Tecnología & Cultura Digital

El viajero del futuro, todo tecno  

La tecnología y las huellas de sus usuarios preparan al turismo para anticiparse a lo que quieren los viajeros. Espacios más amigables y hospitalarios.

2015-07-03

Por: Gabriela Origlia - estrategiaynegocios.net

Salas de espera en terminales de autobuses y aeropuertos con muestras de arte y jardines; aviones en los que podrá chatearse en 3D; habitaciones de hotel que recibirán al huésped con un fotos de familiares y su libro preferido, y aeropuertos sin códigos. En ese ambiente se moverán los viajeros en una década. Al menos así lo proyecta un estudio de Skyscanner, un motor de búsqueda para turistas.

La tecnología dominará el mercado del turismo y los viajes. Las investigaciones prevén que habrá una conversión total del segmento gracias a los aportes de la Big Data y de gadgets -como los Google Glass- que transformarán la industria.

Filip Filipov, director de B2B de Skyscanner, explica a Estrategia & Negocios que la revolución tecnológica está en su infancia: 'Estamos en el comienzo de un recorrido que lleva a la personalización del contenido y de avances en áreas como la inteligencia artificial que cambiarán totalmente la forma en que diseñamos y hacemos nuestros viajes".

Los servicios de viajes podrán desplegar herramientas semánticas e intuitivas en línea que permiten identificar las preferencias del viajero. Así, conocerán qué climas prefiere, cuántas horas le gusta volar, con cuántas maletas se mueve y si elige hoteles con gimnasio, pileta o restaurantes de calidad.

La base de la transformación son los avances en la tecnología inteligente portátil, la realidad virtual y sitios hápticos. Las interfaces de estas webs permiten al usuario tocar, sentir y manipular los objetos simulados en entornos virtuales y sistemas teleoperados.

A medida que evoluciona el consumidor de cada generación también lo hace la tecnología que lo ayudar a resolver sus problemas. Hoy es habitual acceder a productos sugeridos a través de servicios como los de Amazon o Google, pero -dice Filipov- que es "sólo el inicio; en pocos años más habrá instrumentos que se adapten a nuevos comportamientos y expectativas. Las empresas que cumplan con esas demandas superarán a sus competidores". Además, asegura, la tecnología ayudará a reducir costos y, en consecuencia, precios.

Ya no se necesitará -explica- pasar horas navegando para elegir un vuelo o reservar un hotel. En los próximos años llegará un e-agente que no se despegará del interesado, lo podrá acompañar desde el interior de un reloj o en una pequeña pieza de joyería. Es un dispositivo de inteligencia artificial, constantemente conectado a la web que comprenderá las preferencias individuales.

"Podría tener la cara, la voz y la personalidad de nuestro actor favorito y aparecer como una imagen de holograma 3D o en un entorno virtual", agrega Filipov y su objetivo será personalizar las experiencias de viaje, planificar itinerarios según los gustos particulares y actuar como guía turístico. Incluso estos "acompañantes" se podrían alquilar en el destino elegido como parte del paquete contratado. Así, el viajero tendrá con quien interactuar de manera permanente para solucionar cualquier problema que surja.

A partir de las enormes cantidades de datos de carácter personal que la gente publica acerca de sí misma en las redes sociales se dejan rastros sobre itinerarios, comidas preferidas o instalaciones elegidas.

Foto: Estrategia y Negocios

Empatía tecnológica

Ya hay dispositivos que siguen esta tendencia. Por ejemplo, la cámara de Intel Realsense 3D que reconoce y reacciona a las emociones humanas. Está diseñada para medir el estado de ánimo de sus usuarios por su expresión facial y postura corporal, y para entender y responder a órdenes verbales coloquiales.

Facebook hace dos años puso en marcha una Unidad de Inteligencia Artificial que está trabajando para crear un sistema de reconocimiento de voz. El objetivo es utilizar nuevos enfoques para dar sentido a todo el contenido que la gente comparte y construir nuevos servicios.

La primera generación de estos dispositivos está ganando espacio en el mercado. La consultora ABI Research estima que las ventas anuales de tecnología portátil (como los relojes con funciones de teléfonos inteligentes) llegarán a 485 millones en 2018. Google espera, el año próximo, vender 6,6 millones de sus anteojos inteligentes.

En el 2020, aseguran los expertos, estos instrumentos portátiles serán mucho más pequeños, más rápidos y con más capacidades. Apple ya desarrolla un reloj inteligente de próxima generación que incluirá pantallas holográficas, acceso a la web, paisajes urbanos y guías del camino más rápido a seguir.

Filipov no cree que el mercado del turismo termine dividido entre uno masivo y uno exclusivo: "La experiencia tendrá diferentes niveles, siempre altamente personalizada según las necesidades y deseos de los viajeros". Toma como ejemplo las aerolíneas, ya hay las que sólo ofrecen servicios de bajo costo o las dedicadas exclusivamente al segmento de negocios. "La tecnología las empujará a mejorar la experiencia, instrumentando por caso una ciber-oficina", añade.

Los futuristas insisten en que la realidad virtual no reemplazará a los viajes reales; se convertirá en una nueva forma de showrooming. Ya hay una herramienta desarrollada por la empresa CGI que permite dar un paseo increíblemente realista por las calles de una ciudad. Un equipo de investigadores de la Universidad de Carolina del Norte diseñó una realidad virtual que recrea una escena de la muchedumbre fuera de la Catedral de San Pablo en Londres en 1622 y permite a los visitantes cambiar puntos de vista a voluntad.

Otro caso es el de unas lentes de esquí con un auricular que combina sensores de tecnología de teléfonos inteligentes y de movimiento para producir una experiencia similar a la de ver una pantalla Imax. Las imágenes se proyectan en la retina igual que los proyectores de estilo antiguo arrojaban las imágenes en una pantalla.

En el ámbito de las tecnologías hápticas, Disney creó Revel, una interfaz que proporciona retroalimentación táctil a través de vibraciones de objetos virtuales en 3D. El sistema permitirá a los usuarios sentir los cráteres de la luna, las espinas de un cactus o el contorno de un objeto delicado. La cadena de televisión pública japonesa NHK tiene a prueba un prototipo similar que permite a los espectadores a 'sentir' las superficies y texturas de los objetos vistos en la pantalla, incluyendo la arena, el mar y el follaje.

Las proyecciones indican que en 2020 técnicas hápticas similares aunque basadas en la vibración permitirán a los compradores sentir la textura de la lana, la seda o el algodón en sus tablets. Y en unos años más la podrán usar para tener arena de una playa entre sus dedos aunque estén a miles de kilómetros de distancia.

Más integración

El estudio apunta que las herramientas intuitivas y de búsqueda semántica que se desplegarán en línea marcarán la próxima década de las empresas de viaje. Filipov indica que así las marcas utilizarán de manera más eficaz la presencia de sus clientes en las redes sociales. Espera más integración entre los sitios de viajes y los medios sociales.

La compañía de tecnología Affectiva está desarrollando un algoritmo de codificación facial que permitirá a los motores de búsqueda leer las expresiones humanas y juzgar si los resultados que ofrecen son agradables o frustrantes para el usuario. El nuevo motor de "descubrimiento personal" Nara utiliza conceptos de neurociencia para imitar y comprender los patrones de pensamiento del cerebro humano, lo que le permite construir un 'ADN digital' de gustos y disgustos de un usuario.

Foto: Estrategia y Negocios

El futurólogo Ian Yeoman considera que los jóvenes de hoy "pensarán que es completamente natural hablar con una máquina que los entiende sin tocar un teclado o tocar una pantalla. El reconocimiento de voz por agentes inteligentes que pueden utilizar el lenguaje natural y aprender de la experiencia es cada vez más habitual".

Skyscanner sostiene que los actuales viajeros desconfían de los sistemas en línea que tienen este nivel de comprensión en profundidad de sus pensamientos y sentimientos, pero los adolescentes y los menores de diez años están desconcertados acerca de por qué la gente está tan preocupada. Ellos esperan que la tecnología funcione de forma intuitiva, para ofrecerles soluciones a medida que las necesitan sin tener que pedirlas.

Las habitaciones de hotel no serán -en breve- lo que son hoy. Estarán "híper personalizadas" y los establecimientos contarán con paredes interactivas táctiles que actuarán como pantallas de video y centros de comunicación; duchas con agua vitaminizada, almohadas electrónicas masajeadoras y entrenadores personales holográficos.

Filipov asegura que así como las últimas dos décadas fueron marcadas por las redes sociales, las próximas dos estarán signadas por Big Friendly Datos, las marcas accediendo a los perfiles en línea y usando huellas de datos para anticipar las necesidades, los planes de viaje y la oferta de hospitalidad: "En el futuro en lugar de empujar los datos hacia nosotros, van a utilizar nuestro Big Data para determinar nuestros gustos".

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