocurre en menor proporción en el interior del país, especialmente en las zonas rurales.

Mientras, la asignación para la vivienda pública es relativamente elevada en Colón, como resultado de los programas dirigidos a grupos de ingresos medios y bajos en los últimos años. En este caso se refieren al proyecto de renovación urbana de Colón, al cual el pasado gobierno asignó más de US$500 millones.

El camino

Para grupos empresariales e indígenas este estudio muestra indicios de cuál debe ser el camino o la hoja de ruta a seguir.

Severo Sousa, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), dijo estar de acuerdo en que al mejorar la conectividad en poblaciones fuera de la cuenca del Canal, se puede ayudar a reducir la pobreza y desigualdad en dichas áreas, ya que en la medida en que se mantengan aisladas es imposible que puedan desarrollarse.

"Sobre todo para esas áreas, porque tienen el capital necesario, pero falta mucho desarrollo", afirmó.

Marcelo Guerra, presidente de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá, manifestó que para cambiar esta realidad también se requiere voluntad política de los gobernantes.

"El actual gobierno tiene una gran oportunidad de mirar hacia las comarcas e integrarlas al desarrollo", dijo.

El Gobierno ha dado algunos pasos que indican que centrará parte de su política de erradicación de la pobreza en pueblos indígenas y áreas rurales.

El Gabinete Social comenzó a levantar un informe sobre los 150 corregimientos más pobres del país, de los cuales 55 están en las comarcas. Informaron que una vez terminen de cruzar la información estadística estarán presentando la lista oficial.

Entre 2004 y 2018, el país tuvo un crecimiento promedio anual del 7%, frente al 3.3% de América Latina. Como consecuencia de este dinamismo económico, Panamá es hoy uno de los tres países con mayor renta per capita y considerado de ingreso alto, siendo los otros Chile y Uruguay.

|

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE