Las empresas centroamericanas deben cambiar ya que las generaciones Millennial y Z ya tienen espacios en ellas y aseguran que les gusta conectar con los valores de la organización y espera qn que la empresa en la que trabajan tenga un impacto social. “Aspira a que su CEO se ocupe de los temas internos y externos, no solamente de facturar”, acotó Italo Pizzolante.