El nuevo Gobierno alemán busca hacer frente al desequilibrio en el mercado laboral y afrontar la escasez de mano de obra en sectores claves de la economía, atrayendo a trabajadores extranjeros.
'La escasez de trabajadores cualificados es ya tan grave que está frenando drásticamente nuestra economía', argumentó Christian Duerr, líder parlamentario del cogobierno de los Demócratas Libres, a la revista económica 'WirtschaftsWoche'.
Según Duerr Alemania requiere atraer a unos 400.000 trabajadores extranjeros cada año para evitar las consecuencias de la falta de trabajadores, algo por lo que Reino Unido aún transita y le ha dejado gasolineras sin combustibles y estanterías de supermercados vacías.
'Sólo podemos controlar el problema del envejecimiento de la población activa con una política de inmigración moderna.Tenemos que alcanzar la marca de 400.000 trabajadores cualificados procedentes del extranjero lo antes posible', añadió.
Los incentivos
Los socialdemócratas de Olaf Scholz, Duerr y los verdes ecologistas acordaron medidas como un sistema de puntos para los especialistas de países no pertenecientes a la Unión Europea y el aumento del salario mínimo nacional a 12 euros, o unos US$13.6 por hora, para hacer más atractivo el trabajo en Alemania.
Según datos del Instituto Económico Alemán la población activa se reducirá en más de 300.000 personas este año. En el actual sistema hay más trabajadores mayores que se jubilan que jóvenes que se incorporan al mercado laboral.
Esa diferencia se ampliará a más de 650.000 en 2029 lo que dejará un déficit acumulado de personas en edad de trabajar, en 2030, de cinco millones. Pese a esto, los alemanes con empleo crecieron hasta casi 45 millones el año pasado.
