La carga fiscal todavía es baja en la región centroamericana, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), apunta en su estudio ‘la agenda 2030 para el desarrollo sostenible y los desafíos para el financiamiento para el desarrollo'.
De acuerdo al reporte internacional, las naciones con menor presión fiscal en América Latina son Panamá (18%), Chile (20%), México (20%), Honduras (20%), Perú (19%), Ecuador (19%), El Salvador (17%), Paraguay (17%), República Dominicana (14%) y Guatemala (13%).
Los países con una carga tributaria promedio son Costa Rica (23%), Nicaragua (21%) y Colombia (21%).
Entre las naciones con mayor presión tributaria se encentra Argentina (32%), Bolivia (28%), Brasil (34%) y Uruguay (27%).
En comparación con los países desarrollados, el promedio de la carga tributaria de América Latina sigue siendo la mitad de la registrada en el promedio de los quince países de la Comunidad Europea y se sitúa en 15 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) por debajo del promedio de países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En los países de la OCDE, el promedio de la presión tributaria se ubica en aproximadamente 34% respecto al PIB.
Los cálculos de presión tributaria de la CEPAL, incluyen impuestos directos e indirectos y las contribuciones a la seguridad social.
De acuerdo al reporte internacional, una de las características de los regímenes tributarios de América Latina, es la elevada proporción de impuestos generales sobre bienes y servicios en el total de los ingresos tributarios. El organismo señala que en la última década se han fortalecido los ingresos tributarios en la región, por la vía del Impuesto de Valor Agregado (IVA).
Al respecto, advierte que cuando aumentan los impuestos indirectos de manera proporcional, las personas que se encuentran en el nivel inferior de la distribución de ingresos experimentan un aumento de la carga tributaria mayor al proporcional. Concluye, el aumento del IVA es marcadamente regresivo y contribuye a que la pobreza de las clases más pobres aumente todavía más.
Evasión
En cuanto a la evasión fiscal, la Cepal concluye que en la Región la evasión tributaria constituye uno de los principales puntos débiles de los sistemas fiscales, y estima que el incumplimiento asciende a un monto equivalente a 2,4 puntos porcentuales del PIB en el caso del IVA y 4,3 puntos porcentuales del PIB en el caso del impuesto sobre la renta.
Los estudios de la Cepal sitúan en cerca del 70% la evasión del impuesto sobre la renta de las empresas en algunos países. Por añadidura, se percibe una llamativa dificultad para disminuir estos indicadores en un entorno de menor dinamismo económico y, peor aún, pese al enorme riesgo de sufrir una pérdida sustancial de recursos tributarios potenciales.
El organismo calcula que, en promedio, los países de América Latina pierden más del 50% de sus ingresos por concepto de impuesto sobre la renta de las personas físicas. Los impuestos sobre la renta corporativa y el IVA también exhiben elevados niveles de evasión, aunque con diferencias entre los diferentes países.
