Claves del día

Donald Trump, un peligro real para Centroamérica

Si sus propuestas migratorias se llevan a la práctica (deportación de los inmigrantes ilegales y muro en la frontera con México), Centroamérica se vería 'fuertemente afectada' por una disminución de las remesas y un aumento de la conflictividad y la tensión social.

2016-08-01

Por: EFE

El gran problema de la migración del Triángulo Norte de Centroamérica puede empeorar aún más si el controvertido Donald Trump gana la Presidencia de EE.UU., advierte a Efe el analista Arturo Matute, de la organización International Crisis Group.

'En el caso de que se restringiera y se fortaleciera el proceso de deportación de las personas (centroamericanas) que ya están allá, realmente afectaría muy gravemente a esta región y sería un peligro inminente', apuntó Matute.

Si las propuestas del multimillonario en materia migratoria se llevan a la práctica, como la deportación de los inmigrantes ilegales y la creación de un muro en la frontera con México, Centroamérica se vería 'fuertemente afectada' por una disminución de las remesas y un aumento de la conflictividad y la tensión social.

Ello 'plantearía desafíos a la gobernabilidad de los propios países', anotó.

Ese 'retroceso', explica Matute con 'preocupación', es aún más alarmante si se tiene en cuenta que la crisis humanitaria surgida en 2014, cuando una oleada de menores no acompañados llegó a Estados Unidos, puede repetirse, pues a pesar del fortalecimiento de los controles el descenso del flujo migratorio no ha sido significativo.

En el año fiscal 2015, México repatrió a 166.000 centroamericanos, entre ellos unos 30.000 niños y adolescentes, mientras que EE.UU. deportó a más de 75.000, pero la capacidad del Gobierno mexicano de controlar el flujo de migrantes y refugiados está 'llegando a su límite'.

Según los datos del Departamento de Seguridad Nacional, en lo que va de este año fiscal (del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016), la mayor parte de los niños que cruzaron la frontera venían de Guatemala (13.755), El Salvador (12.800), México (8.978) y Honduras (7.058).

Un desastre natural, una catástrofe social o un problema político puede 'echar a andar una crisis de esas dimensiones', y debido a que 'la posibilidad existe' es necesario tomar medidas inmediatas pues 'todavía no se desborda del todo esta terrible situación', remarcó el experto.

Indicó que 'los equilibrios en los países de América y en el Triángulo Norte de Centroamérica son muy frágiles y cabría la posibilidad de que pudiera darse un shock que genere alguna situación que desembocara en una crisis de refugiados más grave de la que se vive este momento', reconoce el analista guatemalteco.

Según un informe de Crisis Group, publicado esta semana bajo el título 'Presa Fácil: violencia criminal y migración en Centroamérica', la crisis humanitaria de 2014 'nunca fue resuelta', sino que se 'empujó hacia el sur'.

Agrega que los Gobiernos de México y Estados Unidos siguen actuando como si el único motivo de la migración fuera exclusivamente económico, cuando muchos son víctimas de la violencia.

Desde 2006, más de 150.000 personas fueron asesinadas en la región, lo que supone una tasa de 50 homicidios por cada 100.000 habitantes solo en el Triángulo Norte.

Son gente en situación de 'indefensión completa', 'presa fácil' para los criminales y los funcionarios corruptos que se aprovechan de su debilidad, y también un botín para los cárteles, sobre todo para los Zeta, organización que habría encontrado en este drama una nueva línea de explotación.

El reciente anuncio de Estados Unidos y Costa Rica de brindar un refugio temporal a personas de Centroamérica que se encuentren bajo peligro es 'un paso en la dirección correcta' para lograr una posible solución, pero, según Matute, es 'insuficiente', pues las plazas son mínimas y el problema es de 'una magnitud mucho más grande de lo que se puede atender'.

Matute insistió en que sería de gran ayuda que Estados Unidos otorgara el Estatus de Protección Temporal (TPS, pos sus siglas en inglés) a los miles de jóvenes migrantes indocumentados que llegan de El Salvador, Guatemala y Honduras huyendo de la violencia.

También pidió a los países centroamericanos unidad frente al que considera un problema regional, y reconoció que es necesario que la comunidad internacional apoye a esta zona durante 'muchos años más' para avanzar en el fortalecimiento de sus instituciones y en el desarrollo socioeconómico.

Si sus propuestas migratorias se llevan a la práctica (deportación de los inmigrantes ilegales y muro en la frontera con México), Centroamérica se vería 'fuertemente afectada' por una disminución de las remesas y un aumento de la conflictividad y la tensión social.

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