Centroamérica & Mundo

Dolarización en Ecuador: un aprendizaje monetario

Desde el año 2000, la República del Ecuador ha gozado de ser una de las economías de Latinoamérica en desligarse por completo de su moneda nacional (sucres) para dar paso a la divisa norteamericana como protagonista principal en todas sus transacciones de circulación nacional. Lo que se entiende en simples palabras como dolarización de la economía.

2015-09-25

Por: Daniel Suchar Zomer*

Los ecuatorianos vieron desplomar su economía previa al inicio del Siglo, cuando sus niveles de devaluación y de inflación, rondaban más cerca de las nubes que del suelo mismo conquistado por Simón Bolívar, un par de siglos atrás. Allí, el presidente de turno Jamil Mahuad; tomó la decisión de convertir ese desastre económico en un río pasivo donde los nativos podrían calmar sus preocupaciones al utilizar una moneda fuerte y extranjera, como motor fundamental en su vida cotidiana.

Pero hoy en día, el panorama es completamente otro. De empezar el 2015, con la visión de un crecimiento cerca del +5% en su Producto Interno Bruto (PIB); el presidente de esta nación, Rafael Correa (quien por cierto es economista de profesión); ha reconocido que la expectativa de crecimiento se ha reducido a un +1,9%; con la esperanza que los resultados no se agraven en lo que queda del año.

Cuando un país toma la opción de retirar de circulación su moneda nacional para colocar otra, debe cumplir una serie de requisitos "básicos" para lograr esta migración.

La primera de ellas, es saber que el dinero en dólares (moneda en curso) proviene del mercado internacional. Si "no se está seguro" del flujo de efectivo de procedencia extrajera sostenible en el tiempo, podría en algún momento verse afectada la economía.

La segunda, y atado al párrafo anterior; es que sus ingresos deben ser "tangibles" y no intangibles financieros. Con esto quiere decir, que el país debe "vender y exportar" cierta cantidad de productos de forma tal, que mantenga la oleada de divisas constante en el tiempo. Otras naciones se han apalancado en productos financieros haciendo el país más atractivo como paraísos fiscales o colocaciones "Off Shore", pero en el caso de Ecuador; no va por allí la cosa.

Y por último, y como tercer requisito, es la permanencia del dinero dentro de la economía. Si la misma empieza a dar señales de fragilidad, podría conllevar a un desbalance en su cuenta financiera, provocada por la fuga de capitales de un país.

El Ecuador posee una alta dependencia de la actividad petrolera. Su peso corresponde al 55% del PIB de ese país, mientras que un 25% se basa en la exportación de los productos agrícolas como el banano, café, flores y por supuesto, pescado fresco conseguido frente a las costas de Guayaquil.

Para nadie es un secreto que las materias primas, lideradas por el oro negro, han sufrido reducciones abismales en la cotización de las mismas. Por ende, la entrada del flujo de dinero a Ecuador se ha visto agravada por el bajo precio de dichos productos, trayendo como consecuencia la baja en los ingresos a la economía ecuatoriana. Y a su vez, si las entradas están amenazadas y con presupuestos de gasto gubernamental ya comprometidos, el Ecuador se ha visto en una disyuntiva monetaria.

Por otro lado, el entorno internacional ha desfavorecido la situación actual del dólar americano. Con una apreciación del 18% frente al Euro; todos los productos valorados en divisa norteamericana se han convertido en bienes más caros que al principio del año.

Para el Ecuador la situación es "de manos atadas". Frente a una perdida aproximada de US$7.000 millones proveniente de la caída de precios de commodities y al carecer de una moneda local, la cual el Banco Central de dicho país pudiera utilizar como herramienta monetaria frente a la situación antes mencionada; el jerarca meridional se ha visto forzado en usar su brazo "antisocialista" y empezar a tomar medidas "capitalistas" para mejorar o más bien, sobrevivir a dicho entorno. De hecho, los recortes presupuestarios no se han hecho esperar, y los mismos ya rondan un 2,2% del PIB; y aun falta un trimestre del año.

La dolarización es una acción monetaria que beneficia a muchas personas, y disminuye riesgos de colocación de precios en el mercado interno. A su vez, facilita el cálculo de los costos de productos importados, y algunos casos, podría mantener una inflación bastante estable. Pero por otro lado, se debe decir que "el dinero no es tuyo" y si en caso particular el país se ve reducido en la entrada de divisas, tendrá que salir a "pedir prestado" y por ende, todo préstamo conlleva una tasa de interés que hay que pagar.

Las políticas monetarias donde su moneda local sigue vigente (en la mayoría de Latinoamérica sucede); las naciones pueden maniobrar a sus propios intereses para fortalecer sus economías. Basta con mirar a países que han devaluado su divisa (Colombia con 38%, Brasil con 35% y México con 19%) volviendo más competitivas sus bienes y servicios, promoviendo el sector exportador. Para el caso del Ecuador, es imposible realizar este tipo de virajes; pues sus cotizaciones, gastos operativos y su vida cotidiana; sigue estando basado en dólares americanos.

A lo largo de los años, hay tendencias en ciertos países de promover la dolarización de sus economías reduciendo el papel protagónico del Banco Central de sus naciones; colocando su moneda local en los libros de historia. Pero en muchos casos, lo importante es siempre asegurar el flujo de efectivo en dicha moneda y que no sea vea impactado (de alguno u otra forma) de fluctuaciones en su entorno internacional.

Después de tantos años, el Ecuador esta viéndose forzado a "tragar sabor amargo" de la problemática mundial y la caída en sus exportaciones, distorsionando su balanza comercial. La estabilidad de la economía está siendo amenazada y a corto plazo, no se vislumbra que vuelva a tomar los rumbos de subir precios en sus materias primas. Los meridionales saben que si sigue así el panorama internacional, deben "ajustarse la faja" porque no hay "Sucre" que los pueda salvar y para el resto de los países que deseen dolarizar, simplemente poner "las barbas en remojo" pues los que pasa en este país, es un aprendizaje monetario para todos los demás.

*Analista Económico. Profesor Universitario.

12 ejemplares al año por $75

SUSCRIBIRSE