Centroamérica & Mundo

Inmigrantes hondureños reconstruyen Florida, tras huracán Michael

Los inmigrantes llegaron poca semanas después del azote de Michael y trabajaron arduamente para reparar las iglesias, edificios federales y otras infraestructuras necesarias.

2019-10-13

Por La Prensa (Honduras)

El noroeste de Florida (EEUU) lucha por volver a la normalidad un año después del paso del devastador huracán Michael, que tocó tierra en México Beach el 10 de octubre de 2018 con unos vientos de categoría 5 dejando una estela de destrucción aún visible sobre el terreno de la localidad y su vecina, Panamá Beach.

Cientos de inmigrantes de origen hondureño y mexicano se han trasladado hasta esta devastada región en los últimos meses para unirse a las tareas de reconstrucción de la zona.

Los inmigrantes llegaron poca semanas después del azote de Michael y trabajaron arduamente para reparar las iglesias, edificios federales y otras infraestructuras necesarias.

Se instalaron en casas abandonadas, sin electricidad ni agua potable, pagan más de US$250 de alquiler y se exponen a ser detenidos por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) al residir ilegalmente en ese estado.

Sin embargo, tras su llegada al Condado de Bay, muchos de los trabajadores inmigrantes han sido explotados por empleadores que no siempre les pagan lo que deben o los reportan con ICE, según informó el diario estadounidense The New York Times.

"A veces no hacemos más que trabajar, confiamos en la gente, y después no nos pagan", relató al Times Will, un inmigrante hondureño de 44 años, que no quiso brindar su nombre completo por temor a que puedan deportarlo.

El hondureño alquila una vivienda dañada por el potente ciclón junto a otros tres inmigrantes pagando 250 dólares cada uno. Los indocumentados arreglaron las tuberías, puertas y ventanas. "Podríamos arreglarla muy bien si nos pagaran para comprar los materiales", agregó Will.

Pese a los retrasos en sus pagos, el inmigrante logró construir una casa para su familia en Honduras con las pocas ganancias que ha obtenido reparando las viviendas destruidas por Michael.

Un grupo de inmigrantes que limpiaron gran parte de los Cayos de la Florida tras el paso del huracán Irma en 2017 entablaron el mes pasado una demanda ante el tribunal federal en Miami contra una compañía de restauración tras catástrofes llamada Cotton Holdings y contra Daniel Paz, propietario de la firma de reclutamiento. Afirmaron que no les pagaron el salario mínimo ni las horas extra trabajadas despejando escombros, árboles caídos y limpiando calles, entre otras tareas.

La inmigrante venezolana, Bellaliz González, denunció que su jefe la amenazó con entregarla a ella y a otros trabajadores a las autoridades de inmigración, cuando se quejaron de que sus cheques de nómina habían sido rechazados.

Ahora luchan para que su dura labor en México Beach sea reconocida por sus contrastistas a un año del azote del monstruoso ciclón.

De los 1,200 habitantes que tenía México Beach antes de Michael solo quedan 400. No hay todavía banco, ni gasolinera ni tienda de comestibles, según dijo el alcalde Al Cathey a los medios.

Ha sido un año difícil para los habitantes de una zona que tiene como principal fuente de ingresos el turismo y donde la economía y los empleos se redujeron después del desastre del huracán, pero Cathey dice que aún conservan "el ánimo alto".

Retirar escombros -más de 23 millones de metros cúbicos hasta julio-, reparar daños en las estructuras que quedaron en pie o construir de nuevo, pelear con las aseguradoras para cobrar el seguro en caso de tenerlo y esperar la ayuda oficial son tareas obligadas para los damnificados.

Dieciséis personas murieron directamente a causa de Michael -las muertes indirectas son muchas más- y los daños fueron evaluados en unos 25,000 millones de dólares por las aseguradoras. Las cifras incluyen no solo Florida, sino Georgia y las dos Carolinas.

Sin embargo, la zona más castigada por Michael fue el Pandhandle floridano, donde el huracán tocó tierra el 10 de octubre de 2018 con vientos de 259 kilómetros por hora y elevó el nivel del mar hasta 4,2 metros en algunas zonas.

Las imágenes de México Beach y Panamá Beach muestran todavía hoy estructuras de edificaciones sin puertas, ventanas, tejados, cornisas o cualquier otro elemento no resistente a los vientos huracanados de Michael, solares vacíos donde hubo casas y negocios y una vegetación escasa, pero también construcciones en marcha.

El Partido Demócrata hizo un llamado al gobernador de Florida, Ron DeSantis, para que actúe en favor de los que "aún siguen esperando respuesta a sus reclamos para empezar a reconstruir" las propiedades destruidas por Michael.

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE