Por Leonel Ibarra - estrategiaynegocios.net
Si bien el repunte comercial de Latinoamérica fue más pronunciado que el promedio mundial, la expansion de los valores exportados se debió, principalmente, a los precios y se estima que se ha consolidado una tendencia hacia la desaceleración, señala un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Monitor de Comercio e Integración 2022 del BID señala que la recuperación del valor de las exportaciones de bienes de la región “se fue debilitando” producto de una atenuación de los precios y una “pérdida progresiva de vigor de los flujos reales”, mientras que las ventas de servicios “continuaron en un sendero expansivo”.
En el transcurso de 2022 “se han acentuado las señales de agotamiento de la recuperación” y las proyecciones para el segundo semestre del año indican la consolidación de esta tendencia en las exportaciones.
“Tras la histórica caída del comercio debido a la pandemia, el rebote se está debilitando antes y más rápido que lo esperado. El valor de las exportaciones de bienes de América Latina, que se había expandido 27,9 % en 2021, se desaceleró un 20,6 % interanual en el primer semestre de 2022”, reza el reporte.
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La ralentización es producto de un menor incremento de los precios, de 19,4 % en 2021 a 14,6 % en el primer semestre de 2022, y de la moderación del creci - miento de las cantidades exportadas respecto al año anterior (de 6,7 % a 5,3 %).
En el caso de Centroamérica y República Dominicana, en 2021 las exportaciones se incrementaron un 26,6 % impulsadas principalmente por la demanda de Estados Unidos y el resto de la región de insumos médicos, oro, cigarrillos y de prendas de vestir.
En el primer semestre de 2022, las exportaciones del grupo se desaceleraron un 18,2 %. La ralentización fue generalizada. Solamente Guatemala y Honduras registraron mayores tasas de crecimiento de sus exportaciones en el primer semestre de 2022 en comparación con el promedio de 2021. Las ventas intrazona aumentaron 30,1 % en 2021 y representaron 22,4 % del total.
Las principales contribuciones al incremento del comercio de la intrazona en 2021 fueron el envío de productos plásticos de Guatemala a El Salvador y Honduras; de productos plásticos y de papel de El Salvador a Guatemala; de prendas de vestir y plásticos de El Salvador a Honduras; y de alimentos, productos eléctricos y plásticos de Costa Rica a los socios intrazona.
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En términos reales, el estudio concluye que la desaceleración de las exportaciones de la región respondió al deterioro de las perspectivas de la demanda externa por el impacto del conflicto bélico, el carácter restrictivo en las políticas monetarias para reducir la inflación y la política de covid cero de China.
A lo largo del año, las previsiones de crecimiento económico de la región fueron corregidas repetidamente a la baja y el pesimismo comenzó a dominar en las perspectivas de los operadores comerciales.
De cara al futuro, en el balance pesan los riesgos asociados a la crisis energética mundial desatada por el conflicto bélico, el impacto recesivo de la restricción monetaria y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, ante la inflación y los altos niveles de endeudamiento.
