Empresas como Inditex, Apple, Google o Starbucks tienen algo en común: ponen a la gente por delante de la cuenta de resultados y, paradójicamente, esto les da resultados en su cuenta.
Pensar más con el corazón es lo que Jesús Vega les reclama a las empresas, y pone como ejemplos a estas exitosas compañías internacionales, que piensan primero en sus trabajadores y clientes, antes que en cualquier otra cosa.
Y ese es, a su juicio, el secreto de su éxito: "Hay empresas que están generando vínculos emocionales con las personas muy parecidas a los del amor. Por eso las llamo empresas sensuales".
Para Vega, en las empresas se intelectualiza demasiado, cuando lo que tienen que hacer es "pensar con el corazón", y apunta que cada vez hay más empresas que están usando un criterio emocional, además del meramente racional.
En el mundo actual "la autoridad se está muriendo", y lo que está sustituyéndola es la seducción: "Si no te puedo imponer, te tengo que seducir".
Las empresas sensuales son más productivas, afirma Vega, puesto que al poner mayor atención en sus trabajadores, dándoles espacio para dar ideas y respetando a sus colaboradores, estos rinden mejor, al estar mucho más identificados con la empresa, trabajando más allá de su salario.
Por eso, apunta, a mayor generosidad por parte de la empresa, mayor éxito.
Eso es ser también una empresa "inteligente", ya que al dar voz a todos, "si tenemos 1.000 trabajadores, tenemos 1.000 inteligencias y 1.000 corazones. Hay que aprovecharlos".
Todo esto se refleja en el trato al cliente, quien se marcha mucho más satisfecho, con una buena experiencia de compra y dispuesto a repetir.
