Puerto Cortés se consolida como la principal terminal marítima en la región del CA-4, un área que comprende a Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, una pieza clave para el comercio de los países del norte de Centroamérica con Estados Unidos y Europa.
De acuerdo con el informe de actividad portuaria elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2018 la terminal -en el Caribe de Honduras- movilizó 670.979 TEU (contenedores de 20 pies), más de 28.000 de los que gestionó en 2017.
Cortés está en la casilla 24 del ranking de puertos de Latinoamérica que elabora la Cepal, posición que mantiene por segundo año consecutivo, mientras que sigue firme como la cuarta de Centroamérica después de Colón, Panamá-Pacífico y Moín (Costa Rica).
Cortés es administrado por la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), una compañía subsidiaria de la multinacional filipina International Container Terminal Services, Inc. (ICTSI), que tomó el control de la terminal de contenedores del puerto hace cinco años, tiempo en el que se han invertido más de US$250 millones (de un total de US$624 millones acordados en la concesión de 30 años con el gobierno hondureño).
OPC inició operaciones en febrero de 2014 y desde su llegada ha duplicado la productividad de la terminal pasando de 19 movimientos por hora a más de 45 movimientos por hora en promedio.
Mariano Turnes, director general de OPC, destacó que se ha reducido el tiempo de atención por camión dentro de la terminal de dos horas en 2013 a menos de 40 minutos por camión en 2018, pero explicó que aún hay espacio para más eficiencia.
Las inversiones ejecutadas por el administrador del puerto han cambiado el rostro de la vieja terminal que ahora cuenta con un nuevo muelle (conocido como Muelle 6) y dos grúas para recibir a buques super post panamax, los más grandes de la industria en Centroamérica, y además de un nuevo centro operaciones logístico que ha permitido ampliar los servicios de la terminal que ahora funciona 24/7.
Una terminal con mucho potencial
OPC aún tiene en la mesa planes de inversión con los que pretende llevar a la capacidad del puerto a 1,9 millones de TEU al año, una marca que esperan alcanzar en el mediano plazo afianzando la demanda de servicios en Honduras, pero también de su área de influencia que se extiende a Guatemala, Nicaragua y El Salvador.Actualmente, cerca del 8% de la demanda de servicios portuarios provienen de Nicaragua y El Salvador, participación que Turnes explica se puede elevar hasta un 25%.
Valmir Araujo, gerente senior comercial de OPC, explicó que Cortés es clave para la economía nicaragüense. El puerto, que conecta en un viaje de dos días con terminales en Estados Unidos, maneja el 50% de las exportaciones totales de Nicaragua mientras que facilita la recepción y envio de materias primas y producto terminado de la industria textil de El Salvador, la principal actividad económica en dicho país.
En el caso hondureño la terminal facilita la salida de la producción de café, banano, pepino, melón y arneses automotrices, actividades que concentran un pico de actividad entre enero y mayo.
Turnes adelantó que se tiene previsto entrar en la segunda fase de modernización de la terminal, un ambicioso proyecto que estaría en auge en 2021 y que ampliar el muelle seis, plan que les permitirá sumar nuevas grúas y atender a barcos más grandes aprovechando los 15 metros de profundidad de la zona.
'El éxito alcanzado en el proceso de modernización de la terminiar de contenedores y carga general de Puerto Cortés, y las inversiones realizadas a la fecha, animan a salir adelante', dijo Turnes quien sostiene que hay un crecimiento acelerado y que ahora se cuenta con un mejor nivel de servicio para la región del CA-4 la cual avanza hacia la Unión Aduanera.
'Después de cinco años de operaciones, las posibilidades de diversificación de servicoos, procesos y almacenamiento a costos competitivos están transformando a la terminal, convirtiéndola en uno de los polos logísticos más importantes de Centroamérica', puntualizó Turnes.
