Centroamérica & Mundo

Así sobrevive España al encierro por el coronavirus

Los españoles solo podrán salir de casa para comprar alimentos o medicinas, acudir a centros sanitarios.

2020-03-15

Por AFP

Con conciertos y bingo desde las ventanas o celebraciones y yoga en casa, los españoles, muy acostumbrados a hacer vida en la calle, buscaban desde este domingo adaptarse a vivir en un confinamiento casi total que busca frenar la multiplicación de contagios por coronavirus.

Con una escalada a más de 7.700 casos y 288 muertos, el gobierno español decretó el sábado el estado de alarma e impuso serias restricciones a sus habitantes: solo podrán salir de casa para comprar alimentos o medicinas, acudir a centros sanitarios, ir al trabajo o para asistir a mayores, niños o personas dependientes.

Un escenario inédito, que se extenderá al menos por catorce días e implica el cierre de casi todo comercio salvo supermercados y farmacias, en este país de 46 millones de habitantes habituados a hacer vida en la calle, para regalarse con unos vinos o cervezas y unas tapas, dar un paseo o visitar conocidos.

Foto: Estrategia y Negocios

Según constataron varios periodistas de AFP, este domingo disminuyó la actividad en las calles, aunque en Madrid y Barcelona se observaban personas paseando perros o haciendo ejercicio, esto último no permitido, así como haciendo cola para comprar alimentos.

'Dos semanas encerrado'

'A mí me encanta salir a pasear y a andar, que mi médico además dice que es muy bueno a mi edad. Da cosa quedarte dos semanas encerrado, pero es lo que tenemos que hacer todos', dice a la AFP en Barcelona Antonio Martín, de camino al quiosco a comprar el periódico, su única salida del día.

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Los cuerpos de policía, que quedaron todos bajo el mando del ministerio de Interior, advertían a viandantes en algunos barrios de la capital que no estaba permitido pasear. Drones de la policía municipal en Madrid con altavoces pedían permanecer 'dentro del domicilio'.

'La parte sicológica es la más complicada de gestionar', admite a la AFP Miriam Burgués, periodista de 41 años confinada en un apartamento en un barrio en el este de Madrid junto a su marido y sus dos niñas, de diez y cinco años.

'Hasta ahora, (las niñas) están tranquilas, pero cuando pasen más días a ver cómo evolucionan, si uno se agota, imagínate ellas', cuenta Miriam.

Foto: Estrategia y Negocios

Desde el miércoles están sin clases, pero, en una situación que se repite en el resto del país, reciben todos los días del colegio por WhatsApp las lecciones. Además, como hacen gimnasia, el profesor les envía ejercicios de flexibilidad y coreografías para 'mantenerse en forma', dice Miriam.

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María Mosquera, de 40 años, administrativa que gestiona compras de clínicas oftalmológicas, intenta mantener la 'normalidad' en casa, donde vive con su pareja y su hija: 'Tomamos el aperitivo en casa, anoche (sábado) hicimos cena romántica y nos arreglamos y pusimos velitas y cenamos en el salón como si hubiésemos quedado en el bar'.

Su hija, de siete años, sí lloró un poco porque quería salir a jugar con amigos. 'Pero una vez que le explicas, lo vive con normalidad como tú, le dices que hay que aprovechar a hacer cosas los tres juntos, como manualidades', dice María, quien hizo yoga y horneó pan 'por primera vez' en su casa en San Lorenzo del Escorial, cerca de Madrid.

Brindis por videollamada

Para hacer frente al encierro, se multiplican las ideas ingeniosas, con la etiqueta #YoMeQuedoEnCasa: al igual que en Italia, se difunden invitaciones por internet a músicos para dar 'conciertos' desde las ventanas y deportistas profesionales difunden en sus redes actividades para hacer en casa.

En Sevilla, una comunidad de vecinos jugó al bingo desde sus balcones, según mostraba un video muy compartido en las redes. Grupos de amigos hacen 'quedadas' con videollamadas para tomar cerveza.

Museos como El Prado ofrecen visitas online a sus salas, dramaturgos cuelgan sus obras en internet y plataformas de películas y series ofrecen sus contenidos gratis.

La solidaridad afloraba. 'Me ofrezco gratuitamente a ir hacer la compra o ir a por medicamentos a la farmacia' para personas mayores o con discapacidad, se leía en uno de los múltiples mensajes con la etiqueta #YoTeHagoLaCompra en Facebook.

La noche del sábado, los balcones del país se llenaron de aplausos a los miembros de los servicios sanitarios, una iniciativa que se repetirá este domingo.

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