Centroamérica & Mundo

Opinión: Cómo debería de ser la nueva normalidad

Para este experto de INCAE, el diseño de esta estrategia de reactivación económica debe realizarse por etapas y de forma secuencial.

2020-05-15

Por Jaime García, Director de Proyectos de Progreso Social e Investigador de CLACDS/INCAE

La estrategia seguida por nuestros países ha consistido en "aplanar la curva". Es decir, disminuir la velocidad de transmisión del COVID-19 para no saturar la capacidad de los sistemas de salud, a través de medidas de distanciamiento y aislamiento social, incluyendo cierre de fronteras, restricciones vehiculares y control de la libertad de movimiento de los ciudadanos. Esta estrategia ha probado ser efectiva en cuanto a su impacto en la disminución del número de contagiados, aunque afectando la actividad económica.

"Aplanar la curva' controla la dispersión del virus y evita el colapso del sistema de salud, pero no desaparece al COVID-19, es una medida temporal. Todavía no hay tratamiento, y la vacuna se espera para finales del 2021. La nueva normalidad es convivir con el virus; pues por los costos económicos y sociales de "aplanar la curva" no es una estrategia que se pueda mantener de forma permanente hasta que llegue la cura o la vacuna. En ese sentido el virus va a estar presente en nuestras actividades, y una segunda o tercera ola de contagios es una posibilidad.

Foto: Estrategia y Negocios



Para contener estas olas de contagio la estrategia a seguir consiste en un sistema de monitoreo, en el que con ciertos protocolos, y dependiendo de la evolución de la pandemia, se aplicarán de forma intermitente mecanismos de distanciamiento social ya sean focalizados o generales.

El diseño de esta estrategia de reactivación económica debe realizarse por etapas y de forma secuencial, considerando criterios de salud, geográficos, impacto social y económico. Los dos ejes básicos para la priorización de sectores económicos deben ser el riesgo de contagio y la relevancia económica y social.

Los protocolos a seguir, en general, están considerando los siguientes criterios:

- Teletrabajo cuando sea posible

- Distanciamiento físico en el lugar de trabajo

- Medidas de higiene en los espacios físicos

- Recolección diaria de datos de salud (temperatura)

- Sistemas de reporte diario

- Mecanismos de verificación y cumplimiento

- Comunicación con las autoridades de salud

Pero será el monitoreo constante de la evolución de la pandemia el factor dominante en la estrategia de apertura. Un crecimiento acelerado de contagios llevaría un regreso a medidas más restrictivas de distanciamiento social. En ese sentido, la eficacia con la que se puedan implementar los protocolos será determinante para evitar medidas más estrictas y más periodos de distanciamiento social durante la etapa de reactivación económica.

Es de esperar que en esta nueva normalidad haya sectores que puedan adaptarse más fácilmente, mientras que otros tendrán que cambiar la forma en la que trabajan para poder seguir activos. Por ejemplo, mientras que las actividades agrícolas pueden laborar con un nivel de protocolos básicos enfocados en distancia social y medidas sanitarias; las manufacturas tendrán que seguir esas medidas pero también acondicionar el lugar de trabajo y modificar los turnos de producción, de salida, de almuerzo, implementar mecanismos de pruebas COVID-19, dividir los equipos de trabajo, entre otras acciones.

Las empresas deben tener claro los riesgos de sus actividades y sus lugares de trabajo, identificar que acciones realizar para prevenir y reducir el contagio entre empleados y clientes, mantener medidas sanitarias en todas las operaciones, y generar una dinámica de comunicación y confianza tanto con empleados como con los clientes.

La parte del relacionamiento con los clientes será clave, pues algunos analistas están considerando al menos dos efectos de largo plazo en los comportamientos de los consumidores, primero un incremento en el comercio electrónico, esta pandemia ha hecho que más gente aprenda a comprar bienes básicos desde su casa, en Estados Unidos las órdenes crecieron en un 110%, en Canadá 59%, en México 74%, y en Colombia 147%. crecieron respecto al año anterior; y en segundo lugar, los consumidores buscarán ambientes limpios y lugares que les garanticen poca probabilidad de contagio, esto afectará principalmente al sector de turístico, a los restaurantes y a los bares, habrá turistas que no llegarán a países donde el virus no esté controlado.

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