Ocio

Sotheby’s subasta por 46.450 euros una obra creada por Inteligencia Artificial

Memorias de los transeúntes I, del artista alemán Mario Klingemann, genera infinitos retratos de personas que nunca existieron.

2019-04-02

Por La Vanguardia (España)

El pasado 6 de marzo Sotheby’s subastaba por 46.450 euros Memorias de los transeúntes I , una obra del artista alemán Mario Klingemann generada mediante inteligencia artificial. No era la primera vez que el arte creado por computadoras salía a subasta. En octubre, el colectivo francés Obvious vendía en Christie’s uno de sus cuadros, Portrait d’édouard Belamy , por 380.000 euros, entre 40 y 60 veces por encima de su estimación inicial. Pero mientras este último había sido pintado mediante un sistema de dos algoritmos alimentados con 15.000 retratos clásicos, es decir, imágenes salidas del pincel de los viejos maestros, el arte de Klingemann resulta mucho más desafiante: es la propia máquina la que va creando los rostros ante la mirada del espectador, en tiempo real, y de forma infinita. Una obra lista para vivir eternamente y dispuesta a imaginar sus propias imágenes más allá del artista que la ha engendrado.

Los artistas han estado trabajando con inteligencia artificial durante décadas. Ya en los setenta, el pintor abstracto Harold Cohen creó un programa de computadora llamado Aaron capaz de producir obras pictóricas que se expusieron en museos como el MoMA, el Stedelijk o la Tate de Londres, recuerda el artista y profesor en la facultad de Bellas Artes de la UB Ricardo Iglesias, autor de Arte y robótica. La tecnología como experimentación estética . "La inteligencia artificial está de moda y en unos años habrá 20 o 30 artistas trabajando en ese campo. Es un ámbito lleno de posibilidades, pero veremos en qué se concreta. La inteligencia artificial es tonta, depende de cómo la tratamos", considera Iglesias, y recuerda el caso de Tay, el experimento de Microsoft de involucrar a los millennials con la inteligencia artificial mediante un bot que iba aprendiendo de las conversaciones que mantenía con los usuarios de Twitter. Al cabo de unas horas Tay se había convertido en un nazi.

Hasta hace poco el arte vinculado a la inteligencia artificial se limitaba a máquinas que generaban obras basadas estrictamente en reglas y parámetros programados en el sistema. Pero con la aparición de las redes neuronales, que aprenden y se desarrollan a medida que avanzan, las posibilidades son casi infinitas. Muchas de las creaciones de Klingemann, que ha expuesto en el MoMA, el Met o el Pompidou y es un viejo conocido de los asistentes del Sonar+D, están realizadas a partir de una técnica de redes generativas antagónicas (RGA), consistente en dos redes neuronales o cerebros que compiten mutuamente entre sí provocando que el generador acabe creando imágenes desde cero. ¿El resultado será realmente arte? Responde Klingemann: "Los humanos no somos originales, sólo hacemos conexiones entre las cosas que hemos visto y lo que otros han hecho antes. Las máquinas pueden crear desde cero". Y, arte o no, desde luego será algo mucho más allá de lo que ahora podemos imaginar.

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