La corrupción es uno de los peores males que pueden afectar a las sociedades. En el Banco Mundial lo sabemos y lo enfatizamos con frecuencia. Aun así, las recientes acusaciones relacionadas con posibles prácticas fraudulentas entre el gobierno y la empresa que recibió en usufructo la construcción y operación de una nueva terminal en el Puerto Quetzal en Guatemala muestran lo extendido del flagelo de la corrupción.
Mientras las investigaciones siguen su curso, me gustaría responder a algunas preguntas legítimas que el caso ha generado entre los guatemaltecos. La primera de ellas es ¿Cómo es posible que una institución como el Banco Mundial pueda verse envuelta en una situación como ésta?
El Grupo del Banco Mundial tiene tolerancia cero con la corrupción en sus operaciones. Sin embargo, han surgido acusaciones relacionadas con el proyecto para construir la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), en la cual invirtió la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), la institución del Grupo del Banco Mundial que apoya al sector privado.
También se ha señalado que la entidad había sido advertida por organizaciones de la sociedad civil sobre el contrato. En este sentido, me gustaría resaltar, como lo ha hecho la propia IFC, que las preocupaciones que se recibieron por parte de organizaciones sociales estaban relacionadas con la naturaleza jurídica y de procedimientos del contrato de usufructo del proyecto. No estuvieron relacionadas con la situación que se dio a conocer en conferencia de prensa por la CICIG y el Ministerio Público el viernes 14 de abril.
De hecho, y tal como hemos comentado en los últimos días, en el Grupo del Banco Mundial estamos tan sorprendidos por las acusaciones como el resto de la sociedad guatemalteca, ya que esperamos de los gobiernos y las empresas clientes del Banco Mundial y de IFC, respectivamente, que se conduzcan con altos estándares internacionales de transparencia y rendición de cuentas. En la IFC y el Banco Mundial estamos en diálogo permanente con las autoridades del país, y compartiendo nuestra seria preocupación con la situación.
Sobre este aspecto, muchos se preguntarán ¿qué medidas toma el Banco Mundial en un caso como éste? Lo primero es recordar que la presunción de inocencia de las personas, hasta que se demuestre lo contrario, es una piedra angular del Estado de Derecho y en el Grupo del Banco Mundial lo tenemos presente. A pesar de ello, siempre que existe una sospecha fundada de corrupción, fraude o colusión en una actividad financiada por nosotros, ésta se traslada a la Oficina de Integridad del Grupo del Banco Mundial.
Esta es una unidad independiente que tiene como propósito investigar señalamientos de corrupción en operaciones del Grupo del Banco Mundial, y en su caso proponer sanciones. Entre el 1 de julio de 2014 y el 30 de junio de 2015, la Oficina de Integridad recibió 323 denuncias a nivel mundial, de las cuales 91 fueron seleccionadas para una investigación exhaustiva.
Al darse a conocer las acusaciones contra el director general de Terminales de Contenedores Quetzal por parte del Ministerio Público y la CICIG, IFC remitió de inmediato el caso a la Oficina de Integridad para proceder con la investigación correspondiente. Cualquier ciudadano tiene derecho de denunciar sospechas, y además ofrece la garantía de que su denuncia puede permanecer en el anonimato y aun así será investigada. Asimismo, las alegaciones de corrupción o fraude pueden referirse al personal del Grupo del Banco Mundial, funcionarios públicos y compañías privadas.
La lucha contra la corrupción debe continuar. Es una prioridad para nosotros y también debe seguir siendo una prioridad en Guatemala, porque más allá de la injusticia social que provoca, la corrupción tiene efectos negativos vinculados con el desarrollo. Pues cada quetzal que se pierde en corrupción es un quetzal que se le quita a una mujer embarazada que necesita atención, a una niña o niño que merece educación y a una comunidad que necesita agua, caminos o escuelas. Por ello, en el Grupo del Banco Mundial nos comprometemos a intensificar los esfuerzos para apoyar al país en su lucha contra la corrupción y en favor de la transparencia y la rendición de cuentas.
* Humberto López es el Director del Banco Mundial para Centroamérica