Por AFP
Este sábado inició operaciones la décima línea del sistema de transporte público aéreo (Teleférico) que completa una red de integración metropolitana de 30,7 kilómetros de extensión, uniendo las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto, ambas por encima de los 3.600 msnm.
'Esta línea consolida el gran proyecto que fue planificado hace siete años atrás. Todas las líneas están interconectadas y ya no hay líneas aisladas', explicó a la prensa César Dockweiler, gerente de la empresa estatal Mi Teleférico.
En total, el sistema cuenta con 36 estaciones y 1.396 cabinas en ambas urbes.
Cada una de las líneas del sistema está identificada con un color diferente. Las primeras líneas construidas tienen los colores de la bandera boliviana: rojo, amarillo y verde. Las siguientes se identifican con los colores blanco, azul, celeste, naranja, morada, café y plata, que corresponden a la wiphala, la bandera ajedrezada de colores propia de los indígenas andinos.
La Línea plateada, inaugurada el viernes por el presidente boliviano Evo Morales, tiene una longitud de 2.72 km, 21 torres, y dispondrá de 117 cabinas. Su capacidad de transporte es de 3.000 personas por hora en cada sentido.
Este ramal se conecta directamente con las líneas roja, morada y amarilla en la ciudad de El Alto, y a través de ellas se integra con las demás líneas del teleférico que conducen a La Paz, sede de gobierno.
El sistema permite sortear el caótico tráfico y la caprichosa geografía de las ciudades de La Paz y El Alto, además de ofrecer vistas aéreas de ambas urbes.
Dockweiler precisó que, en los seis años de operación, la red de teleféricos transportó a casi 200 millones de personas.
La construcción del sistema de teleféricos de La Paz estuvo a cargo de la empresa austriaca Doppelmayr y demandó una inversión de superior a los 800 millones de dólares.
Con esta última línea concluye la segunda fase de este proyecto, sin descartarse a futuro la incursión de este sistema en otras ciudades como Sucre y Potosí.
Este sábado inició operaciones la décima línea del sistema de transporte público aéreo (Teleférico) que completa una red de integración metropolitana de 30,7 kilómetros de extensión, uniendo las ciudades bolivianas de La Paz y El Alto, ambas por encima de los 3.600 msnm.
'Esta línea consolida el gran proyecto que fue planificado hace siete años atrás. Todas las líneas están interconectadas y ya no hay líneas aisladas', explicó a la prensa César Dockweiler, gerente de la empresa estatal Mi Teleférico.
En total, el sistema cuenta con 36 estaciones y 1.396 cabinas en ambas urbes.
Cada una de las líneas del sistema está identificada con un color diferente. Las primeras líneas construidas tienen los colores de la bandera boliviana: rojo, amarillo y verde. Las siguientes se identifican con los colores blanco, azul, celeste, naranja, morada, café y plata, que corresponden a la wiphala, la bandera ajedrezada de colores propia de los indígenas andinos.
La Línea plateada, inaugurada el viernes por el presidente boliviano Evo Morales, tiene una longitud de 2.72 km, 21 torres, y dispondrá de 117 cabinas. Su capacidad de transporte es de 3.000 personas por hora en cada sentido.
Este ramal se conecta directamente con las líneas roja, morada y amarilla en la ciudad de El Alto, y a través de ellas se integra con las demás líneas del teleférico que conducen a La Paz, sede de gobierno.
El sistema permite sortear el caótico tráfico y la caprichosa geografía de las ciudades de La Paz y El Alto, además de ofrecer vistas aéreas de ambas urbes.
Dockweiler precisó que, en los seis años de operación, la red de teleféricos transportó a casi 200 millones de personas.
La construcción del sistema de teleféricos de La Paz estuvo a cargo de la empresa austriaca Doppelmayr y demandó una inversión de superior a los 800 millones de dólares.
Con esta última línea concluye la segunda fase de este proyecto, sin descartarse a futuro la incursión de este sistema en otras ciudades como Sucre y Potosí.
